De las pocas entrevistas que dio Ramfis Trujillo durante el breve período en el que estuvo al frente del gobierno, hay una que fue diferente a las otras: la entrevista no se la dio a ningún periódico, sino a la norteamericana Agencia Central de Inteligencia. A la CIA. En ese momento, hacia julio de 1961, es decir, dos meses después de la muerte de Trujillo, esta entrevista fue definida como información confidencial. Más adelante fue desclasificada. Se trata de un documento histórico de suma importancia, razón por la cual me he propuesto resumirla y analizarla en las próximas líneas. procederemos a resumir los principales puntos de la misma. He procedido asimismo a subtitularla y a subdividirla según los temas tratados. Comparto los enlaces al final de este artículo.
En el momento en que se realizó la entrevista, era esencial, tanto para Ramfis Trujillo como para Balaguer, mostrar su compromiso con la democratización del país. Es por eso por lo que el entrevistado se refiere a la libertad y a las elecciones de 1962, en las que el Partido Dominicano competiría con las demás organizaciones políticas que ya estaban presentes en el país. Es evidente que Trujillo no es sincero pues, entre las reformas que considera más importantes, está la de hacer más eficiente el S.I.M., el principal medio de opresión con que contó la tiranía de su padre hacia sus postrimerías.
El entrevistador pregunta, en múltiples ocasiones, cuál es la actitud de Ramfis Trujillo hacia los Estados Unidos, insistiendo en que se había dicho que era antiamericano. Ramfis se cuida de confirmarlo, aunque lo insinúa, al afirmar que los Estados Unidos han cometido errores más graves que los que cometió su padre. Trujillo se cuida además de criticar las sanciones impuestas al país por la O.E.A, si bien es cierto que enumera en un momento de la entrevista los efectos negativos de la misma en la economía nacional.
La entrevista la hace la CIA, por lo que hay otro tema recurrente junto al anterior: el del comunismo en la República Dominicana. Al plantear su posición, Trujillo da muestras de un desconocimiento absoluto de geopolítica pues, dos meses después de la fallida invasión de Bahía de Cochinos, todavía manifiesta dudas sobre el carácter comunista de Fidel Castro.
No entraré en detalles sobre el contenido de la entrevista, pues los interesados podrán tenerlos al observarla. Sí me gustaría enfocarme en el lenguaje corporal del entrevistado.
Durante toda la entrevista, Ramfis Trujillo prácticamente evita el contacto visual con su interlocutor. En cada respuesta, se dirige a su traductor. (Por cierto, mi buen amigo José Luis Hernández ha logrado identificarlo. Se trata del abogado y escritor Hernán Cruz Ayala, quien ocupó varios cargos públicos durante la tiranía de Trujillo, incluyendo el de secretario administrativo de la presidencia y el de presidente de la Junta Central Electoral). Asimismo, la mirada del primogénito del dictador luce perdida, errática. Es como si no supiera donde posarla. La presencia de la cámara parece intimidarlo.
Llama también la atención su dicción mecanizada, como si se tratara de un robot. En el transcurso de la entrevista, hace largas pausas ante las preguntas que se le hacen. Estas pausas reflejan el poco dominio que tenía sobre los temas de las mismas.
Pero lo que me ha parecido más extraño, son las inexplicables sonrisas de Trujillo. Es como si se sintiera orgulloso de sus propias respuestas o como si se tratara de un niño que no puede evitar sonreír al ser fotografiado. Seguramente el lenguaje corporal de Ramfis Trujillo fue exhaustivamente analizado por la CIA, que debió concluir que este no estaba apto como sucesor de su padre. Carecía de la personalidad, de la experiencia y del interés necesarios, razón por la cual abandonó el país cuatro meses después, en noviembre de 1961.
A fin de facilitarle la tarea a quienes quieran ver la entrevista, he eliminado la intervención del traductor, ya que los subtítulos que he añadido hacen que esta sea innecesaria. He dividido también la entrevista en cuatro partes:
Primera parte: Ramfis Trujillo expresa su posición en relación con los Estados Unidos.
Segunda parte: Trujillo se expresa sobre las acciones de Joaquín Balaguer como presidente dominicano, así como la administración Kennedy.
Tercera parte: Ramfis Trujillo se expresa sobre las actividades de los partidos políticos que acababan de retornar del exilio, así como de la presencia de partidos o células comunistas en el país.
Cuarta parte: Trujillo se expresa sobre las manifestaciones que siguieron a la muerte de Rafael Leonidas Trujillo Molina y sobre el destino que debe darse a las múltiples empresas que el tirano creó usando el dinero que expolió al pueblo dominicano.