Un gran poder conlleva una gran responsabilidad”. Benjamin Parker a su sobrino Peter Parker (El Hombre Araña)

La icónica frase del Universo Marvel de Stan Lee, tiene implicaciones jurídicas, morales y filosóficas, en el mundo real.

En el plano jurídico, nada nuevo: es la responsabilidad civil de aquel que imparte órdenes a otros o que es jerárquicamente superior, por las faltas u omisiones de esos otros.  Esto es norma positiva en nuestro Código Civil.

Desde el punto de vista moral, la frase me parece aún más interesante. Me recuerda  la noción de que el buen capitán se hunde con su barco. Hay algo perturbador en ver un capitán que culpa a su tripulación, se desvincula de la suerte de sus pasajeros y se aferra de primero al barco salvavidas o al rescate que llega.  Es intrínsecamente incorrecto, independientemente de su obligación legal.

La Lic. Carmen Imbert afirmó en su postulación que la arrogancia y la autosuficiencia de los informáticos y de la OEA fueron los determinantes del fracaso del voto automatizado, en las elecciones de febrero de 2020.  De acuerdo con sus declaraciones, ellos – los del pleno-  nunca se enteraron de las dificultades que enfrentaba el proceso. Hasta donde es verdadera la afirmación y cuál es el objetivo que procura, yo no lo sé, pero me provoca esta cavilación.

Quedará a los filósofos el análisis deontológico. Yo, por ahora, me quedo con Stan Lee.

Nota: La autora actualmente postula al pleno de la JCE.