¡Ay de los que luchan toda
La vida ! Esos son los imprescindibles.
B. Bretch.-
Torrentes de caprichos y alocadas ambiciones que poco a poco han contribuido a que los políticos, en base a la repetición de mentiras y articulados propósitos insanos, han logrado subir esta Nación en una infernal, peligrosa y tambaleante montaña rusa, de cuyo desastre inminente no quieren darse cuenta, aunque quizás lo logren ver, pero, quizás muy tarde, cuando estemos peor que el vecino del Oeste.
En el momento que esto escribo, solo observo al Estado fallido del Oeste, que cual volcán dormido, ya había dado señales de su inminente despertar mientras los políticos más corruptos del mundo –algo muy subjetivo de mi parte- quisieron ver. Y es que hoy, viendo aquello y percibiendo esto de aquí, no hay manera de eludir el símil, con la diferencia de aquí las señales parecen un espectáculo de fuegos artificiales pero, los políticos permanecen encerrados en sus mentiras sin percatarse de los mismos. Y es que en el 1984, solo ocurrió una pequeña señal del gran desastre que podría ocurrir de continuar en lo mismo.
La entropía nos carcome y los llamados a poner la cura miran para otro lado, donde siquiera los soldados conocen aquello de que “el entrenamiento debe ser tan fuerte que la guerra parezca un juego” y si esto es así y así es, ¿quién pondrá el orden? Y claro está, que es mejor ser guardaespaldas de algún jefe o político, que estar en un cuartel, en entrenamiento o patrullando. No sé si muchos entienden, que no es lo mismo andar en la calle que “patrullar”, ya que este último posee plena conciencia de su deber mientras el primero solo “deambula”.
El entrenamiento se ha ido a pique, ya siquiera existen los “perfiladores”, razón por la cual, sea policía o militar desconocen lo que es un perfil. Han confundido, y me refiero a los “jefes”, que no es lo mismo saturar un área con personal mal pago, mal entrenado y peor alimentado, que un personal entrenado correctamente, es decir, que conozca plenamente sus obligaciones, ya que lo importante no es la cantidad de personal que se envía a las calles, sino, la calidad del mismo.
Los políticos partidistas; los militares y policías políticos, han contaminado este pueblo con la “Burundanga política”, una infección tan letal que este pueblo hasta ha perdido su poca memoria y por eso repiten y repiten las mismas mentiras y los mismos engaños, y aun así el país permanece creyendo en estos mercaderes de la política, claro, hasta que algo pinche la vejiga. Y, en estos menesteres han llegado a un nivel tal, que sin importar cuál sea el pecado mortal o la indelicadeza que ejecuten, poseen la capacidad de presentarlo como una virtud. ¡Que viva la impunidad y el blindaje! Es posible que esta sea la solución y así dejamos de pensar en diabluras, que pongan fin a esta tragicomedia de muy mal gusto.
En tanto, el viaje en la ruleta continua y aquel que lo dude, que se fije en el último préstamo por cerca de 250 millones “de los verdes” para la construcción de la Presa de Monte Grande que estaba llamada a realizarse por unos 138 millones de los mismos “verdes”. Pero eso no llama la atención, porque todos nuestros “honorables” sabían que no sería así. Bueno, vamos a decir que es la costumbre, porque me parece, que no hay obra que se haya ejecutado con el primer préstamo acordado y no me voy a referir a Pinalito; La autovía del Coral y mucho menos, me referiré a los “peajes Sombra”. Zafa ¡Sí señor!