En los últimos meses mis estimados profesores y colegas Enmanuel Cedeño Brea y Omar Victoria Contreras han puesto nuevamente en boga la idea de implementar los nudges, o los “empujoncitos” que ayudan a las personas a tomar decisiones que le beneficien a largo plazo (1). Esto así, ya sea a través de una única “unidad de nudges” adscrita al Ministerio de la Presidencia (método concentrado) o que cada institución produzca estas nuevas políticas motu proprio (método desconcentrado o difuso). Siguiendo esta idea, sería también interesante y, entiendo que, de suma importancia, empujar a las personas a preservar el medioambiente, tomando por sí mismos, y sin sanción alguna si no lo hacen, decisiones que sean más verdes.

Como bien es sabido, el comportamiento humano ha sido el responsable principal del deterioro y daño del medioambiente, siendo las decisiones individuales las que tienen el impacto negativo mayor para la biodiversidad y el bienestar del ecosistema (2). En su artículo “Los nudges y la regulación basada en el comportamiento”, Roberto Medina y Shyam Fernández Vidal  (3) exponen que raras veces los seres humanos toman decisiones racionales, basadas en un análisis costo-beneficio, sino que muy a menudo toman decisiones por costumbre o conveniencia en el momento exacto en el cual hay que tomar la decisión. En otro artículo, estos mismos autores describen cómo algunos simples nudges pueden hacer cambiar de opinión incluso a un funcionario público en un momento en que se vea tentado a cometer un acto de corrupción en beneficio propio. Es precisamente por esto que los hacedores de políticas públicas alrededor del mundo se han inclinado más y más al estudio del comportamiento, combinando la teoría económica y psicológica para llevar a las personas a demostrar un comportamiento más verde. Pues, cuando se les presenta una opción, las personas tienden a no pensar demasiado en cuál es la mejor, y simplemente pueden seleccionar el valor predeterminado sin tomar ninguna decisión real. Esta falta de "racionalidad" puede ser explotada por el método de los nudges.

Estos empujones verdes pueden ser tan sencillos como cambiar la opción predeterminada a la que sea mejor para el medioambiente. En la Universidad de Rutgers en New Jersey, por ejemplo, se cambió el valor predeterminado de todas las impresoras para que imprimieran automáticamente de ambos lados, de manera que, si solo se quería imprimir de un lado de la hoja se tendría que cambiar la opción desde el computador de forma manual, generando cierto costo procedimental al usuario. El exitoso resultado redujo el consumo de papel por 55 millones de hojas (4,650 árboles) los primeros cuatro años del experimento, alrededor del 44% del consumo anterior al experimento. (5)

Los empujones verdes que usan el poder de la influencia y la presión social también suelen ser exitosos. En un ejemplo de un programa de EE. UU., una compañía de energía envió facturas que comparaban el uso de cada cliente con el de sus vecinos. Las facturas contenían mensajes como "El mes pasado usaste un 15% más de electricidad que sus vecinos eficientes" o “Eres el único residente de tu torre que no paga la luz a tiempo”. Este programa llevó a la reducción de un 2% en el uso de energía, lo cual, a nivel sectorial, representa millones de dólares. Con esto también se ha propuesto que para cambiar las normas sociales los anuncios deben centrarse en, y promocionar exclusivamente la opción o decisión que sea más beneficiosa para el medioambiente, sin quitarle a cada quien la libertad de decidir. Por ejemplo, en lugar de decir el porcentaje de las personas que no reciclan su basura, sería mejor resaltar el porcentaje de las que sí lo hacen, incluso cuando son una minoría, y que las personas comparadas sean de grupos similares, con la intención de que se sientan más comprometidas o identificadas.

En un ejemplo más desarrollado, en el Reino Unido se implementó un empujón verde para apelar al cambio de comportamiento de las personas donde, con el fin de reducir basura de las colillas de cigarrillo, se crearon unos “ceniceros de encuestas”. Este bote de basura innovador incentiva a que el fumador lance la colilla dentro de una de las ranuras del mismo, y no en la calle. Al momento de deshacerse de la colilla de su cigarrillo, el fumador puede elegir una de las dos ranuras. Cada bote muestra una pregunta y cada ranura tiene una respuesta diferente. Los fumadores votan echando su colilla en la ranura que corresponda a su respuesta preferida. La basura se acumula detrás del frente de cristal transparente en dos columnas, mostrando qué respuesta es más popular. La pregunta en el primer contenedor puede ser: "¿Quién es el mejor jugador de fútbol? ¿Ronaldo o Messi?". El cenicero se volvió viral en la web e hizo que llegaran pedidos de todo el mundo, a la vez demostrando reducir en un 46% la basura de colillas.(6)

Estos empujones verdes, en un país como el nuestro que se ve tan afectado por el cambio climático, y que ha estado en la palestra pública por la contaminación de nuestros ríos, playas y costas que se ven sobrepobladas de plásticos, podrían ser una solución más que viable y económica. Muchas veces, con solo cambiar el valor predeterminado o incentivando a las personas al reciclaje a través del entretenimiento y de las influencias y presiones sociales, podemos lograr lo que no se ha logrado durante décadas tratando de imponer sanciones ineficientes y poco realistas.

Notas

  1. Thaler, R. H. and Sunstein, C. R. (2008), Nudge: Improving Decisions About Health, Wealth, and Happiness, New Haven, CT: Yale University Press.

2. Byerly, H., Balmford, A., Ferraro, P. J., Hammond Wagner, C., Palchak, E., Polasky, S., … & Fisher, B. (2018). Nudging pro‐environmental behavior: evidence and opportunities. Frontiers in Ecology and the Environment16(3), 159-168.

https://acento.com.do/2017/opinion/8503417-los-nudges-la-regulacion-basada-comportamiento/

https://acento.com.do/2018/opinion/8584054-los-nudges-herramientas-desincentivar-la-corrupcion-gubernamental-2-2/

5. Sunstein, C. R., & Reisch, L. A. (2014). Automatically green: Behavioral economics and environmental protection. Harv. Envtl. L. Rev.38, 127.

6. Novotny, T., Lum, K., Smith, E., Wang, V., & Barnes, R. (2009). Cigarettes butts and the case for an environmental policy on hazardous cigarette waste. International journal of environmental research and public health6(5), 1691-1705.