Siempre he creído que el sector privado debe ser el gran generador de empleos en este país, lamentablemente muchas grandes empresas se han transformado al pasar de industrias a importadoras, reduciendo dramáticamente la generación de empleos.
Por eso veo bien la afirmación de un empresario que tiene muchas y distintas empresas, Don José Luis Corripio, quien afirmo´ en estos días en un evento en el que fungió como orador que “hay suficiente capital local para que la inversión extranjera pueda ser cubierta en gran medida con capital dominicano”. Ojala algún gobierno pueda, bajo el marco de leyes regulatorias claras, unir esfuerzos a los empresarios dominicanos para desarrollar áreas vitales para la nación.
Una de esas áreas vitales es la energía eléctrica, ya hay inversión local importante en esa área, tenemos un parque eólico funcionando maravillosamente bien en una de las áreas mas pobres del país pero geográficamente bien posicionada para instalar las turbinas eólicas. El gobierno bien podría, bajo reglas claras, incentivar a que el empresariado innovador dominicano apueste al desarrollo del país a través de energías alternativas como la propia eólica o la solar en vez de estar endeudando mas al país para instalar plantas a carbón que están siendo desmontadas en países desarrollados por su alto grado de contaminación ambiental.
Otro renglón que hemos tardado en desarrollar es la producción de etanol para usarlo como combustible en el parque vehicular del país, el etanol es un combustible mucho mas barato que la gasolina y menos contaminante. Países como Brasil y Colombia lo han usado desde hace tiempo y sus resultados están a la vista, en Brasil hay mas de tres millones de vehículos que utilizan solo etanol como combustible y otro tanto lo utiliza mezclado con la gasolina, mientras que Colombia, bajo el impulso de la presidencia de Álvaro Uribe, se ha convertido en una potencia en materia de producción de Etanol y ha reducido sus niveles de emisión de CO2 a tal punto que se ha beneficiado grandemente del programa que otorga recursos a los países que reducen sus niveles de contaminación.
Otra área vital que el gobierno debe atender de inmediato es la abandonada zona fronteriza, tenemos una ley que incentiva a las industrias que se instalen en la zona pero inexplicablemente ha sido mejor aprovechada por inversión extranjera que por inversión local. Con este tema el gobierno daría solución por partida doble a la empobrecida zona fronteriza, por un lado genera empleos y por el otro hace que la juventud dominicana de esa olvidada región eche raíces en sus comunidades y no tenga como meta abandonarla.
Aprovechemos el consejo de Don Pepín Corripio, alentemos a los empresarios dominicanos a invertir en su país bajo reglas claras y definidas en las que se les garantice su inversión y aprovechemos ese interés de nuestros empresarios para desarrollar las áreas que necesitan atención urgente del gobierno.