Hay algo nuevo bajo el sol de la República Dominicana: tenemos una mujer como candidata a la presidencia. Es una noticia fresca que puede, además, poner un poco de sazón en una campaña electoral que se anuncia pobre en el plano del debate.
Me quedé buscando en la prensa lo que a mi juicio debía haber sido el apoyo entusiasta de las mujeres y de las feministas a la candidatura de Minou Tavárez Mirabal. Sin embargo, mi revista de prensa no me dio lo esperado. No se ha destacado que una candidatura ética y femenina a la Presidencia de la República representa en sí misma una victoria de todas las mujeres dominicanas. A todas nos debería entusiasmar que una mujer pueda derrotar a los políticos tradicionales y de corte machista que han gobernado el país en las últimas décadas con su doble cara, su doble moral y sus primeras, segundas y terceras bases.
Frente a mi decepción hice un pequeño sondeo en el sector de Villas Agrícolas para ver qué opinaban mujeres de escasos recursos frente a una candidata de su género, con una trayectoria de funcionaria pública y de diputada.
¿Qué me dijeron las mujeres del barrio? Transcribo a continuación integralmente lo que me fue dicho:
“Ella está muy lenta”.
“La gente tiene que adaptarse a verla”.
“Tiene que salir y opinar sobre lo que importa a la mujer”.
“Es el mes del cáncer de mama, tiene que hablar de eso porque nos puede pasar a todas nosotras”.
“Tiene que dejar atrás lo del pasado; tiene que borrarlo cuando habla”.
“Tiene que venderse por ella misma, no por la mamá o la tía”.
“Mi familia la tengo ahora, no en el pasado, y lo que veo hoy es que cada día el dinero me da menos en el supermercado para mantenerla”.
“Tiene que amotinar a la mujer si no, no va pa’ parte. Ya una esta harta”.
“Si se ha logrado en otro sitio por qué no aquí”.
“Aquí el sistema no la favorece, quizás si se hubieran aliados todos los partidos. En el barrio eso se acaba con quién ofrece más para el voto””.
“Hay que ver”.
De estas expresiones se pueden sacar algunas enseñanzas. Entre ellas, que la diferencia entre candidatos reposa en las personalidades y en las habilidades de manejar los grandes temas del acontecer político, como en el carisma. Las mujeres en el poder deben ejercerlo como los hombres. Se ha demostrado a lo largo de la historia que las mujeres pueden tener la misma sed de poder, el miedo de perderlo y quizás el mismo afán por los honores que los hombres.
Para todos y todas se trata también de procurar la empatía, pero aquí las mujeres pueden tener ventaja. Puede ser una cualidad más propia de la mujer tener una mirada diferente y de mayor justicia social sobre la problemática que atañe a las mujeres, a la familia o a la falta de núcleo familiar, a la primera infancia, a la niñez, a la educación, a la educación sexual, a la contracepción y a todos los temas transversales que giran alrededor de estos ejes. Por su trayectoria de seriedad se puede dar como un acierto que luchará contra la corrupción y que tendrá la capacidad de adentrarse en todos los demás expedientes que hacen el día a día de un jefe de Estado.
En caso de ser elegida, Minou representaría una inmensa motivación y un ejemplo para nuestras muchachas y adolescentes que carecen tanto de líderes dominicanas en este siglo XXI. Para eso, como dijo una de mis interlocutoras, la candidata debería “amotinar” a las votantes (¿y por qué no a los votantes?), para que no piensen en votar en función de un partido o de la venta de su voto, sino por quien les ofrece ser el portavoz de los sectores marginados y de las mujeres.
El mensaje de abajo está muy claro: la candidata no debe pontificar como lo hacen los políticos tradicionales. Debe inventar y reinventar sus planteamientos en función de la agenda del pueblo, del país y de la población femenina. Para arrancar y llegar al corazón de las mujeres pobres, que son tantas y tan olvidadas, debe oírlas, prestarles atención. Debe alcanzar también a las más jóvenes, más preparadas y más críticas con el status quo, que aspiran a un país que se acerque al Estado Social de Derecho que predica la Constitución. Así logrará conectarse realmente con ellas y darles motivos de preferirla por no ser “más de lo mismo”.