Todo gobierno publicita sus logros, mucho mas los gobiernos del Partido de la Liberación Dominicana, que multiplica los conseguidos en sus administraciones en base a una altísima inversión en publicidad y creadores de opinión pero que también minimiza y opaca los de otras administraciones.

Es el caso de la gestión de Hipólito Mejía, apostrofada hasta el cansancio por el PLD en base a la premisa del ministro nazi de propaganda Joseph Goebbels, “miente, miente, miente que algo quedara, cuanto mas grande sea una mentira mas gente la creerá”. Confieso que durante un tiempo también yo creí en la mentira, hasta que me puse a indagar y  a entender que no todo fue malo como lo pintaron los peledeistas.

Por ejemplo, viendo el éxito que cosecha el presidente Danilo Medina con la inversión del 4% en la educación me vine a enterar que esta ley fue parida por el gobierno del presidente Hipólito Mejía en 2001, por lo tanto debe corresponderle parte  del éxito que esta cosechando el programa educativo.

Otra mentira propalada por los morados es la relativa al llamado Acuerdo de Madrid, satanizado por el entonces opositor PLD como el mas oneroso acuerdo que se haya firmado en el país, sin que los funcionarios del gobierno del presidente Mejía supiesen explicar al país las bondades de dicho acuerdo. Confieso que yo pensé que el mismo era una aberración hasta que leí un articulo publicado por el Ing. Bernardo Castellanos en donde detalla en una magnifica exposición los alcances de dicho acuerdo.

Creo sinceramente que poca gente sabe que por dicho acuerdo se generó una disminución en el precio de venta de la energía de los generadores a los distribuidores de un 36%, equivalente a unos US$100 millones anuales, y que los contratos que tenía firmados la CDE con los IPP dejaron de ser una carga onerosa y deficitaria para el Estado Dominicano y que el traspaso a las distribuidoras como contratos acorde a la nueva legislación existente y a la nueva estructura de mercado representaban ahorros anuales al Estado en el orden de los US$200 millones.

Que dicho acuerdo incluía clausulas tan beneficiosas para el Estado como el que este no asumía los riesgos y perdidas de los inversionistas privados ni garantizaba el retorno de la inversión ni de la rentabilidad esperada por los inversionistas privados, los cuales asumían todos los riesgos asociados a su inversión, un punto de extrema importancia para los inversionistas en todas las negociaciones con el Estado para garantizar su inversión haciendo al Estado responsable de las mismas.

Todos estos beneficios para el Estado, me atrevo a asegurar a tantos años de firmado dicho acuerdo, son aun desconocidos por los dominicanos pues aparte del excelente articulo del Ing. Castellanos no he visto a ninguna otra persona cercana al ex presidente Hipólito Mejía acometer la defensa de estos logros.

Pero lo mismo ocurrió con el fraude del Baninter, que a mi entender tuvo un altísimo costo político para Don Hipólito y el descredito absoluto para su gobierno. Sin embargo, años después de haber dejado la presidencia obtuvo el reconocimiento de la Asociación de Bancos por la manera como actuó ante semejante fraude.

Si el presidente Mejía no hubiera actuado con la responsabilidad que le es característica, este país hubiera afrontado una quiebra masiva de instituciones financieras, pues la mayoría de las asociaciones de ahorros y prestamos tenían fuertes sumas de dinero depositadas en Baninter.

Y que decir de todos los dominicanos que tenían sus ahorros allí, principalmente personas retiradas que vivían de los intereses generados por el fruto de su trabajo si el presidente Mejía no hubiera actuado como lo hizo, asumiendo el costo político, todos hubiéramos perdido los ahorros allí depositados. No me quiero imaginar si esa crisis hubiera sido en un gobierno morado, con la irresponsabilidad y la proverbial falta de toma de decisión del Dr. Leonel Fernández, la crisis hubiera sido de tal proporción que aun estaríamos comiendo de botes de basura como le sucedió a los argentinos.

Pienso que aquellos que fueron altos funcionarios del gobierno de Hipólito Mejía debieron asumir la tarea de desmontar la campaña mediática que satanizo dicho gobierno, es mas, en estos momentos deberían explicarle a la población los logros obtenidos en ese cuatrienio y no dejar al propio Don Hipólito tener que recordarlos como hizo con agro empresarios y campesinos sobre la gestión del Inespre, los beneficios que obtuvieron por sus políticas para el sector agrícola y la construcción de la presa de Mención.