“A la Patria no se le usa, se le sirve”. Juan Bosch
El pasado 24 del mes que transcurre se celebró en nuestro país el Día de los ayuntamientos, el cual coincidió con el 55 aniversario del inicio de la Revolución de Abril de 1965, la cual tenía como objetivo la vuelta a la constitucionalidad y el retorno al gobierno del Profesor Juan Bosch, el cual había sido derrocado por un golpe de Estado militar el 25 de septiembre de 1963, con apenas siete meses de gestión.
Ese mismo día, por primera vez, luego de la modificación de la Constitución de la Republica, se produjo la juramentación de los alcaldes y directores de todos los ayuntamientos y distritos municipales del país, así como el traspaso de gestión de los salientes.
Contrario a como ocurre con otras municipalidades del país, donde los inmuebles, las documentaciones, maquinarias y equipos son sustraídos, desguazados o incendiados; las cuentas embargadas, dejando el municipio o distrito en un abandono y caos total; con grandes compromisos financieros y deudas multimillonarias, el señor Negro Hernández, luego de dirigir honrosamente el Distrito Municipal de Ranchito por casi diez años, procedió a realizar un traspaso de gestión totalmente diferente, con mucha dignidad, transparencia y responsabilidad, el cual puede catalogarse como ejemplo y modelo para las demás autoridades, no solo municipales, sino, nacionales.
Dicho señor entregó a las nuevas autoridades un distrito municipal totalmente organizado, saneado y limpio, no solo a nivel de escombros y desechos sólidos, sino a nivel financiero y legal, sin un centavo de deuda, con un buen crédito en el comercio local, cosa que él no recibió; con todas sus calles asfaltadas, alumbradas, señalizadas, limpias; aceras y contenes, y todas las edificaciones públicas en muy buen estado, totalmente remozadas; energía las 24 horas, siendo el primer distrito municipal en lograrla, con instalaciones deportivas que superan a las de los demás municipios de la provincia de La Vega y de muchos del país. El equipo de transporte y de servicios disponible se entregó con el mantenimiento requerido y completo de combustibles.
Además, iglesias, clubes deportivos y centros comunales, apoyo a la educación y a la salud; becas para estudiantes, caminos vecinales entre otras, pero lo más importante fue dejar a Ranchito en el camino del desarrollo y del progreso, por la gran cantidad de obras y servicios construidas, así como por la seguridad ciudadana existente, que es la clave para que lleguen a este distrito las grandes empresas e inversiones, tanto nacionales como internacionales.
Dicha transición se hizo con todos los rigores de la ley, bajo un inventario, con todas las certificaciones gubernamentales al día: Dirección General de Impuestos Internos, Seguridad Social (TSS) y de INFOTEP.
Gracias a una administración honesta, transparente, austera y apegada a las leyes, a los principios éticos y a su vocación de servir, hoy puede exhibir un conjunto de más de cien obras y servicios importantes, realizados con los fondos de inversión, durante su gestión de 9 años y 8 meses, en la que nunca cobró el sueldo correspondiente como director de dicho distrito ni utilizó un galón de combustible para su vehículo, pues todas las gestiones, diligencias y viajes fueron cubiertos por él.
A través del presupuesto participativo, pudo cumplir con la promesa de mantener la limpieza y construir por lo menos una obra en cada barrio, paraje o sección del distrito municipal de Ranchito, razón por la que fue escogido dentro de los municipios y distritos del país para formar parte del Programa “Dominicana Limpia”, obteniendo este distrito el segundo lugar. Ojalá que los demás alcaldes y directores imiten el ejemplo de Negro Hernández, un gran aporte al fortalecimiento institucional, que es a lo que aspira toda la sociedad.