Odio todo lo que sea privilegio y monopolio”-Mahatma Gandhi.

Las supuestas prácticas desleales conocidas como dumping con frecuencia se utilizan para proteger a los monopolios, oligopolios y agrupaciones nacionales de empresas que podrían caracterizarse como “ramas de la producción nacional”.

Cuando hay peligro para sus ventajas de mercado estas empresas solicitan investigaciones que suelen iniciarse casi de manera inmediata, sin necesidad algunas veces de presentar alegatos suficientes y veraces sobre el supuesto daño grave ocasionado. Olvidan que toda investigación de este tipo debe cumplir con requisitos y exigencias dispuestos en la legislación nacional y en, el caso que nos ocupa, también por el Tratado de Libre Comercio conocido como RD-CAFTA.

La realidad es que nadie quiere prácticas desleales en sus mercados, ni mucho menos prácticas restrictivas, pero las investigaciones deben ejecutarse correctamente desde el principio, sin que dejen margen alguno para la sospecha de parcialidad o falta de transparencia y profesionalidad de parte de la autoridad competente actuante. Esta debe acoger en los inicios solo los argumentos de peso que demuestren el daño relevante a una rama de la producción nacional, según la ecuación dumping-nexo causal- daño. Una cuestión fundamental es demostrar fehacientemente la existencia del soporte camuflado a los precios que contienen pérdidas o ganancias cero, con la finalidad de eliminar a los competidores locales, sobre todo cuando se trata de empresas eficientes que promueven la creación de empleos y el desarrollo del país.

En el caso de la investigación iniciada contra ArcelorMittal Costa Rica S.A. las cosas no han ocurrido de la manera correcta. Como se trata de un centro productivo regional localizado en Costa Rica, esta empresa es acreedora de los beneficios del DR-CAFTA y el producto que comercializa, las varillas ASTM 615M Grado 60, entra al país libre de aranceles (0%).

Lo que parece asustar al monopolio local Gerdau Metaldom que, como hemos dicho, no puede ser considerado bajo ningún concepto “rama de producción nacional”, no es el apócrifo dumping de ArcelorMittal. Es el hecho de que las importaciones de la empresa costarricense se han incrementado en 15.1% entre 2017 y 2018, teniendo ella la firme determinación pública de exportar un promedio de 6,000 toneladas métricas mensuales el próximo año, esto, hasta lograr la meta de penetración de 20% del mercado dominicano.

Ante la magnitud del problema que se le presenta, y dado los buenos resultados cosechados con los casos de China y Turquía (34 y 63% de arancel respectivamente), solicitan una investigación de dumping ante la Comisión de Defensa Comercial (CDC). El asunto es que han olvidado los requisitos básicos para que ese procedimiento de ley pueda terminar según sus planes. En realidad, lo que hicieron fue presentar cuatro facturas de venta de varillas grado 40 en Costa Rica que no fueron comercializadas por ArcelorMittal y que nunca se han exportado por esta empresa.

Las varillas importadas desde Costa Rica, como se ha señalado, son todas ASTM A615 Grado 60 bajo el Reglamento Técnico nacional 458: un producto completamente distinto al indicado en las 4 facturas presentadas por Gerdau Metaldom como pruebas del precio de varillas ASTM A615 Grado 60 en Costa Rica. No se trata, pues, de un producto idéntico o similar al producido internamente por el monopolio Gerdau Metaldom. Estos productos responden a estándares diferentes, tienen configuración física diferente y también una funcionalidad absolutamente distinta.

La autoridad competente debe valorar los factores relevantes de naturaleza objetiva y cuantificable que, como se establece en el RD-CAFTA, afecten la situación del monopolio de marras, “incluidos la tasa y el monto del incremento de las importaciones de la mercancía en cuestión, en términos absolutos o relativos a la producción nacional según proceda, la proporción del mercado nacional tomada por el aumento de las importaciones, y los cambios en los niveles de ventas, producción, productividad, utilización de la capacidad instalada, utilidades o pérdidas y empleo”, y en adición,  “los cambios en precios e inventarios y la capacidad de las empresas dentro de la industria para generar capital”. Si lo hace, al final seguramente aconsejaría a Gerdau Metaldom recurrir a otros medios para salvar su reputación como único productor nacional de varillas corrugadas y lisas de acero.

No obstante, la CDC inició la investigación y tuvo a bien “oír” recientemente a los importadores (cuando en realidad lo que procede es una audiencia pública con la presencia de expertos de ArcelorMittal).

En definitiva, para salvar el buen nombre de los reguladores, entendemos que la referida investigación debe desestimarse por la sencilla razón de que las pruebas presentadas resultan a todas luces harto insuficientes y falsas, además de que corresponden a un período de  apenas dos meses (el RD-CAFTA exige una secuencia de pruebas durante 5 años).

¡Viva la competencia libre y leal!