En vista de que muchas de las cosas que ocurren en la República Dominicana parecen pertenecer a una obra de teatro, habría que llegar a la conclusión de que entonces no se necesitarían analistas políticos, sino críticos literarios que las expliquen, idea tomada prestada al periodista español Juan José Millás, en referencia a España.

Este razonamiento viene a cuento en relación a que, hoy día, aparecen cientos de “expertos”  que opinan sobre variados temas, algunas veces sin tener conocimiento de ellos, como por ejemplo  muchos  que dicen defender la ecología. Es  casi seguro que varios  ignoran  que la ecología es la rama de la Biología que estudia las interacciones de los seres vivos con su hábitat. Es probable que tampoco sepan que fue el alemán prusiano Ernst Haeckel  el creador del término ecología y considerado el fundador de su estudio, a partir del año 1869, cuando dio a conocer su trabajo Morfología General del Organismo.

En la actualidad está de moda la defensa de la Loma de Miranda, en Bonao, porque una compañía canadiense se propone buscar níquel y otros minerales  allí, en base a un polémico contrato con el Estado Dominicano que es objeto de estudio en el Congreso.

Ciudadanos de variadas profesiones y actividades se han movilizado contra la minera, pues afirman categóricamente que la explotación de la Loma de Miranda creará un caos terrible para el medio ambiente; que se secarán los ríos de la zona, exageradamente contabilizados–digo yo—pero que además se reflejará en toda la región, extendiéndose desde La Vega y  Bonao,  hasta la Bahía de Samaná.

La minera Xstrata Nickel-Falcondo, niega todas esas acusaciones y afirma que  cerraría sus operaciones en la República Dominicana en menos de cinco años si no es autorizada a explotar la  Loma de Miranda, aparte de asegurar  que la explotación de esa mina implicaría recursos para la República Dominicana de  3,350 millones dólares  y generaría más de  1,200 empleos directos.

Eso suena bien, porque ahora más que nunca se requiere de la inversión extranjera con garantías legales, pero también hay que poner atención  en el razonamiento que hace el reputado profesional Eleuterio Martínez, un verdadero especialista en Recursos Naturales, quien afirma que  la Xstrata Nickel-Falcondo “no tiene credibilidad en este país, debido a que no han podido recuperar ninguna de las zonas donde ya han explotado”.

Cita  como un ejemplo de las operaciones de la Rosario Resources Corporation,  que  dejó las mortíferas lagunas de cianuro, sin que todavía  se hayan podido remediar las consecuencias de esos daños en esa zona.

En vista de toda esta polémica, me atrevo a sugerir que se celebre  un debate sobre la Loma de Miranda, que podría ser organizado por la Fundación Global, Democracia y Desarrollo (FUNGLODE) o alguna Universidad acreditada, con la participación de calificados expertos en los temas relacionados con la ecología y el medio ambiente. Incluso, hasta podrían ser invitados exponentes internacionales que no estén vinculados a la Xstrata Níquel-Falcondo, que también tendría derecho a participar, igual que la Academia de Ciencias de la República Dominicana y cualquier entidad o grupo social interesado, siempre que reúnan los requisitos de profesionalidad sobre el tema a debatir.

Esto garantizaría un debate democrático, no unilateral donde solamente se escuche un solo punto de vista.