El pacto de las corbatas azules tenía una parte escrita y otra no escrita. Tiene razón el candidato Hipólito Mejía cuando advierte del daño que haría a la sociedad si detrás del nuevo pacto Leonel-Miguel también existiera uno no escrito que se relacione con la repartición de las designaciones que deberá realizar el Consejo Nacional de la Magistratura en el Tribunal Constitucional, la Suprema Corte de Justicia y el Tribunal Superior Electoral.

Los trabajos del Consejo Nacional de la Magistratura que se avecinan nos conciernen a todos y a todas y si son dirigidos con fines exclusivamente partidarios o de proyectos políticos personales, afectarán a toda la sociedad y por igual a quien resulte electo presidente el año próximo. De nada le valdrá al próximo presidente inscribirse en una política contra la corrupción si los jueces supremos carecerán de independencia.  Pero también afecta a los candidatos aún antes de ser electos. Recordemos que el Consejo Nacional de la Magistratura elegirá a los integrantes del Tribunal Superior Electoral, que tendría la decisión final en caso de fraude electoral.

El candidato Hipólito Mejía ya se pronunció destacando que los trabajos del Consejo Nacional de la Magistratura deben ser transparentes, que se debe elegir a personas independientes, que apoyará el trabajo de la sociedad civil al respecto y que lo primero que debe hacerse es definir el perfil del juez que será elegido para las altas cortes. Se trata de una declaración en la dirección correcta.

Los precandidatos del PLD deben igualmente pronunciarse en la dirección que entiendan correcta, que esperamos no sea la de entender que no les concierne lo que hará el Consejo Nacional de la Magistratura por no ser miembros del mismo. Por ejemplo, deberían ofrecer su opinión sobre la posibilidad de que el nuevo pacto Leonel-Miguel incluya una parte no escrita referente a la repartición de las designaciones.

Podría decirse que los precandidatos del PLD no querrán indisponerse con Leonel Fernández, pero a Hipólito Mejía tampoco le conviene indisponerse nuevamente con Miguel Vargas y decidió asumir el riesgo debido a la importancia del tema.

Los demás aspirantes a la presidencia también deben referirse a este tema, por lo que esperamos que Guillermo Moreno, Eduardo Estrella, Julian Serrulle, Carlos Morales Troncoso y los demás lo asuman y colaboren ejerciendo la presión necesaria para reducir los riesgos de repartición.

Esperamos que los trabajos del Consejo Nacional de la Magistratura centren la atención pública y de los medios  desde que se inicien y hasta que se completen. Podría decirse sin exageración  alguna que sus decisiones serán las mas trascendentales en este año pre-electoral.

Es cierto que el presidente Fernández tiene una mayoría importante en el Consejo, y que tendrá hasta un voto de calidad (de desempate), pero lo importante es que el Consejo defina un perfil para los miembros de cada una de las altas cortes, en el que predomine la capacidad, la preparación técnica, la integridad, la independencia, la experiencia, y que la ciudadanía siga los trabajos para asegurarse que los escogidos cumplan con el perfil.