"He decidido seguir a Cristo" el prisionero cantaba desde su celda. "No vuelvo atrás, no vuelvo atrás" repetía confirmando su determinación a llevar la convicción de su fe hasta las últimas consecuencias. Y eran serias en verdad. Al amanecer le quitarían la vida, como lo habían hecho ya con su familia. ¿Su Crimen? Creer y amar a Jesús como su Salvador. Había llegado a ese país como misionero, y por años sirvió de apoyo comunitario, prestó servicios de salud y por supuesto, predicó el amor de Dios. Sin embargo, nada de eso fue considerado cuando un grupo de intolerantes radicales decidieron condenarle, levantando todo tipo de acusaciones. Mientras el acusado expresa una doctrina de elección, sus acusadores creen y justifican un sistema impositivo, el cual no te da otra opción, sino la muerte. Por arbitrario y ridículo que suene, hoy en día tal latrocinio continúa.
El mundo tiene sus ojos puestos en Irán. Las oraciones se elevan en favor de una vida, la del joven Pastor YoucefNadarkhani. El 25 de septiembre fue enjuiciado y condenado a morir en la horca, por negarse a renunciar a su fe cristiana. El juez le argumentó, que el ser nativo de Irán, le obliga a ser musulmán. Por tanto, si quería conservar su vida, debía arrepentirse. "Arrepentirse significa retornar, -respondió Youcef- ¿A qué debo retornar, a la blasfemia que creía antes de mi fe en Cristo?"
Pasada una semana después de esa fecha, podrían llevar a cabo la ejecución en cualquier momento. Sin embargo, se sabe que no lo han hecho, pues han reaccionado a la presión mundial, y emergieron con nuevas acusaciones. Tras confirmar que legalmente no pueden matarle por su decisión de profesar otra fe, ahora le acusan de una serie de cosas, entre ellas, de violar a alguien. Una evidente y burda excusa para llevar a cabo sus macabros planes, donde la inocencia no se evalúa, lo que importa es eliminar al que es diferente. Ante este mártir del cristianismo moderno, vemos en él el mismo espíritu decidido, y sacrificial que llevó a Saulo, Esteban y a Pedro a dar su vida por la verdad. Sabiendo que elmiedo paraliza y que las amenazas son tan graves, me pregunto, sería yo capaz de ser tan firme?Yo espero no tener que averiguarlo, pero de ser así, quiero poder poseer de parte de Dios el mismo espíritu determinado y darle a Jesús pruebas de una fe inquebrantable. ¡Es admirable! Ya sea que Dios lo recate o que pase a ser otro héroe de la fe, lo cierto es que su galardón será mayor en los cielos que cualquier recompensa aquí en la tierra. Mateo 10:32 A cualquiera, pues, que me confiese delante de los hombres, yo también le confesaré delante de mi Padre que está en los cielos.
Hoy en las iglesias cantamos el himno que aquel misionero improvisó, y el cual cantara toda la noche hasta que le llegó la hora de encarar su destino… "Jesús mi vida yo te he entregado, Jesús mi vida yo te he entregado, Jesús mi vida yo te he entregado, no vuelvo atrás, no vuelvo atrás" Tal fue su ejemplo, que lejos de eliminar la doctrina, su determinación despertó la admiración y el consecuente avivamiento expuso a los perseguidores, y generó un crecimiento del cristianismo. Tú que tienes fe, ya sea grande o del tamaño de una semilla de mostaza, eleva una oración en favor de Youcef y su familia.
Mateo 10:39 El que halla su vida, la perderá; y el que pierde su vida por causa de mí, la hallará.
Bendiciones.