El pasado 10 de abril de 2016 se celebraron elecciones generales en Perú y la candidata Keiko Fujimori, del partido Fuerza Popular, conquistó el 39.8% de los votos; Pedro Pablo Kuczynski, de Peruanos por el Kambio, obtuvo el 20.9%, y Verónika Mendoza, del Frente Amplio, llegó tercera con 18.8%.

Esos resultados obligaron a la celebración de una segunda vuelta electoral que se realizará este domingo 5 de junio de 2016.

Tras conocerse que Fujimori, continuadora de las ideas dictatoriales al servicio del gansterismo patrocinado por su padre (el encarcelado ex presidente Alberto Fujimori) competirá contra Kuczynski, político neoliberal y ex funcionario público, la actual diputada Verónika Mendoza, líder del Frente Amplio, una formación de izquierda, declaró el 19 de abril pasado que su partido no respaldaría a ninguna de las dos opciones en la segunda vuelta.

Su argumento político fue que "ambas (fuerzas) representan la continuidad de un modelo depredador y excluyente que nosotros queremos cambiar", pese a que en ese momento tenía "absolutamente claro que lo peor que le puede pasar a nuestro país es el retorno del fujimontesinimo al gobierno".

Dueña de un importante 18.8% de los votos de simpatizantes de izquierda y con una gran influencia en los departamentos del sur de Perú, si Mendoza se mantenía firme en su posición inicial de no apoyar a ningún candidato de la derecha, no hay dudas de que como algunos en República Dominicana se reafirmaría en “su pureza” y “sus principios”, pero le dejaba el camino libre al triunfo de la peor opción, Keiko Fujimori, que duplicó la votación obtenida en abril por su actual contendor, Kuczynski, aunque hoy ya están en un empate técnico.

La lucidez de la táctica correcta afloró a tiempo en Verónika y su equipo político y el pasado martes 31 de mayo llamó a los simpatizantes del Frente Amplio a votar por Kuczynski para cerrar el paso al retorno del fujimorismo al poder por representar la peor opción para los peruanos y para el avance del propio Frente Amplio.

Se trata de una dirigente responsable que representa la mejor opción del Perú, pero como no pudo pasar a segunda vuelta, no hace como “Chacumbele”, sino que orienta a su pueblo para que si en esta ocasión no se pudo concretar su objetivo político de abrirle paso a lo nuevo, al menos no quede la puerta abierta para que retorne lo peor del pasado.

Sus palabras, dadas a conocer en un video disponible en YouTube, y que cualquiera puede confundirse porque parecen dichas para los dominicanos, fueron muy claras:

"Votar en blanco o viciado favorece a Keiko en el conteo final de votos. Por eso, para cerrarle el paso al fujimorismo, solo queda marcar PPK (Pedro Pablo Kuczynski). Eso sí, estaremos vigilantes al próximo gobierno", apuntó Verónika.

Agregó que el Frente Amplio seguirá "con el sueño de hacer un país más justo", pero "hoy ese sueño está amenazado por el fujimorismo, que quiere volver al poder".

Asimismo, Verónika Mendoza reiteró que los legisladores del Frente Amplio en el próximo Congreso serán de oposición fiscalizadora y que su prioridad será seguir "fortaleciendo el Frente Amplio para los verdaderos cambios que nuestro país necesita".

El camino correcto escogido por el Frente Amplio fue seguido inmediatamente por el Movimiento de Afirmación Social, liderado por Gregorio Santos, quien obtuvo 4.1% de los votos en abril. El miércoles 1° de junio emitió un comunicado en el que llamó a votar contra Keiko en la segunda vuelta electoral.

"Ante la encrucijada nacional de volver a la dictadura de los Fujimori o de continuar en la vida democrática, a pesar de sus grandes exclusiones y precariedad, hemos decidido de manera orgánica hacer un llamado a nuestra militancia, amigos y simpatizantes, a cerrarle el paso a la candidatura nefasta y vergonzante de Keiko Fujimori", dice Santos en su declaración.

Vale anotar que para tomar esa decisión, el Frente Amplio no negoció con Kuczynski, y si bien el opositor a Keiko agradeció el apoyo y manifestó su deseo de coincidir con Verónika en las manifestaciones multitudinarias contra Keiko, la líder del Frente Amplio dijo que no hay necesidad de reunirse.

Ese es un paso de realismo político y de respeto por su pueblo que –gane quien gane las elecciones del domingo- solo podrá traducirse en el corto tiempo en hacer del Frente Amplio la primera fuerza política de Perú y a Verónika Mendoza la nueva estrella de la izquierda democrática de América del Sur.

Si en los años sesenta había dirigentes que recomendaban ir a Moca a aprender táctica con “Los Truenos de Machepa”, hoy solo es necesario mirar lo que está pasando en Perú para comprender cómo se avanza en medio de la adversidad sin sacrificar la independencia ni el futuro de un partido que encarna a las fuerzas más progresistas de su país, pero sobre todo sin facilitar por omisión el retorno de lo peor al poder.

Es, sin duda, una verdadera lección de táctica que debían reflexionar los progresistas dominicanos que ven una reelección forrada de todos los poderes, que el partido en el poder se atrae a otros partidos dispuestos a acortar el camino para beneficiarse del poder a cualquier precio, y aquellos, los progresistas, los alternativos, presentan seis candidaturas independientes para tratar de derrotar la reelección.