Ante el anuncio de que se han conciliado más de 78 millones de pesos a favor del consumidor dominicano, es tiempo de reconocer que en esta materia Pro-Consumidor ha avanzado bastante en la defensa de este motor esencial en la dinámica económica de cualquier país. El ente que gasta su dinero en la adquisición de bienes y servicios puestos a su disposición en todas las variantes del mercado comercial, está siendo al fin valorado en su justa dimensión.

La amplitud de la gama de sectores involucrados en la acción de conciliación denota una disposición y una determinación, tanto del sector gubernamental como de las empresas dedicadas a la comercialización, de lograr un equilibrado y justo intercambio entre compradores y vendedores, apoyados en la ley general de protección a los Derechos del Consumidor 358-05, la cual se aprobó el 9 de septiembre del 2005, adquiriendo rango constitucional el 26 de enero del 2010.

Hasta el momento los renglones conciliados  son el inmobiliario, garantía de artículos, electrodomésticos, financiamientos de autos, perdida de equipaje líneas área, boletos aéreo, préstamos educativos, servicio odontológicos, seguros médicos privados, adquisición de equipos de informática, paquetes vacacionales e instalación y ventas de equipos telefónicos, así como agencias  remesadoras y envío de equipajes.

Ahora que se está comprobando en nuestro país un verdadero ejercicio de protección al consumidor, es oportuno señalar la existencia de Consumers International, una federación mundial de organizaciones de consumidores que trabaja en conjunto con sus asociados y actúa como la única voz global autorizada e independiente de los consumidores.

El impulso inicial a este movimiento fue generado por el presidente de EE.UU. John F. Kennedy en al año 1962, cuando se dirigió al Congreso de su país ofreciendo su visión acerca de los derechos de los consumidores, al afirmar que: "Por definición, el término Consumidores, nos incluye a todos, ellos son el grupo económico más amplio que afecta y es afectado por casi cada decisión económica pública o privada. No obstante, es el único grupo importante…cuyas opiniones a menudo no son escuchadas". Kennedy fue la primera figura política de dimensión mundial que se refirió a este tema estableciendo sus principios de manera formal.

Con el tiempo, el movimiento de consumidores ha desarrollado su propia visión estableciendo un conjunto de ocho derechos básicos de los consumidores que en la actualidad define e inspira la mayor parte del trabajo que CI y sus organizaciones miembros llevan a cabo: 1.- Derecho a la satisfacción de necesidades básicas, 2.- Derecho a la seguridad, 3.- Derecho a ser informado/a, 4.- Derecho a elegir, 5.- Derecho a ser escuchados/as, 6.- Derecho a la reparación, 7.- Derecho a la educación como consumidores y 8.- Derecho a un ambiente saludable.