La sentencia No.168/13 del Tribunal Constitucional es una aberración política. Lo jurídico es la forma. La misma debe y tiene que ser rechazada por todos los sectores y personas de sentimientos progresistas del país.

Dejemos a un lado los tecnicismos y vayamos al fondo político del asunto. El conservadurismo se está imponiendo ¡y de qué manera! en todas las instancias de la sociedad dominicana. ¿Hasta dónde vamos a permitir llegar a Leonel Fernández, nuevo líder del  conservadurismo del país? ¿El peledeísmo impondrá el pensamiento único en la sociedad dominicana? ¿Lo dejaremos? ¿Permitiremos que la impunidad sea la institución más sólida del país? ¿Esta resolución es parte de los planes del PLD quedarse en el gobierno hasta el 2044? ¿Se trata de “limpiar” el Registro Civil y en consecuencia el padrón electoral para facilitar su proyecto de gobernar por los siguientes 30 años?

Se trata de una sentencia “a la carta” de los sectores anti haitianos del país, y a ser aplicada con 84 años  de retroactividad. La misma dejará en condiciones de apátrida a miles y miles de dominicanos y dominicanas de ascendencia haitiana.

Hoy se aplicará fundamentalmente contra el segmento de la población dominicana de ascendencia haitiana; mañana podría ser contra la población dominicana nacida en el extranjero.

No olvidemos la matriz histórica del peledeísmo, llevan el trujillismo en su ADN político. En el 1962 ganaron las elecciones con el apoyo de los trujillistas, y Leonel Fernández llego a la presidencia de la República de la mano de Joaquín Balaguer y el generalato de la dictadura de los doce años.

Estamos a tiempo de poner un límite a las pretensiones bonapartistas de Leonel Fernández y el PLD! ¡Actuemos ahora, o será tarde después!