En mi artículo anterior sobre el drama argentino con los “fondos buitres” traté de ver el pasado y debo reconocer que el texto estuvo dominado por el enfoque político dado por las autoridades argentinas, que llevó a la reprimenda del Juez Griesa y enmendarle la plana a la mismísima Presidenta Cristina Fernández.
Dejé pasar por alto el esfuerzo de aplicación de una solución privada, en los dos momentos que se ha dado: en primer lugar la noticia de que una asociación de bancos de capital privado argentino ofreció comprarle la deuda a los buitres para así aguantar la demanda hasta el final del 2014 y evadir la aplicación de la cláusula RUFO (aquella que el gobierno argentino alega que si cumple con la sentencia, provocaría que los bonistas reestructurados exigieran las nuevas mejores condiciones, que evidentemente, fracasó, según la noticia en el enlace siguiente: http://economia.elpais.com/economia/2014/07/30/actualidad/1406746699_624943.html
En segundo lugar, sin embargo, la noticia de que cuatro supergigantes financieros internacionales con intereses en Argentina (Citigroup, Deutsche Bank, HSBC y JP Morgan), desean comprar la deuda de los buitres y negociar ellos posteriormente su cobro, según el enlace siguiente: http://economia.elpais.com/economia/2014/08/02/actualidad/1406945472_732187.html
¿Cuál es la racionalidad de estos financistas al buscar sacarle las castañas del fuego al gobierno de Cristina? Evidentemente, si el default selectivo continua, el valor de los bonos en su poder perderán valor y, en consecuencia, deberán soportar pérdidas enormes.
Eso me recuerda la deuda dominicana, en un movimiento poco publicitado, fue comprada por grupos financieros dominicanos por el 10% de su valor y el Gobierno Dominicano, en la renegociación en el Club de Paris, la reconoció al 25% de su valor, representando una ganancia de 150% en una operación puntual.
Estas maniobras deben aparentar una inocencia de parte de las autoridades argentinas, porque puede implicar una complicación con la selva de cláusulas restrictivas impuestas en la renegociación.
Más interesante, es la consideración de que los vecinos, Brasil y Chile, que tienen a la Argentina como su socio, puedan entrar en una operación de salvataje como hiciera Estados Unidos con México o Alemania con los socios europeos, en su momento. Me recuerda que Néstor Kirchner, en las renegociaciones de la deuda, “limpió” la deuda con el Fondo Monetario Internacional (el protagonista del embrollo ya que los problemas los complicó prestándole más a la Argentina) tomándole dinero a Chávez en su momento. Esta ayuda puede ser con un crédito comercial, en moneda dura, para evitar que entre en el juego alguien que tiene el dinero y las apetencias de protagonismo en la región: China. Así lo refiere el enlace siguiente: http://economia.elpais.com/economia/2014/08/02/actualidad/1406951994_850485.html.
Veremos si los tiros aciertan por estas direcciones… porque la situación no ayuda a nadie.