De la dictadura pasamos a un experimento democrático que no llegó a desarrollarse. Su novedad o extemporaneidad no lo dejaron sobrevivir, junto al miedo traicionero. Luego comenzamos un proceso democrático violento, injusto, poco institucional, represivo, en fin contrario al espíritu democrático. Luego vino una esperanza pero ya se habían generado unos hábitos en los ámbitos civiles y militares difíciles de combatir y lo poco logrado en ese momento se fue a pique en los próximos gobiernos.
Los mismos antivalores, las mismas apetencias se han estado turnando, las mismas borracheras y enajenaciones políticas. Ese pensar solo en sí mismos y sus intereses, olvidarse del proyecto para el cual fueron convocados. De eso ha vivido este pueblo dominicano en los últimos 40 años, postalitas repetidas o el mismo perro con otro lazo.
Pero he aquí que somos un pueblo resiliente. La resiliencia es una capacidad que tienen ciertos seres humanos, para resistir y de levantarse aun después de vivir situaciones devastadoras. Si aplicamos este novedoso concepto a la Rep. Dominicana podemos decir que nosotros tenemos esa condición como lo demuestra la manifestación del 4% en la Plaza España, donde una multitud de gente, la mayoría jóvenes, proclamaron un deseo de una democracia que enarbole los valores que la definen.
Hemos creído que este país no tiene remedio, así he oído decir a muchos, pero aquellos que se resisten a ser extranjeros quieren apostar por su país. Son el factor de turgencia que quiere decir "toy harto" "revuelta" y otros nombres por el estilo que indican resiliencia. La vitalidad que están insuflando a este orden caduco es inaudita. Hemos dicho tantas veces que los jóvenes no están interesados en política y esto contradice este mal decir.
Algo nuevo está naciendo con el ímpetu de los inicios, sin contaminación todavía, sin forma, sin propósito definido pero con el entusiasmo de lo que se estrena. El domingo en la Plaza España hubo una manifestación juvenil que nos llena de esperanza. El 4% trasciende, no solo se enmarca en el campo educativo, que ya sería suficiente, sino que quiere penetrar en todas las esferas que están atrofiadas por falta de educación.
El 4% ya es un símbolo de cambio a una manera de organizarnos y hacer democracia. Los tres partidos tradicionales han quedado fuera del 4%, son extraños e intrusos. El 4% simboliza un nuevo orden que quiere germinar en las áreas de la vida nacional.
Somos un pueblo resiliente, no nos vamos a dar por vencidos, queremos vivir y bien, no arrastrados ni victimizados. Vanistendael un estudioso del fenómeno de la resiliencia la define con dos dimensiones: una es la resistencia a la destrucción y la otra la capacidad de construcción de una mejor vida. Nosotros nos resistimos a la destrucción de nuestra democracia y los valores que la constituyen. Queremos colaborar en la construcción de un nuevo orden con caras nuevas y colores nuevos, en esta primavera dominicana.