Que las clínicas y los médicos cobren nada menos la friolera suma de 80.000 millones de pesos (mil quinientos millones de dólares) de más, los cuales que salen de los esquilmados bolsillos de los asegurados, a las autoridades de la Sanidad y la Medicina en general, y al Gobierno en particular, a todos, eso les importa un rábano.

Que las escuelas públicas, tan necesitadas siempre de todo, lleven cinco años sin recibir libros de textos es todo un logro del que puede presumir esa ¨revolución cultural¨ que nos gastamos. Por el tiempo que dura esta deficiencia educativa -todo un lustro- parece que a las autoridades de educación y al Gobierno este asunto les importa un Comino.

Que a estas alturas del juego todavía se esté buscando la forma de cómo eliminar los llamados peajes sombra de la carretera que conduce a Samaná, después de tantos años de una gran sangría económica tan constante como innecesaria, parece que a los Gobiernos de turno siempre les ha importado un Pepino.

Que sigamos siendo el segundo país del planeta en proporción por muertos de accidente de carretera, y que en las entradas de túneles y en los puentes se permitan colocar enormes anuncios animados y lumínicos para que los conductores se distraigan viéndolos o leyéndolos, a las autoridades de Tránsito y al Gobierno la seguridad vial les importa una Lechuga repollada.

Que se gaste un platal de los contribuyentes en el asunto de computarizar los votos, primero perdiendo miles de millones en las elecciones pasadas por el toyo de las máquinas que no servían, sin que pasara nada de nada, y que ahora quieran algunos volver a la prehistoria de la libreta, el lápiz y las rayitas, las autoridades electorales demuestran tener menos autoridad que una Berenjena.

Que unos digan que los feminicidios habían disminuido, y que luego otros digan que se producen uno cada tres días por lo que el plan contra la violencia ha fracasado y se precisa de una nueva estrategia, es una desafortunada contradicción que desinforma a los ciudadanos, por lo importante de este tema y por lo poco y mal que se hace desde el lado oficial para prevenirlo, y parece que a las fiscalías y al Gobierno les importa una Zanahoria.

Que la Marcha Verde insista una y otra vez en manifestarse con decenas de millares de personas indignadas, contra la corrupción y la impunidad que no para de azotar a los dominicanos, queda de manera sistemática, ninguneada, despreciada, y hasta atacada por numerosos políticos y funcionarios, parece que al Gobierno le importa un Pimiento Verde.

Como podemos ver, disponemos de una política llena de verduras, con las que se pueden hacer ensaladas, sopas y platos bajos en calorías, siguiendo la tendencia de las dietas veganas y naturales del momento.

Lástima que lo que necesitamos los ciudadanos es de este país sean buenas y abundantes raciones de políticas ricas en proteínas para salir de esta larga anemia institucional que nos está consumiendo.