Ha fallecido en estos días, a los 86 años, Joel Filártiga, combatiente contra la dictadura del general Alfredo Stroessner.

Médico, pintor y activista social paraguayo, Filártiga sufrió las represalias de la dictadura, que con crueldad se ensañó contra el hijo del galeno, Joelito, torturándolo sin piedad hasta causarle la muerte.

Tras el asesinato, Filártiga inició una batalla legal para enjuiciar a los culpables, historia llevada a la pantalla televisiva con eficacia por el director Sergio Toledo en la película Un hombre en guerra (1991), protagonizada por Anthony Hopkins, en el papel del médico que busca justicia; Norma Aleandro, como su esposa; Leonardo García, como el hijo torturado, y Rubén Blades, como el abogado que lleva la causa de Filártiga.

La historia del médico paraguayo es el relato de una guerra contra el confort. Filártiga no aceptó refugiarse en la comodidad de la que pudo haber disfrutado, pero que lo hubiera llevado a traicionar sus principios. Ni siquiera el peligro de perder a toda su familia le disuadió de combatir contra los esbirros de una de las dictaduras más prolongadas y crueles de América Latina.

Filártiga fue un ʺilusoʺ, porque se negó a aceptar la realidad. Como expresa el guión de la película que cuenta su historia, ʺen el mundo real los doctores trabajan solo por el dinero y los campesinos mueren al no poder costearse un tratamientoʺ.

Filártiga se negó a adaptarse a la realidad, porque hacerlo significaba aburguesarse hasta el punto de desensibilizarse: ʺen el mundo real los hombres le dan la espalda a la crueldad de la tortura y la injusticiaʺ.

Ni siquiera el reconocimiento de que es imposible encontrar justicia dentro de un sistema totalitario convenció a Filártiga de abandonar la lucha fuera de los límites geográficos del Paraguay. No podía haber descanso para él si otros joelitos morían por su indiferencia.

Joel Filártiga es un ejemplo de lo que el dramaturgo Bertolt Brecht llamó ʺlos imprescindiblesʺ. Son los héroes que combaten las injusticias de este mundo y con su sacrificio personal contribuyen a adecentarlo.