La decisión de archivar la investigación que llevaba la fiscal del Distrito Nacional, Yeni Berenice, contra del ex-ministro de Obras Públicas, Víctor Díaz Rúa, es una prueba más que la impunidad todavía impera sobre la justicia. Esta decisión, junto cientos de otras acusaciones por  estafa, malversación de fondos, corrupción y asociación de malhechores,etc. que se han cometido desde los puestos públicos en los últimos 50 años y que han quedado impunes, deja mucho que desear de el sistema de justicia Dominicano.

La decisión indica que la carrera jurídica no es muy diferente a la política, pues al parecer lo que buscan algunos jueces es sacar provecho personal al dictar sentencias favorables hacia los imputados. Da lástima que muchos jueces serios se vean manchados con este estigma, pero no hay mucho que demuestre lo contrario.

La decisión es una bofetada más a la ciudadanía, que clama por un país más digno y civilizado. Una prueba más que no hay instancias jurídicas que escuchen el clamor popular. Una señal más que la corrupción seguirá en aumento, porque siendo corrupto se consigue ser rico rápidamente sin tener que asumir ningún riesgo, sin ningún tipo de consecuencia, sin ningún tipo de peso moral sobre los acusados. Sin duda el mejor negocio del mundo!

Esta decisión es simplemente una prueba más de que este país está podrido y que la única solución es empacar maletas y dejar atrás a este gran paraíso de impunidad.