Si creyéramos a los organismos multilaterales regionales como CARICOM, la ONU o la OEA  además de  las estrambóticas e irreales palabras del canciller haitiano de que  en el país existe una crisis migratoria con el vecino país, pareciera que República Dominicana es el único país en el mundo que tiene una crisis migratoria de proporciones dantescas.

Lo cierto es que se ha pretendido construir un escenario irreal, en el cual miles de haitianos se les pretende “despojar de su nacionalidad” y bajo la amenaza de deportación masiva.  Los organismos multilaterales como la ONU o la OEA que han hecho poco o nada para resolver o coadyuvar a la solución de la crisis, han tenido una inercia inexplicable.

Ambos organismos se limitan a enviar técnicos, como es el caso de la Comisión de la OEA que está en el país, pero sin  soluciones concretas o apoyo económico como el que pro metió la OEA hace algunos años para el registro civil haitiano, organismo imprescindible para dotar de documentos de identidad a los ciudadanos de ese país que en un 80% no lo tienen.

Los ataques a la República Dominicana por parte de la  comunidad caribeña como CARICOM son injustos, sesgados y parcializados, sobre todo ante el enorme esfuerzo realizado por el país para llevar a cabo el Plan de Regularización en el que se han invertido más de dos mil millones de pesos.

CARICOM Es un organismo doblemoralista porque no le exige a sus países miembros una política migratoria más humana.  Tenemos el caso de Bahamas por ejemplo, un país prácticamente deshabitado: sus más de 600 islas deshabitadas, de su conjunto de 700 espacios de tierra firme, a los haitianos los persiguen, capturan los encierran en jaulas y finalmente los deportan. También les exigen un visado que es casi imposible de cumplir en el caso de que quieran ingresar vía aérea.

Incluso a los haitianos no los quieren de regreso a su propio país. Martelly que prácticamente ha sido irresponsable con sus ciudadanos abandonándolos a la suerte dijo en la reunión de jefes de Estado  que los escasos recursos de que dispone el Estado haitiano no le permitirán hacer frente a esas "deportaciones masivas" que además puedan poner en peligro la paz y la seguridad regional”. Algo incierto para un presidente que hace pocos días hizo un concierto artístico en el que gastó 900 mil dólares.

Siempre hemos dicho que el Plan de Regularización  que lleva a cabo la República Dominicana es el más observado del mundo. Prácticamente todos los reflectores foráneos están pendientes en las autoridades dominicanas que dicho sea de paso se han manejado de manera prudente.

El comportamiento de las autoridades migratorias dominicanas, está muy por encima del estándar europeo.  Basta una muestra, por ejemplo Francia cuyas imágenes recientes de la forma de apresamiento de indocumentados deja mucho que desear.

De todas maneras ante el escenario regional doblemoralista, el país debe seguir defendiendo su política migratoria sin esperar apoyo de los organismos multilaterales.  Es evidente que el país tendrá que trillar un camino muy difícil.