Desde pequeños nos enseñan a ser personas pensantes, proactivas, de constante movimiento y que sueñan, pero no de esos que sueñan y no obtienen nada, sino de los que sueñan y trabajan hasta hacer realidad esos sueños. Y en ese afán de perseguir nuestros ideales, buscamos ser ciudadanos de pensamiento crítico a la hora de tomar decisiones. A pesar de tener nuestra mirada puesta al desarrollo, muchas veces obviamos la importancia de analizar los elementos que nos pueden conducir a una acertada decisión en cuanto a elección de líderes adecuados, por lo que mi llamado es a que seamos inteligentes a la hora de votar. Sepamos votar por los más preparados, listos para formar parte del Poder Ejecutivo y otros para ser miembros del Poder Legislativo. Esto no se trata de una ruleta y que gane la persona con más suerte, sino que sepa manejar un país en el que hacen falta muchos cambios para seguir adelante.
Ahora bien, ¿cómo puedo ser una persona con una mirada puesta al desarrollo?, ¿cómo puedo mantener una postura de un ciudadano atento a que mis derechos fundamentales sean siempre respetados?. Todo es cuestión de tomar tiempo para las decisiones y finalmente seguir caminos que nos lleven a tener mejores frutos.
Por ejemplo, un caso en el que podemos tener aquella postura atenta, sería en el marco de las elecciones. Estas que mantienen nuestras redes sociales llenas de constantes inquietudes como ¿quiénes participarán?, ¿cuándo serán?, ¿cómo se harán?, un sin fin de preguntas repetidas. Sin embargo, hay una que no veo y que a mi entender marca una diferencia, y es: ¿Por cuál Senador o Diputado votaré en estas elecciones?
Y es que habría que saber que un Senador o Diputado se enmarca dentro del Poder Legislativo, el cual no debemos dejar a un lado. Poder del Estado, que muchos valoramos y otros no tanto, y que debemos saber que hace o debe de hacer, para así mantener un equilibrio de poder en la nación. Muchas personas no saben la cantidad de poder que este tiene, reflejando una jerarquía oculta pero presente.
Los que conforman este poder son elegidos por los ciudadanos dominicanos, en las mismas elecciones donde se elige al Presidente y Vicepresidente del país. En la Constitución Dominicana, se resalta la elección de los legisladores, en su artículo 77, que dice: ‘’La elección de senadores y diputados se hará por sufragio universal directo en los términos que establezca la ley.’’
Para aquellos que no conocen el alcance que tiene el Congreso Nacional con relación al equilibrio de los Poderes del Estado, el artículo 93 de la Constitución Dominicana, nos muestra las atribuciones del mismo. Dentro de las más importantes, tenemos: ‘’Establecer los impuestos, tributos o contribuciones generales. Conocer de las observaciones que el Poder Ejecutivo haga a las leyes. Disponer todo lo concerniente a la conservación de monumentos. Crear, modificar o suprimir regiones, provincias, municipios, distritos municipales, secciones y parajes y determinar todo lo concerniente a sus límites y organización. Autorizar al Presidente de la República a declarar los estados de excepción. Aumentar o reducir el número de las cortes de apelación y crear o suprimir tribunales. Legislar cuanto concierne a la deuda pública y aprobar o desaprobar los créditos y préstamos firmados por el Poder Ejecutivo, como también los tratados y convenciones internacionales. Declarar por ley la necesidad de la Reforma Constitucional. Conceder amnistía por causas políticas.’’ En otras palabras, es mucha responsabilidad que tienen los que conforman el Poder Legislativo y muchos solo piensan que la responsabilidad está en manos del Ejecutivo.
Desde nuestra infancia, le damos ese énfasis a la Presidencia, pero nunca pensamos en aquellos otros que así como el Presidente ameritan igual o más atención. Es hora de ser seres humanos atentos, vivos y de no dejarnos engañar. Es bien cierto que el Presidente es un cargo importante, no lo niego, pero el ser legislador es otro cargo que debemos tener presente.
El legislador, tiene competencia para llevar a cabo una serie de medidas, con un amplio poder, lo cual la mayor parte de las veces no notamos. Pongamos el ojo donde no sabíamos que podíamos ver y conozcamos más este mundo jurídico. De tal manera que para las elecciones del 5 de julio del 2020 no seamos un grupo de ignorantes, sino de ciudadanos sabios que mantienen firme su derecho fundamental.
Debemos ser esos que más que ir a votar por los que más suenan o más dan en momentos de campaña, apoyemos aquellos con mayores ideales y que tengan mejores propuestas. Materialicemos nuestros ideales y luchemos por lo mejor, apoyemos a los que nos puedan llevar a la prosperidad y al éxito, pero no de solo un grupo, sino de todos los dominicanos. En conclusión, debemos ser dominicanos que así como conocen a su presidente, también conozcan a su legislador. Tomemos una prudente decisión.