En ocasiones anteriores se ha insistido en la gran variedad de orígenes de los residentes en la pequeña ciudad de Miami Shores, procedentes de países diferentes. Otros nacidos en el territorio nacional pertenecen a diversos grupos étnicos. Como consecuencia de lo anterior algunos de los jardines del municipio reflejan esta diversidad.

En esta ocasión visité el jardín de Birgit que mantiene un pequeño jardín repleto de variadas plantas maravillosas. Entre estas plantas algunas las recibió de regalo de amigos. Birgit ha desarrollado este jardín durante los diez años que lleva residiendo en Miami Shores. Estos años le han permitido el tiempo necesario para crear su jardín y entablar amistad con los vecinos quienes también gustan de trabajar en sus jardines.

Ella nació en Alemania cuando ese país y la ciudad donde ella nació estaba sometida a un bombardeo aéreo de parte de los aviones de las fuerzas aliadas, esto durante la Segunda Guerra Mundial, cuando esta se acercaba a su fin. Es pertinente que uno se pregunte cuál fue a experiencia acerca del cuidado de jardines que ella vivió cuando creció en Alemania. Su madre era oriunda de un pueblo pequeño en el valle del Rin, donde su madre y su abuela, así como la mayoría de las madres de familias mantenían jardines con flores, al tiempo que cultivaban huertos de hortalizas, lechugas y especias.

Durante su vida de adulta en Suiza, adonde fue a estudiar a la Université de Genève, ella disfrutó de la belleza de los jardines de Ginebra. Más adelante en su vida casó y fue a vivir a París con su esposo. Luego de un tiempo allí la pareja se mudó a las afueras de París a una pequeña casa con jardín. Fue allí donde comenzó a plantar, sembrar y cultivar.

Muchos años más tarde ella se mudó con su esposo a vivir a los Estados Unidos, donde su hija ya vivía en un elegante barrio del área de Miami. Ella adquirió más tarde una casa que perteneció a su hija en Miami Shores. Por pura casualidad, en una ocasión en que ella estaba en el proceso de devolver a la biblioteca de la ciudad un libro que su nieto había tomado en préstamo, se enteró de que existía un grupo de residentes amantes de los jardines que allí se reunía.

Ya en ese momento ella tenía mucho interés en la jardinería, pero no sabía mucho acerca de las plantas y la jardinería específica de Florida. Un día se encontraba caminando en los alrededores de su vecindario cuando conoció a otra residente, Mary Benton, que estaba trabajando junto con su esposo en el jardín de mariposas de la casa de ellos. Iniciaron conversación en ese momento y Mary invitó a Birgit a integrarse al club de jardineros de la ciudad. Por medio de estas reuniones Birgit aprendió acerca de la importancia de las plantas nativas y los jardines que atraen mariposas.

Poco tiempo después de este encuentro e incorporación al grupo de jardineros el patio de Birgit adquirió nuevo ímpetu. Creció en cuanto a la extensión y acrecentó la cantidad de plantas y árboles. Ella había viajado con su esposo a la región del Caribe por motivos profesionales y así se enamoró de la belleza y exuberancia de las plantas tropicales. Esta atracción que experimentó por las plantas tropicales, junto con el clima de Miami la llevaron a incluir en su jardín plantas tropicales que se adaptan muy bien al clima de Miami.

Una planta interesante que se destaca en el jardín es la vainilla, que es un género de orquídeas que se encuentra diseminado por todas las regiones de clima tropical y semi tropical. Esta planta está adherida al tronco de un árbol conocido en México con el nombre de Olivo Negro, que en Cuba se le llama Arará, (Bucida bruceras), originario de México y las Antillas, así como Centroamérica y el norte de Sudamérica.

Algo que llama la atención en su jardín es como ella ha plantado varios tipos de vegetales, verduras y hierbas aromáticas en canteros que se encuentran aislados por encima del nivel del suelo circundante. Entre las hierbas aromáticas que ella cultiva se encuentran, el romero, laurel, menta, orégano cubano, cebollín, tomillo, eneldo, albahaca, perejil rizado y plano, orégano, albahaca morada y espinaca china (Ginura procumbens). En la actualidad ella está en el proceso de germinación de hierba menta. Como si todo esto fuera poco, a lo largo de una de las cercas del patio tiene grandes recipientes con plantas de tomates.

Birgit ha recibido varias plantas que le han regalado amigas. Una mata que se destaca en su jardín es la de guayacán que recibió en semilla. El guayacán es bien conocido de los dominicanos quienes ponderan su dureza y resistencia. Es originario del Caribe y de la costa norte de América del Sur. Se destacan en el jardín las plantas de begonia (Semperflorens begonia) con sus grandes hojas. En un sitio apartado de su jardín ella ha cultivado y cuidado de un pequeño jardín de plantas nativas con el propósito de atraer mariposas.

Algo que llama la atención en todo lo descrito es que Birgit cuida de su jardín personalmente, pues su esposo falleció hace muchos años, excepto que ella paga una persona que se ocupa de cortar el césped. Ella está jubilada de su trabajo y eso le permite dedicar más tiempo a esta afición que siente por las plantas. Algo digno de admiración es el delicioso olor que despiden algunas de las flores y especias en este jardín. Pasearse en medio de este jardín es gratificante.