La sociedad dominicana no sale del estupor, un cura viola nueve niños haciendo de su investidura una pastoral de la destrucción de la inocencia. Dos coroneles, uno de ellos  viola su hija  y el otro una vecinita.

Maestros, padres, sacerdotes, militares, empresarios, políticos y académicos ponen en evidencia que la depredación  pedófila no es una condición exclusiva de curas, sino, un fenómeno de degradación de la condición  humana.

La industria de la droga y el crimen, la trata de blanca, el tráfico de seres humanos, la explotación y esclavitud sexual, el terrorismo en todas sus facetas, las guerras biológicas, las nuevas guerras santas y la inquisición de la democracia en: Irak, libia, Siria, Afganistán, Palestina  y las Coreas son un auténtico teatro  de cientos de miles de  muertes y desprecio por la vida, sobre todo vida de niños.

El hombre moderno ha transformado su cerebro en su corazón, cuya imaginación e inteligencia ha fundado en la tecnología la mejor herramienta de muerte: drones o robot de la muerte, bombas nucleares, misiles de todas las características y eficiencia criminal, ojivas, gases letales y armas para todas las opciones de destrucción de la vida.

El odio, la envidia, individualismo, el pragmatismo,  el celo y  el egoísmo, se han constituido en el peor veneno que infecta el corazón del hombre. Para alcanzar la paz no es  esencialmente  las estructuras económicas y sociales las que hay que revolucionar, hay que transformar el corazón del hombre y la mujer,  para construir en la sociedad una cultura de  vida y un mundo de paz. Solo transformando el corazón del hombre y la mujer se construye un mundo solidario y de justicia.

La historia de la cultura y el existencialismo de K. Jaspers nos presenta una patografía de celebres personalidades creadoras,  en las que coexisten un talento excepcional y una enfermedad  psíquica.

Este filósofo  a través de su método fenomenológico y sus reflexiones en su obra  sicopatología general, asume la relación establecida por el romanticismo entre genio y locura. La plataforma de muerte y destrucción instalada en el mundo es la que  tecnológica y salvajemente ha sido  mejor concebida en la historia de la humanidad, con la capacidad en la sociedad moderna-contemporánea de producir el dolor, muerte y destrucción en una sola  década, de la que fue capaz de producir el hombre antes del siglo XVIII y  la revolución industrial en un siglo. Nunca como hoy, la ciencia y el conocimiento han estado al servicio del odio y la destrucción.

El mejor  sistema de respuestas a esta epidemia en contra de la vida, es el análisis que  Jaspers asume de figuras con desordenes  metales  graves como el pintor E. Munch, afectado de esquizofrenia, el poeta alemán F. Holderlin quien  murió encerrado en una torre víctima de locura, Van Gogh, Strindberg y  Goethe sufrieron algún tipo de desorden mental grave. El pintor Miguel Ángel en el estudio general de sicopatología de Jaspers aparece, según el autor citado,  que  "sufría una forma de depresión con crisis cíclicas no atribuibles, según parece, a causas orgánicas".

Para los fines de esta reflexión, siguiendo  el razonamiento de Jaspers ¿esta plataforma de muerte,   eficaz y  eficiente, en manos de quienes está?  ¿cuál es el estado mental de los que pueden decidir el exterminio de la especie humana en un segundo? ¿cuál será la decisión de los que dirigen el mundo, en favor de la vida o la muerte? ¿El dios mercado, el dios indivualista,  es un Dios de  Amor, o, un dios de odio y destrucción? estas y otras respuesta Jaspers y Mounier las precisaron de la siguiente manera: "Esta fuera de  duda  que algunos enfermos han tenido una función histórica, han sido respetados y valorados como chamanes, han sido venerados como santos, han sido considerados con temor como poseídos por Dios, como hombres excepcionales han servido de orientación  y han  sido altamente estimados" (Jaspers)

Y, Emmanuel Mounier en su filosofía esencialista o  personalismo de la Francia de 1903 (Le personnalisme), sintetizó e insistió en   la necesidad de volver sobre el ser humano, su espiritualidad y su trascendencia  de la siguiente manera y,  que empleo para cerrar estas reflexiones: "ningún ser vivo, salvo el hombre, ha inventado las crueldades y las bajezas en que él se complace aún."