La Corporación Dominicana de Empresas Eléctricas Estatales (CDEEE) acaba de anunciar con bombos y platillos, la renegociación de unos US$778 millones de deuda corriente vencida con los generadores privados. El monto renegociado es equivalente a alrededor del 90% de la deuda vencida, la cual ascendía al momento de la renegociación a unos US$864 millones. Esa deuda no incluye la deuda vencida con las estatales Empresa de Generación Hidroeléctrica Dominicana (EGEHID) y la Empresa de Transmisión Eléctrica Dominicana (ETED). El monto renegociado incluye los intereses asociados a los montos de energía vendida solo por los generadores privados y no pagados por la CDEEE y las empresas distribuidoras. La deuda renegociada se pactó a 59 meses con una tasa de interés anual del 10% sobre el monto renegociado en dólares de los Estados Unidos, interés que es superior a la tasa que cobra la banca local por financiamientos similares en dólares de los Estados Unidos.
La CDEEE pretende vender la idea a la opinión publica de que dicha renegociación constituye un rotundo éxito de la actual gestión y que dicha acción produce grandes economías a las finanzas públicas, cuando se compara con los intereses, recargos y mora que cobraban los generadores por la deuda no saldada, en función a los contratos firmados y/o a las estipulaciones sobre recargos y mora contempladas en el Reglamento de la Ley General de Electricidad.
Sin embargo, la CDEEE no menciona las pérdidas que dicha renegociación ocasiona a las finanzas públicas por haber dejado acumular la deuda hasta los niveles que llego y haber permitido que dentro de la deuda renegociada se capitalizan los intereses de la deuda vencida no pagada, más los recargos y mora. Todos estos cargos capitalizados, nunca debieron producirse pues tanto la CDEEE como las distribuidoras contaban con los recursos económicos necesarios para saldar la deuda corriente con los generadores y evitar que se produjeran los recargos, intereses y moras antes mencionados, evitando de esa manera que la deuda alcanzara los niveles que tenía antes de la renegociación
Tampoco la CDEEE menciona, que de haber tomado un préstamo en dólares de los Estados Unidos en la banca local por un monto similar a la deuda renegociada, hubiera podido conseguir no solo una tasa de interés más baja del 10% acordado con los generadores, sino que además por pagar al contado a los generadores, pudo haber negociado un descuento sobre el monto de capital, intereses, recargo y mora adeudado a los generadores.
¿Existe una sustentación económica y financiera que justifique la acumulación de US$864 millones de deuda con los generadores privados?
Subsidio Desembolsado Al Sector Eléctrico.
Según los datos publicados por el Ministerio de Hacienda en el recién inaugurado portal de Transparencia Fiscal, al 31 de Agosto del 2015, la CDEEE ha recibido por concepto de subsidio al sector eléctrico, la cantidad de RD$27,746,021,300, equivalentes a unos US$618 millones, cifra que representa el 67.83% del total del subsidio eléctrico consignado en el presupuesto del 2015 ascendente a unos RD$40,905 millones, el cual equivale a unos US$900 millones.
Manteniendo el mismo promedio mensual de desembolso, es de suponer que para Julio del 2015 el Gobierno a través de Hacienda había desembolsado como subsidio al sector eléctrico unos US$515 millones.
Recientemente la CDEEE anuncio que el Gobierno ha reducido el subsidio al sector eléctrico para el 2015 a la suma de US$650 millones. Esto significa, que al 31 de Agosto del 2015 el Gobierno ya ha transferido a la CDEEE alrededor del 95% del subsidio ajustado para el 2015, quedando por desembolsar solamente unos US$32 millones. Esta reducción del subsidio ocasionara mayores dificultades financieras a las distribuidoras y a la CDEEE, pues a pesar de la renegociación anunciada, luce muy cuesta arriba que se pueda cumplir con el compromiso de pagar hasta el 31 de Diciembre del 2015, solo los intereses de la deuda renegociada más la totalidad de las facturas corrientes mensuales de los generadores.
Una Deuda Que Nunca Debió Acumularse.
El siguiente Cuadro muestra los Ingresos y Egresos de las distribuidoras y CDEEE durante el periodo Enero-Julio del 2015, según los datos publicados por la CDEEE en el Informe de Desempeño del Sector Eléctrico Julio 2015.
De acuerdo a las cifras oficiales publicadas por la CDEEE en el Informe de Desempeño del Sector Eléctrico que se muestran en el Cuadro anterior, a Julio 2015 el déficit total en flujo de caja acumulado por las distribuidoras y la CDEEE ascendía a unos US$504.34 millones, correspondiendo unos US$408.99 millones a las distribuidoras, representando el 81% del déficit total y a la CDEEE unos US$95.35 millones, equivalentes al 19% del déficit total.
Con un subsidio desembolsado al sector eléctrico a Julio del 2015 de unos US$515 millones, la CDEEE y las distribuidoras poseían los recursos necesarios para cubrir el déficit operacional de esas empresas y todavía exhibir un superávit financiero de unos US$11 millones. En otras palabras, al 31 de Julio del 2015 las distribuidoras y la CDEEE contaron con los recursos económicos y financieros suficientes para saldar la totalidad de las deudas contraídas no solo con los generadores privados, sino también con las empresas estatales como la Empresa de Generación Hidroeléctrica Dominicana (EGEHID) y la Empresa de Transmisión Eléctrica Dominicana (ETED).
De acuerdo a la renegociación anunciada, las distribuidoras y la CDEEE solo se comprometen a saldar en 59 meses, el 90% de la deuda vencida con los generadores privados al momento de la renegociación, quedando como deuda pendiente y sin acuerdo de pago, el 10% de la deuda con los generadores privados más un monto de deuda desconocido con las empresas estatales EGEHID y ETED.
Si las distribuidoras y la CDEEE hubieran estado saldando la deuda corriente con los generadores privados utilizando para ello los aportes del subsidio eléctrico entregado por el Gobierno más los recursos provenientes de las economías en las compras de energía que se han producido como consecuencia de la estrepitosa caída en los precios del petróleo, no solo al 31 de Julio del 2015 no hubiera existido deuda acumulada con los generadores, sino que la misma hubiera sido significativamente menor, ya que se hubieran economizados todos los intereses acumulados por atrasos en el pago de las deudas, más los recargos y mora. Estas economías pudieron significar más de US$100 millones en la deuda acumulada con los generadores privados, la cual se situó en el orden de los US$864 millones al momento del cierre de la renegociación anunciada.
La CDEEE ha renegociado una deuda que nunca debió acumularse y en consecuencia nunca debió de existir, y lo ha hecho a una tasa de interés por encima de la tasa comercial a que la banca local financia operaciones en dólares, lo cual representa una pérdida financiera adicional para el Estado, la cual se suma a la perdida de los intereses, recargos y mora capitalizados en la deuda reconocida a los generadores privados.
Lo peor de todo esto, es que a la fecha ninguna autoridad oficial del sector eléctrico ni del Gobierno le han explicado al País, a donde han ido a parar los más de mil millones de dólares acumulados en el sector eléctrico por concepto de economías producidas en la compra de energía por la disminución drástica en el precio del petróleo más las transferencias realizadas por concepto de subsidio eléctrico Esto demuestra una falta y ausencia de transparencia por parte de las autoridades competentes.
Fondos Para Cubrir Necesidades Financieras De Las Plantas A Carbón De Punta Catalina.
Corre el rumor público de que el Gobierno y la CDEEE han utilizado parte o la totalidad del excedente de más de mil millones de dólares que ha tenido el sector eléctrico en los primeros siete (7) meses del 2015, para cubrir las necesidades de recursos económicos y financieros para la construcción de las plantas a carbón de Punta Catalina. Esto así, debido a que a la fecha, a pesar de haber transcurrido unos veintiún (21) meses del inicio de la construcción de las referidas plantas a carbón, los financiamientos prometidos y aprobados por el Congreso no terminan de materializarse y lo peor de todo es que no se sabe con exactitud la fecha en que se producirá el primer desembolso de dichos financiamientos.
De ser cierto el rumor público, entonces los intereses, recargos y mora acumulados por el no pago a tiempo de las facturas de los generadores, más los intereses asociados al pago de la renegociación anunciada con los generadores privados (10% anual en dólares), son costos que deben ser computados como parte de los costos totales de construcción del proyecto de las plantas a carbón de Punta Catalina. Estamos hablando entre unos US$300 millones y US$ 400 millones de costos financieros adicionales, que se suman a los costos financieros que hay que pagar durante la construcción de las plantas, los cuales están asociados a los préstamos aprobados, más las comisiones que cobran los bancos intermediarios que sirven para canalizar los financiamientos aprobados.
Cabe recordar, que el préstamo otorgado con la garantía de la agencia italiana de créditos de exportación SACE, por unos US$632.5 millones, incluye US$82.5 millones como pago del 100% de la prima del seguro de riesgo que cubre el préstamo. El monto que realmente recibiría el Estado seria de US$550 millones.
La renegociación de la deuda con los generadores privados, que nunca debió producirse por que dicha deuda nunca debió acumularse, pone en evidencia que el Gobierno y la CDEEE son prisioneros de las malas decisiones y pésimo desempeño en el manejo de las finanzas del sector eléctrico.
La renegociación de la deuda corriente vencida con los generadores privados, es una consecuencia directa de la decisión de la CDEEE y del Gobierno de haberse embarcado a construir un proyecto de infraestructura eléctrica de generación, que consumirá por lo menos unos US$3,000 millones de inversión antes de que se genere el primer vatio, sin primero haber asegurado las fuentes de financiamiento y sin tener la certeza de la fecha en que se podría producir el primer desembolso de los prestamos prometidos.
Ningún inversionista privado inicia la construcción de ningún proyecto de inversión hasta tanto no ha firmado los contratos de financiamientos con las instituciones financieras correspondientes y hasta tanto no se encuentre calendarizado el programa de desembolsos de los financiamientos contratados.
Lo sensato hubiera sido iniciar la construcción de las plantas a carbón, una vez se hubieran firmado los contratos de financiamiento y una vez se tuviera certidumbre de cuando se fueran a producir los desembolsos de los mismos, para que de esa manera el Estado no tuviera que estar haciendo aportes de capital no contemplados inicialmente. La prisa nunca ha sido buena consejera.
De esta manera, las finanzas públicas no hubieran sido afectadas y sometidas a una estrechez financiera no contemplada. Esta estrechez financiera ha impuesto una camisa de fuerza al Gobierno, que se ha visto imposibilitado de honrar las deudas con los generadores, debido a que los recursos contemplados en el presupuesto del 2015 para esos fines, supuestamente han sido utilizados parcial o totalmente en el pago de requerimientos económicos y financieros asociados a la construcción de las plantas a carbón de Punta Catalina. Estos requerimientos de pagos en el 2015 para las plantas a carbón, estaban previstos a ser cubiertos por los financiamientos contemplados en el presupuesto, financiamientos que no terminan de materializarse ni de llegar.
Modalidad de Financiamiento de las Plantas a Carbón de Punta Catalina No Fue la Mejor Opción.
Toda esta situación de incremento significativo de gastos financieros asociados a los intereses de financiamiento, recargos, mora, comisiones de instituciones financieras intermediarias, se hubieran evitado si el Gobierno en lugar de optar por modalidad de préstamos que se eligió para financiar la construcción de las plantas a carbón de Punta Catalina, se hubiera optado por la emisión de bonos soberanos.
La modalidad de financiamiento a través de la emisión de bonos soberanos, no solo hubiera sido un instrumento más expedito, rápido y de mayor plazo para su amortización , sino que además resulta ser más barata que la modalidad de financiamiento adoptada a través de instituciones financieras privadas que actúan como intermediarias.
El interés asociado a la emisión de deuda a través de bonos soberanos, es mucho más barato que el financiamiento tradicional a través de la banca comercial privada, pues no solo se obtiene una tasa de interés menor, sino que además se eliminan las diferentes comisiones y gastos de cierre que cobran los bancos comerciales privados que otorgan los prestamos y/o actúan como intermediarios. Este es el caso del seguro de garantía otorgado por la italiana SACE, el cual cubre el riesgo País y garantiza el monto del financiamiento otorgado por el pool de bancos privados al País para financiar parcialmente la construcción de las plantas de Punta Catalina. Este seguro de cobertura o garantía de préstamo otorgado por SACE representa el 15% (US$82.5 millones).del monto efectivo del financiamiento que recibirá el País (US$550 millones) para ser destinados a las plantas de Punta Catalina.
Si se hubieran emitidos los bonos soberanos a principio de este año, no solo el financiamiento ya estuviera disponible en su totalidad en el País, sino que además se hubiera podido saldar la deuda total no solo con los generadores privados sino también con las empresas estatales EGEHID y ETED, consiguiendo una economía sustancial en el monto de la deuda con los generadores privados, pues no se hubieran acumulado los gastos financieros asociados a los intereses, mora y recargos y se hubiera evitado el pago de un interés en dólares del 10% por cinco (5) años al que se ha comprometido las distribuidoras con los generadores privados, comprometiendo las distribuidoras el 80% de sus ingresos, en una especie de fideicomiso con el Banco de Reservas. De ñapa pudo por pagar a tiempo la deuda, las distribuidoras pudieron haber conseguido una rebaja adicional.
La CDEEE y el Gobierno, de manera consciente o inconsciente, asumieron el riesgo de embarcarse en la aventura económica financiera de la construcción de las plantas a carbón de Punta Catalina sin tener la garantía de los financiamientos ni el calendario de desembolso de dichos financiamientos.
El País está pagando las consecuencias de esa aventura y falta de previsión, en adición a pagar un costo de financiamiento mucho mayor, debido a la modalidad de financiamiento seleccionado.
Con esta decisión de embarcarse a construir las plantas de Punta Catalina sin haber firmado los contratos de financiamiento y sin haber tenido el programa de desembolsos de los prestamos contratados con sus respectivas fechas, la CDEEE y el Gobierno colocaron la carreta delante de los bueyes y el País está pagando las consecuencias de esta improvisación.
La triste realidad es que la población, como siempre, es la que paga los platos rotos de las improvisaciones y mal manejo de asuntos económicos y financieros tan delicados.
Dios nos coja confesados y comulgados.