La figura primarias deviene del  mandato del párrafo I del artículo 45 de la ley 33-19, quien la categoriza como una de las modalidades para la selección de las y los candidatos, para ser postulados a cargos de elección popular en las elecciones nacionales, provinciales, municipales y de distritos municipales.

Es el párrafo II del articulo 45 quien le confiere libertad a cada partido, agrupación y movimiento político el derecho a decidir la modalidad, método, tipo de registro de electores o padrón para la selección de candidatos y candidatas a cargo de elección popular, de lo cual se desprende que estos, muy bien tienen libertad de celebrar sus primarias con su propio registros de afiliados o militantes, cuya limitación le otorga el sobrenombre de padrón cerrado, y por el contrario, si se escoge el registro de electores inscritos en la Junta Central Electoral, además de ser un derecho de cada organización, se le otorga el nombre de primarias con el padrón abierto.

Luego de la escogencia de parte de cualquier partido u organización política de una de estas modalidades, se derivan algunos aspectos que resulta importante destacar en el sentido de que aún existen dudas de si un ciudadano cualquiera  que esté inscrito en el padrón-interno-, de una agrupación determinada y esta vaya a escoger sus candidatas y candidatos por vía del método de primaria, ipso facto, dicho ciudadano estaría impedido de votar en las primarias abiertas por estar inscrito en una agrupación y compelido solo a concurrir a la primaria de su organización.

Respecto a lo anterior, según mi criterio, el asunto es otro, en virtud de que sucede que al escogerse el padrón de la Junta Central Electoral, automáticamente los ciudadanos, sean estos militantes o no, adquieren la misma dispensa que se otorga  para el derecho al voto en las elecciones nacionales,- y esto es una ventaja para quien lo escogió-, en el sentido que  rompe con el criterio de exclusividad de militancia. Ahora bien, si una persona no está inscrita en el padrón de un determinado partido o agrupación que escogió primarias cerradas, en este caso, sí que la ley le tiene impedido concurrir a estas primarias cerradas por el simple hecho de no figurar en ese padrón exclusivo.

De otra forma, por poner ejemplos concretos, se desprende  que los estén inscritos en el padrón interno del PRM, si lo desean, pueden concurrir a las primarias abiertas. Por contrario, si un militante del PLD, por ejemplo, que en esta circunstancia, su modalidad de escogencia de sus candidatos y candidatas es por el padrón general de la Junta Central Electoral, o así, cualquier ciudadano, esté o  no inscrito en otra organización, podrá votar en las primarias abiertas.

Siguiendo el ejemplo, lo que si le está vedado a cualquier ciudadano, es que después de haber votado para escoger candidatos o candidatas en una de las dos primarias, abierta o cerrada, el mismo sistema electrónico automáticamente lo inhibe de votar otra vez, por cualesquiera otras precandidaturas, pura y simplemente.

Respecto a las estrategias de cada partido que escogió primarias, cerradas o abiertas, para ambas organizaciones se puede apreciar que sus decisiones implican dos desafíos, a saber; con el método cerrado, el PRM no tiene que exponerse a que sus candidatos sean escogidos por el universo de electores del padrón de la Junta Central, por lo tanto, su círculo de campaña resulta más cerrado y pudiéramos decir, que puede disponer de la capacidad de administrar mejor el control interno. Así también, no se expone al riesgo de medir sus fuerzas extemporáneamente  y quizás descalificarse electoralmente si no le responde bien y con entusiasmo el universo de aproximadamente de siete millones que dispone el padrón de la Junta Central, donde están mansos y cimarrones. Y si fuera el caso, que el PLD con padrón abierto, obtuviera una significativa acogida en las primarias abiertas, sería la derrota anunciada del PRM, por el hecho, según mi criterio, que el PLD marcaría tendencia del sentir del cuerpo electoral que concurrirá a las elecciones de mayo del 2020, y sería un buen anticipo de que ganaría estas elecciones. 

Finalmente, no quisiera cerrar esta entrega sin reflexionar sobre el posible efecto del arrastre que se desprendería, por ejemplo en el caso del PLD con sus primarias abiertas. A propósito, de la candidatura presidencial, en este sentido, es tendencia en América Latina, que los líderes que resulten con mayor proyecciones para ganar las primarias internas,- y con altos márgenes mucho mayor-, esa misma sinergia ha servido  para endosarle votos a precandidaturas de su simpatía o de su corriente. Por ejemplo llano, si quien descolla es Leonel Fernández, la tendencia es que esa misma fuerza arrastre a sus patrocinados, y viceversa, si fuera una figura de la corriente de Danilo, aplicaría la misma dinámica, por tanto, estas primarias, y fundamental las abiertas, pudiera determinar el destino político de muchos liderazgos, a nivel nacional.