La ordenanza estatal de cierre de bares, restaurantes, reuniones privadas y gimnasios después de las 10 de la noche, más el continuo abandono de la ciudad por parte de residentes que se mudan a otros lugares lejanos, siguen destruyendo una economía estancada y sin mejoría visible en la ciudad de Nueva York.

Las tiendas por departamentos establecidas en la quinta avenida en Manhattan desde la calle 50 en Time Square hasta la calle 14 hacia el Sur de Downtown, están casi vacías a pesar de las grandes ofertas que se ofrecen con motivo de las fiestas de “Thanksgiving Day”.

Los grandes estacionamientos de los Centros Comerciales “Mall”, se ven desolados, los pocos vehículos en su gran mayoría son propiedad del personal que labora en ellos.

El incremento astronómico del contagio de la pandemia Covid-19, unida a las bajas temperaturas que traen la llegada de la gripe o influenza a final de otoño, muestran un panorama de salud nada halagador para  Nueva York y otros estados de la unión americana.

Según la universidad John Hopkins, los EE.UU. tienen 11.8 millones de infectados y 252,746 fallecidos por el coronavirus., y el estado de Nueva York donde sigue aumentando la cifra, alcanza un total de 578,826 infectados y 33,607 muertos.

Mientras que la ciudad de Nueva York y sus cinco condados (Manhattan, Bronx, Queens, Brooklyn y State Island, el número de infectados es de 291,753 y 24,149 fallecidos.

Ante la inminente llegada de la segunda ola del Covid-19 durante el frio invernal, las autoridades locales permitieron con anticipación la expansión de clínicas y centros de salud de emergencia por toda la ciudad como forma de descongestionar las salas de los hospitales locales.

Cientos de personas acudieron a estos centros de salud en busca de la vacuna contra la influencia o gripe al disminuir esta semana las temperaturas por debajo de los 35 grados Fahrenheit.

Reconocidas farmacias como Duane Reade, CVS Pharmacy, Walgreens, entre otras, han colocado avisos en los cristales de entrada ofertando “Vacuna contra la gripe gratis” y advirtiendo además que aún no tienen vacuna disponible contra el coronavirus o Covid-19.

A pesar de no estar en el mercado todavía, ya existen dos vacunas contra el Covid-19 que serán despachadas tan pronto la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA, por sus siglas en ingles) otorgue los permisos de su uso y su distribución masiva en todos los EE.UU.

La reconocida farmacéutica Pfizer, Inc., junto a su competencia farmacéutica Moderna, Inc., han asegurado por separado que sus vacunas contra el Covid-19 tienen una efectividad por encima del 90%.

De los laboratorios de Pfizer, fue que salieron las famosas pastillas azules conocidas como Viagra, que se venden a nivel global, exclusivas para hombres con disfunción eréctil.

Pfizer y la empresa asociada BioNTech, anunciaron tener la vacuna contra el Covid-19 días después de las elecciones del pasado tres de Noviembre.

Trump acusó de inmediato a dichos laboratorios de conspirar junto al Partido Demócrata de retrasar el anuncio de la vacuna hasta después de las elecciones.

Además de la preocupación que está generando el aumento del Covid-19 y la llegada del virus de la influenza, el país se encuentra en la incertidumbre total ante la posición negativa de Trump de aceptar su derrota ante Joe Biden.

La preocupación de Joe Biden, además de la negativa de Trump de no reconocer su derrota, es de que la distribución de una vacuna contra el coronavirus se programe para después del 20 de enero, fecha de juramentación presidencial, causando más muertes innecesariamente.

Como presidente de los EE.UU. Trump ha abandonado irresponsablemente el tema de la pandemia Covid-19 después de las elecciones para concentrarse en negar el triunfo de Joe Biden alegando fraude electoral mientras miles se infectan y mueren.

Sin embargo, en busca de ganar más posibles votantes a su favor, prometió en varias ocasiones durante su campaña por la reelección que una vacuna contra el coronavirus llegaría antes del 3 de noviembre cosa que nunca ocurrió.

Los abogados de Trump encabezado por Rudolph Giuliani, han querido demostrar que en el supuesto fraude electoral hubo injerencia extranjera en la supuesta financiación y manipulación de las maquinas de votación que se utilizaron en las pasadas elecciones, por medio de un software de la empresa Dominion Voting Systems establecida en la Florida y propiedad de empresarios venezolanos.