El viaje al África profunda, a países de mayoría no católica, sumidos en guerra y amenazadas por el fanatismo religioso de corte yihadista, a la sombra de los ataques en París y con la amenaza a muerte de los cruzados, pueden definirlo como valiente.

No lo digo yo, porque es una evaluación del Padre Giuilio Albanese, misionero comboniano en una entrevista en el Vatican Insider (Disponible en el enlace siguiente: http://vaticaninsider.lastampa.it/es/reportajes-y-entrevistas/dettagliospain/articolo/francesco-africa-44704/ ).

“No hay que dejarnos intimidar, porque significaría caer en la trampa de las tropas yihadistas. Dicho esto, está claro que el viaje de Francisco a África, especialmente a la República Centroafricana, es valiente, porque sabemos que en la capital Bangui continúan los tiroteos. Esperemos que la situación mejore. EL gesto que el Papa decidió llevar a cabo allí, la apertura anticipada de la Puerta Santa del Año de la Misericordia, tiene un gran significado: es la mejor síntesis del mensaje de todo el Pontificado. Se trata de un precedente histórico, es la primera vez que la primera Puerta Santa de un Jubileo es abierta por un Papa en el sur del mundo. Aunque en la capital de la República Centroafricana, para usar un eufemismo, la situación no sea color de rosa».”

Uno de los primeros actos tiene un alto significado ecuménico: en el Santuario de Namugongo, en Uganda, recibió la explicación del Monseñor anglicano del martirio de los pajes del rey Mwangi, en el siglo XIX que se resistieron a las pretensiones homosexuales del rey. De los 45 mártires, 22 eran católicos y el resto anglicanos. Un martirio compartido entre las dos ramas del cristianismo (Disponible en el enlace siguiente: http://vaticaninsider.lastampa.it/es/vaticano/dettagliospain/articolo/francesco-africa-44926/ ).

El llamado político lo dio en una conferencia frente al Presidente de Uganda Museveni, el cuerpo de gobierno y el diplomático (Disponible en el siguiente enlace: http://vaticaninsider.lastampa.it/es/vaticano/dettagliospain/articolo/francesco-africa-44918/ )

Dijo Francisco: « Mi visita a su país está orientada, sobre todo, a conmemorar el quincuagésimo aniversario de la canonización de los mártires de Uganda por mi predecesor, el Papa Pablo VI. Aunque espero que mi presencia aquí sea vista también como un signo de amistad, aprecio y aliento a todo el pueblo de esta gran nación. También nos recuerdan que, a pesar de nuestros diferentes credos y convicciones, todos estamos llamados a buscar la verdad, a trabajar por la justicia y la reconciliación, y a respetarnos, protegernos y ayudarnos unos a otros como miembros de una única familia humana. Estos altos ideales son especialmente importantes en hombres y mujeres, como ustedes, que han de garantizar una buena y transparente gestión pública, un desarrollo humano integral, una amplia participación en la vida nacional, así como una distribución racional y justa de los bienes que el Creador ha otorgado con abundancia a estas tierras». 

«Mi visita pretende también llamar la atención sobre África en su conjunto —añadió el Pontífice—, sus promesas, sus esperanzas, sus luchas y sus logros. El mundo mira a África como al continente de la esperanza. En efecto, Uganda ha sido bendecida por Dios con abundantes recursos naturales, que ustedes tienen el cometido de administrar con responsabilidad. Pero, sobre todo, la nación ha sido bendecida en su gente: sus familias fuertes, sus jóvenes y sus ancianos. Espero con alegría reunirme mañana con los jóvenes, para dirigirles palabras de aliento y desafío. Qué importante es ofrecerles esperanza, oportunidades de educación y empleo remunerado y, sobre todo, la oportunidad de participar plenamente en la vida de la sociedad. Pero también quisiera mencionar la bendición que ustedes tienen en las personas mayores. Ellas son la memoria viva de todos los pueblos. Siempre hay que valorar su sabiduría y experiencia como una brújula que consiente a la sociedad encontrar la dirección correcta para afrontar los desafíos del presente con integridad, sabiduría y previsión». 

En la alocución pronunciada en el encuentro con los jóvenes en Nairobi, Kenya, Francisco tuvo una fuerte admonición que bien podría resonar en la conciencia de la juventud latinoamericana: « ¡No le tomen el gusto a esa azúcar que se llama corrupción!» (Disponible en el siguiente enlace: http://vaticaninsider.lastampa.it/es/vaticano/dettagliospain/articolo/francesco-africa-44910/ ).

Al salir este artículo, seguro que estará Francisco en la República Centroafricana, dónde abrirá la puerta de la catedral de Bangui dando inicio al jubileo de la misericordia y tendrá vigencia por un año, Primera vez que se hace fuera del continente europeo (Disponible en el siguiente enlace: http://vaticaninsider.lastampa.it/es/en-el-mundo/dettagliospain/articolo/francesco-africa-44935/ ).

Es un ejemplo de valentía, ya que en estos tiempos suenan tambores de guerra, y un viaje promoviendo la paz, es un acto de valentía. El grito por la paz y enfrentar el rostro del otro, no importa su creencia, es un llamado a la fraternidad. La visita a la República Centroafricana está cargada de simbolismo, ya que la guerra civil entre la mayoría cristiana es contra la minoría musulmana. Para reconocer esta realidad trastrocada, ver el informe de Gemma Perrellada, en El País, disponible en: http://internacional.elpais.com/internacional/2015/11/27/actualidad/1448641933_766365.html