Santo Domingo, República Dominicana.- Siempre que llega el 28 de abril de cada año, periodistas, analistas políticos e incluso personas versadas en historia, entre ellas representantes de la izquierda, hablan de de que en esa fecha, en 1965, se produjo "la segunda "intervención norteamericana" en nuestro país.
En primer lugar, no se trata de "intervenciones", pues Estados Unidos siempre ha intervenido políticamente en los asuntos internos de la República Dominicana. Es grave que siempre se diga que fueron dos "intervenciones", cuando en realidad han sido tres "ocupaciones" militares, porque eso desorienta a nuestros jóvenes y es contrario a la verdad histórica.
La primera de las tres ocupaciones se produjo el 11 de enero de 1904, durante el gobierno del entreguista Carlos Morales Languasco, cuando Villa Duarte, entonces llamada Pajarito, fue bombardeada por el buque de guerra de Estados Unidos USS Olimpia, que penetró por la desembocadura del rio Ozama. El bombardeo duró varias horas y según documentos históricos, trescientos marinos desembarcaron y violaron nuestra soberanía. La destrucción fue devastadora, pues entonces en esa aldea lo que había eran endebles casuchas. Se ignora también el número exacto de muertos. La razón del ataque fue la muerte del soldado norteamericano J. G. Johnson, que en cumplimiento de órdenes superiores, condujo el remolcador de guerra "USS Yankee" al Ozama en misión de protección de un barco comercial de su país.
La capital llevaba dos meses en estado de sitio, por las diferencias entre horacistas y jimenistas, después que se unieron para llevar al Poder a Morales Languasco. Los llamados "bolos" exigían al gobernante su cuota en el gobierno. El cerco produjo una escasez tal en la capital, que el Presidente Morales solicitó a las fuerzas navales de Estados Unidos intervenir para descargar provisiones a fin de suplir la población. Los jimenistas, atrincherados en Pajarito, abrieron fuego contra el "USS Yankee" y mataron al operador Johnson. El vicealmirante Charles Sigsbee, comandante de la flota naval en aguas dominicanas, ordenó al capitán James V. Miller del "USS Olympia" bombardear sobre Villa Duarte, mientras el "Newark" y el "Columbia" se acercaron a la costa produciéndose el desembarco. Los marines atacaron a los rebeldes, que huyeron en estampida. Fueron perseguidos hasta el municipio de Guerra, en Bayaguana, donde fue capturado uno de sus comandantes, el general jimenista Nicolás Arias (Manasa) ejecutado en aquel municipio. Esa ocupación duró tres días, que no por ser tan breve deja de ser ocupación.
El entreguismo de entonces, como el de ahora, se manifestó de tal manera que la administración de morales condecoró al vicealmirante Sigsbee, incluso declarándolo como "invitado de honor" a los festejos del Día de la Independencia Nacional, el 27 de febrero de 1904. El vicealmirante fue llevado a la Catedral Primada a escuchar un responso en honor al prócer Francisco del Rosario Sánchez, cuyos restos fueron traídos desde San Juan de la Maguana y depositados en la Catedral por disposición del gobierno. Una verdadera muestra de entreguismo y sumisión que seguramente debió provocar un remeneo de protestas de parte de los restos del patriota.
Las otras dos ocupaciones militares, como se sabe, se produjeron en 1916 y en 1965. La de 1916 fue para cobrar la deuda de la República Dominicana, francamente hablando, más que para imponer la paz alterada por los caciques de las montoneras. El resultado fue que nos dejaron a Trujillo, dictador por 31 años. La de 1965, como también se sabe, fue para aplastar el vigoroso avance de las fuerzas constitucionalistas dirigidas por el glorioso coronel Francis Caamaño, que transformó la revolución de abril en una verdadera Guerra Patria.