La designación del Dr. Wilfredo Lozano como director del Instituto Nacional de Migración de la República Dominicana (INMRD) refleja el compromiso del nuevo gobierno dominicano con los derechos civiles y naturales que promueven el bienestar de los residentes en República
Dominicana, y de los nacionales que han salido del país en la búsqueda de mejores condiciones de vida y de movilidad social.
Gracias a la rigurosidad académica del Dr. Lozano, hemos logrado entender a través de sus investigaciones, escritos, e intercambios académicos, el carácter dual del fenómeno migratorio y sus impactos, sobretodo para una economía como la dominicana que descasa en la diversificación y proyección de sus recursos humanos, como formula primordial para la superación de su condición insular y aislacionista.
La República Dominicana es tanto un país emisor como receptor de flujos poblacionales, y en ambos casos esta condición ha contribuido al bienestar social, económico y cultural del país, en la misma proporción en que ha beneficiado a ese sector poblacional que no por casualidad, constituye el componente mas arrojado y emprendedor de nuestra media isla.
Estudios recientes indican que cerca del 20% de nuestra población, es decir, unos 2.5 millones de dominicanos y dominicanas viven en el extranjero. La dominicanidad se encuentra esparcida en diversos países del planeta. Yo y mi familia constituimos parte de esa diáspora, y como tal, siento que contribuimos igualmente a nuestro país de origen, como de destino. Cientos de dominicanos en el extranjero inciden en la política y contribuyen en la construcción de nación de los países receptores; sin embargo, la ausencia de espacios institucionalizados desde la burocracia estatal dominicana, a través de los cuales se fomente el diálogo, y el intercambio de experiencias y análisis del fenómeno migratorio, en gran medida ha opacado estos aportes y sus potencialidades.
Como socióloga, entiendo como fundamental que los dominicanos y las dominicanas residentes en el país comprendan a cabalidad la significación de los procesos que generan estos flujos migratorios, es decir, su magnitud, sus implicaciones y dinámicas como insumos indispensables para generar políticas públicas comprensivas, orientadas al desarrollo de nuestro capital humano disponible y a la potenciación de nuestros recursos. A la luz de esta reflexión, no puedo pensar en un profesional más cualificado para asumir esta tarea que el Dr. Wilfredo Lozano.
En los 40 años de amistad, intercambio y cooperación académica e intelectual que me relacionan al Dr. Wilfredo Lozano, he comprobado su excepcional objetividad, su capacidad analítica, su integridad humana, su compromiso social, su incuestionable respeto a los derechos humanos. Desde hace ya mas de 30 años, el D. Lozano y su fenecido colega, el Dr. Frank Báez Evertsz fueron pioneros en el desarrollo de propuestas de políticas migratorias, en la promoción de eventos internacionales sobre el papel de las remesas, por un lado, y del acervo cultural por otro, como aportes incuestionables de las diásporas dominicanas a su país de origen.
Entre los años 1996 y 2000, el Dr. Wilfredo Lozano fungió como secretario general de la prestigiosa entidad académica internacional Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO), organismo dedicado desde el año 1957 a la investigación, docencia y difusión de las ciencias sociales, y reconocido como uno de los recursos de mayor influencia en el quehacer de políticas de los estados latinoamericanos. El Dr. Lozano representó dignamente nuestro país y durante su período logró conectar la insularidad dominicana con el resto de América Latina y el Caribe.
Nuestro país esta cambiando, como es de esperarse que suceda en el marco de la globalización que define los tiempos modernos. Nuestros jóvenes se están formando en el exterior y traen sus saberes de vuelta a su lugar de origen. El país se esta situando como un actor importante en la geopolítica regional e internacional. El Estado dominicano requiere modernizarse, para ello necesita de profesionales, tecnócratas, capaces de entender las complejidades de fenómenos que definen nuestro presente y determinarán nuestro futuro. La elección del Dr. Wilfredo Lozano como director del INMRD constituye la prueba mas fehaciente de que finalmente existe una voluntad política para cristalizar este propósito.