En los últimos diez años, la ciudadanía en sentido general ha perdido lo más esencial en la institución creada para garantizar el orden público y la seguridad ciudadana, la Policía Nacional, que es LA CONFIANZA.

A todo esto si le agregamos los famosos planes y estrategias que muchos funcionarios y autoridades policiales, incluyendo los flamantes asesores, la conclusión a la que llegamos es que todo hasta el momento se ha tratado de un gran negocio, para obtener jugosos beneficios, sin importarle un comino la suerte del pueblo dominicano y para muestra es un botón, ahí está el caso de la compra de las famosas Harley Davidson, los carros Europeos adquiridos en España, los equipos de alcoholímetros, la división de la Policía Preventiva y la Investigativa, la creación del Consejo Superior Policial y muchas otras cosas que evidencian lo que de manera responsable estamos expresando.

En esta oportunidad el Presidente Danilo Medina, ha declarado como una de las principales prioridades de su gestión de gobierno el tema de hacer una verdadera reforma policial, que garantice realmente el clima seguridad, paz y tranquilidad al pueblo dominicano que hoy día se siente atemorizado por el descontrol que existe actualmente ante el inminente crecimiento de los hechos delincuenciales en el país.

Quien suscribe este artículo desde hace décadas ha mantenido excelentes relaciones con las autoridades Policiales y Militares, además de conocer muy bien el sistema que hasta el día de hoy opera en esas instituciones, y ahí es donde radica el mayor problema y la mayor traba, para corregir todo lo malo, seguir haciendo lo que está bien y hacer lo que nunca se ha hecho.

Cuando se habla de trabajo, siempre hay objeciones o peros, exhortando a todos los miembros a esforzarse y cumplir con su deber, porque mientras más somos, menos nos pesa el muerto, pero cuando se habla de compras Vs. Comisiones, ahí entonces se aplica lo de que ¨mientras menos somos a más tocamos¨

Si realmente existe la voluntad de hacer una reforma policial seria, transparente y que beneficie a la seguridad de nuestros ciudadanos, se debe desmantelar de una vez y por todas las estructuras mafiosas que existen dentro de la propia policía nacional y que durante décadas les ha permitido lucrarse inmisericordemente, haciendo todo tipo de diabluras, alterando resultados de investigaciones, ocultando la verdad de los hechos, armándole trompos a personas y policías que no son corruptos para sacarlos del medio, los peajes que hay que pagar para conseguir una posición y hasta para los ascensos, lo del famoso sobre mensual que todo el pueblo conoce, en fin todas las vagabunderías que se les ha permitido hacer a este órgano dependiente del Poder Ejecutivo como su comandante en Jefe, logrando convertirse en un gran monstruo, en el cual la ciudadanía no cree.

Las estadísticas que la Policía Nacional les presenta a las autoridades que trabajan en el Plan Nacional de Seguridad Nacional, no van a permitir realmente tomar las medidas efectivas y necesarias para corregir el problema. ¿Por qué?  Muy sencillo, porque sus datos son muy distantes a los hechos que a diario están ocurriendo y que no son denunciados por los ciudadanos afectados o víctimas.

¿Saben Por qué?  Por la falta de confianza y credibilidad, cuando no lo quieren picar por un lado, le pican por el otro, muchas veces no hay vehículos, o combustible, a veces han ido personas a poner denuncias y se encuentran en los mismos destacamentos con sus atacantes, que resultan ser policías, por el miedo que le inculcan a los que han sido víctima de robos y atracos para que no presenten querellas alegando que luego esos tigueres pueden tomar represalias en contra de sus familiares, por las recomendaciones de muchos fiscales adjuntos que les han hecho a las víctimas para que dejen los casos así, para que eviten tener problemas con los delincuentes, Por la falta de una buena investigación y la instrumentación de un expediente irrefutable que pueda permitir mantener sobre las rejas a los delincuentes, criminales y narcotraficantes en el país.  Eso solo por mencionar algunas cosas para que nos demos cuenta que hasta que no cambiemos el sistema, no lograremos los resultados deseados.

A esto si le sumamos un ingrediente que siempre le critiqué al doctor Joaquín  Balaguer en uno de sus mandatos cuando se le sugirió que a los miembros de la policía que en ese entonces ganaban los rasos unos mil y pico de pesos al mes y dijo que para qué, si ellos se lo triplicaban, aludiendo al macuteo existente en esa época, imagínense ustedes lo poco que hemos avanzado al respecto, mientras el país se torna insoportable con la desafiante delincuencia.

Este es un tema fundamental, el necesario aumento de salario a todos los miembros de la Policía Nacional y de las Fuerzas Armadas, eso ahora mismo es más importante que cualquier construcción de carretera u cualquier otra obra de infraestructura que pueda esperar unos años.

Ha pensado usted en algún momento como un raso que hoy día devenga unos 5,500 pesos mensuales, menos los descuentos que les hacen, que vienen quedándole unos 4 mil y pico, puede mantenerse si no es casado, pero sí lo es, como puede mantener a una familia, teniendo que pagar en el 98% de los casos, alquiler de casa, comida, ropa, colegio ó escuela, celular, Luz, agua, transporte, pero algo peor aún, un raso que vive en Moca trasladarlo a Dajabón o a Punta Cana.

¿Cree usted que hará un buen trabajo?  Cómos subsiste?  ¿Le manda dios los recursos del cielo? ¿O lo están obligando a que macuten y se mezclen en el bajo mundo a buscarse lo de ellos, haciéndose de la vista gorda, permitiéndole a los delincuentes que hagan y deshagan y cuando ven que las cosas se le están saliendo de control, matan dos o tres en supuestos intercambios de disparos, para que nunca se sepa la verdad?

Esta son nuestras realidades, y creo que la Dirección de Recursos Humanos de la Policía Nacional, podría realizar un censo y los traslados a los oficiales superiores, oficiales, suboficiales y policías, se hagan en pueblos cercanos a donde residen, que al menos les abarate un poco el costo de la vida y les permita en sus días libres poder convivir mas con sus familiares.

El problema de la Policía Nacional, no es un problema del Jefe, es un problema del sistema y eso que doy fe y testimonio de que en la actual Jefatura del Mayor General José Armando Polanco Gómez, ha corregido y enderezado muchos entuertos y me constan los ingentes esfuerzos hasta tocando puertas a amistades personales para conseguir apoyo, como lo hizo entregándonos una unidad prácticamente nueva donada por un amigo común, para que este fija en el Aeropuerto Internacional de Las Américas, algo que nunca se había hecho, entre otros mucho logros más, pero persiste mucha resistencia hacia la transparencia y profesionalización de la Policía Nacional, por lo que debe de ser una política de Estado emanada del Poder Ejecutivo, la que trace la raya de Pizarro de ahora en adelante, aunque tengamos que quedarnos solo con la mitad de los miembros que actualmente forman parte de la Policía Nacional.

Pero además existen muchos Coroneles, Mayores y de menor jerarquía, que han logrado ingresar a la Policía Nacional y nunca han hecho ni siquiera un curso, mucho menos han prestado servicios en un cuartel, porque siempre se la buscan a través del tráfico de influencia política o militar, para prestar servicios en diversas instituciones del Estado, cuando realmente donde deberían estar es en su institución. ¿Usted quiere ser policía o funcionario? Buena pregunta.