Resultan oportunas y esperanzadoras las declaraciones de Circe Almánzar, vicepresidente de la Asociación de Industrias de la República Dominicana (AIRD), instando a las autoridades a “implementar, en el menor tiempo posible, la atención primaria en el Plan Básico de Salud, principal conquista en materia de seguridad social en el país”.
Hace un tiempo que no escucho al sector empresarial apoyar abiertamente propuestas orientadas al fortalecimiento del derecho de sus trabajadores, y de la población en general, al acceso a un verdadero seguro de salud. Este pronunciamiento se une a un clamor creciente de cambio de rumbo, y fue apoyado de inmediato por las tres principales centrales sindicales.
Años atrás, Joel Santos, entonces presidente de COPARDOM, dijo que “la atención primaria se concibió desde un inicio en la Ley 87-01, como uno de los elementos que garantizan la sostenibilidad financiera del Sistema Dominicano de Seguridad Social”. En esa misma dirección han declarado la Asociación de industriales de Herrera, y otras del Cibao.
Se reconoce que la atención primaria, a cargo de médicos familiares calificados, está llamada a garantizar servicios cercanos, oportunos y de calidad, en la promoción de la salud, en la prevención de las enfermedades y en las dolencias más frecuentes y de baja complejidad.
Circe Almánzar, deploró la resistencia de especialistas del Colegio Médico Dominicano (CMD) y de otros actores, a que la misma se implemente por considerar que esa actitud va en franco detrimento de la salud de la población y de los trabajadores dominicanos.
En diversas oportunidades he conversado con líderes del sector empleador, quienes reconocen una falta de apoyo firme a estas demandas esenciales. Consideran que una fuerza de trabajo sana y protegida contra los accidentes laborales, constituye un activo muy valioso para el aumento sostenible de las oportunidades de progreso.
Convertir la coincidencia en una alianza estratégica
Ante el hecho irreversible de los tratados de libre comercio firmados por el país, la buena lógica empresarial indica la necesidad de contar con más recursos humanos mejor calificados y saludables para elevar la productividad y la competitividad, tanto a nivel del mercado local, como del internacional.
En la opinión pública existe la percepción de que en el seno del Consejo Nacional de Seguridad Social (CNSS), y en sus diferentes instancias técnicas, los representantes de los empleadores, sobre protegen los intereses de las empresas administradoras y proveedoras, aún en aquellos casos en que su accionar lesiona los derechos de sus propios trabajadores.
La atención primaria está llamada a mejorar gradualmente los principales indicadores de salud de la población, tradicionalmente muy bajos, en comparación con los demás países de Latinoamérica, incluso de aquellos con niveles de crecimiento muy inferiores a la República Dominicana.
Al racionalizar la utilización de los recursos mediante la aplicación de la atención primaria, no sólo reducirá los copagos, sino, además, permitirá agregar importantes servicios médicos reclamados por la población, actualmente excluidos debido al predominio de un modelo curativo altamente costoso e ineficiente.
Creo que ha llegado el momento de una concertación entre los empleadores y los trabajadores para priorizar la atención primaria y motorizar el inicio del primer nivel de atención, como la puerta de entrada a la red nacional de salud. Esta alianza sería un firme apoyo a los planes de las autoridades.