(Breves notas de mi diario)

Lunes, 3 de agosto 2020

Lo hice. Me atreví a hacerlo. Logré dar un paso al frente y hoy soy, oficialmente según indica mi página de Facebook, una mujer en una relación abierta o lo soy al menos en mi interior, que viene a ser prácticamente lo mismo. Relación, lo que se dice relación, no tengo ninguna por el momento, pero tampoco hay razón por la que una deba explicarlo todo. En la vida cuenta y mucho la intención  y la mía es fuerte y muy firme. Yo,  debo decir, soy muy sincera en mis redes sociales. Me tomo absolutamente en serio respetar el enorme grado de confianza que mis amigos y seguidores depositan en mí. Sé de buena tinta que hay alguna gente que no lo hace y no soy quien para llevar a cabo la menor crítica al respecto, pero yo desde luego no me ando con chiquitas y mis verdades casi siempre lo son. O lo intentan al menos.

Jueves, 6 de agosto 2020

Algo me dice que convertir en realidad mi nueva condición no va a ser tan sencillo. Sinceramente no he sentido un gran interés en mis amigos ante mi confesión y mira que al hacerla he dado un paso de gigante. Me he mostrado valiente, segura de mi misma y francamente no me parece de recibo semejante indiferencia. Esta mañana y para animarme ante el espejo me he dicho, -mira Marion eso que tú has hecho es muy, pero que muy grande y no es presunción. Todo el mundo sabe lo sencilla que eres…pero da rabia ver a esa pandilla de ingratos tan callados como muertos.

Domingo, 9 de agosto 2020

Sin novedad. Ni una palabra de ánimo, ni un requiebro. Voy a hacerme esta misma mañana unas cuantas fotos y con pocos retoques, que a mí -para qué negarlo-no me hacen ninguna falta, no como a otras. Va a colapsar mi página, lo presiento.

Lunes, 10 de agosto 2020

-¡Uy! pues no. No colapsó. Creo que es mi osadía que asusta a los timoratos. Y ellas…  ¡no tengo palabras para ellas! Frena tu boca -me digo, que ésta nunca te delate.

Jueves, 13 de agosto 2020

Estoy casi segura de que Facebook me está ocultando a la gente y que mis queridísimos amigos no logran ver mi página. Voy a tener unas palabritas con Zuckerberg, no es la primera vez que me la juegan.

Domingo, 16 de agosto 2020

Hoy James se ha puesto en contacto conmigo. ¡Cuánto le he echado de menos últimamente! Me ha dejado un mensaje en mi Messenger. Estuvo de vacaciones y yo pensando que me había olvidado… Es cierto que no podía creerlo del todo pues siempre me fue muy afecto. Hoy se ha deshecho en elogios. Vio mis fotos y me ha encontrado -son sus palabras que no las mías- absolutamente fabulosa y deslumbrante. Le ha sorprendido el cambio en mi estado y le he sentido más cercano, con un interés distinto al habitual. Las mujeres saben bien de lo que hablo. Es  como notar un no sé qué muy diferente en alguien que conoces y que no puedes explicar, un cambio grande, notable… ¡pero qué digo yo grande! es un cambio sustancial en su forma de mirarte, un paso al frente de proporciones gigantescas. Estoy tan nerviosa. Hemos quedado el próximo viernes para cenar. Si surge el tema me haré la misteriosa y si tengo que mentirle una pizca, que sea todo para bien. Si lo sé. Sé bien que tenéis la certeza de no me gusta hacerlo, al menos nunca más allá de lo estrictamente necesario. Tía Ethel me decía de pequeña -Marion, jamás mientas si no es por algo importante, una no debe perder su tiempo en inventar mentiras pequeñas, son fastidiosas y no llevan a ninguna parte. Bueno y yo en esto, qué quieren que les diga, sigo sus consejos, aunque para mí no sea plato de gusto dar crédito a nada que proceda de esa vieja arpía. ¡Uy, por dios! que deslenguada me he levantado esta mañana. Todo el mundo sabe de mi discreción y de la finura que muestro en cualquier situación. En la empresa se comenta, no es por nada, que nadie es tan sutil y elegante en sus formas. En realidad, no es que yo lo diga lo dicen los demás, pero ya se sabe que cuando el río suena… pero no soy vanidosa. Es un defecto que nunca he tenido, por fortuna. No soy petulante ni mentirosa, nadie ha podido decir en la vida cosas tan vulgares de mí. Bien al contrario cualquiera os dirá que… pero preguntad mejor, no me gusta llenar mi boca de elogios vertidos por labios ajenos en lo que a mí respecta.

Lunes, 17 de agosto 2020

James ha cambiado la cita. Todo en orden Marion, me he dicho. Son asuntos de trabajo.

Martes, 18 de agosto 2020

Thomas, un viejo amigo me ha escrito por Whatsapp. Vio mis fotos y alabó sin parar mi nuevo estado. Algo me dice que yo le intereso y mucho más de lo que hubiera pensado nunca. ¡A veces la gente es tan tímida y tan reservada con sus sentimientos! En eso tampoco me parezco al resto. Yo siempre me muestro abiertamente desinhibida y más ahora que soy poliamorosa. ¡Es tan bonito esto de amar de forma generosa y sin medida! Quiere ir al cine conmigo. Hemos quedado el martes que es un día tranquilo para elegir una buena película. Estoy emocionada o eso creo. A mi él también me gusta un poco y no es que antes yo hubiera pensado nunca en él. Os voy a contar un secreto, su nariz no acaba de convencerme. Le afea y mucho el perfil, pero se ha mostrado tan elocuente. En fin ¿quién sabe? Tengo que pensar qué ponerme ese día. Algo no demasiado llamativo, él es un hombre prudente y serio.

Sábado, 22 de agosto 2020

Radiante. Encantadoramente radiante -precisé aún más, cuando me vi en el espejo antes de salir para encontrarme con James. Me había puesto ese traje de mezclilla que tan bien me sienta ¿Qué digo bien? Que bobalicona e inocente soy a veces, en realidad me queda perfecto. Todo el  mundo lo dice y yo soy muy democrática en eso, si un traje impacta y llena de envidia a otras mujeres lo uso una y otra vez. No soy tímida ni me avergüenza recibir elogios. Hay algo en esta americana y esta falda que no es un simple marcar  cintura y ajustarse como un guante a mis caderas. Es más, mucho más que eso, es ceñirse a mi silueta con un letrero que dice: mira bien y hazlo varias veces por que tus ojos no van a dar crédito a lo que tienen delante. O algo así supongo yo que dirían de poder hacerlo. Boquiabierto quedó James en cuanto me vio aparecer, le temblaban hasta las pestañas. Yo me hice la despistada, como si no fuera conmigo la cosa. Eso da seguridad a los hombres y  concede aplomo a su puesta en escena. Me fue de maravilla. La verdad es que nos fue a los dos de maravilla. Ya somos novios. Lo que oís, al final de la noche se declaró y yo qué podía hacer salvo aceptarle. No le preocupó lo más mínimo que fuera poliamorosa. Alabó mucho a las mujeres decididas y que tienen claro lo que buscan y sin duda esa soy yo.

Martes, 25 de agosto 2020

Oficialmente esta tarde, después de la película –preciosa- y de las palomitas -esponjosas y en su punto justo de sal- me ennovié con Thomas. No le puedo pedir más a la vida. Amo ferozmente y con ciega vocación de entrega a dos hombres. ¡Y yo que aventuré hace unos días que iba a ser difícil! El amor es sencillo y yo me siento terrible y felizmente enamorada de los dos. Incluso desde hace unas horas adoro su nariz. Hace interesante un perfil bastante neutro dado su descomunal tamaño. Nada, para no mentir, que no quede reducido a algo simbólico si le miras de cerca y enfocas el centro exacto de su apéndice nasal. He comprobado que de este modo acorta significativamente su relieve. Que hermoso es el amor y que  infinitas sus soluciones al conflicto.

1 de Septiembre 2020

Estoy exhausta. Esto debe parar. Ronald, uno de mis mejores amigos de Instagram y  fiel seguidor desde hace tiempo, me ha mostrado en estos días públicamente un afecto insospechado. Amigos, tan solo amigos fuimos siempre y hoy me dice que alberga hacia mí un amor tierno y que morirá si no logra el mío. No he querido prometerle nada. Intentarlo, eso sí. No podía hacer menos por él.

27 de Octubre 2020

No me da la vida para más. Amo a James, a Thomas, amo con dulzura infinita a Ronald y amo sobre todas las cosas a Robert. Irrumpió de súbito en mi vida y sé, que si bien inoportuno y lejos de cualquier previsión posible por exceso de afectos,  llegó para quedarse. Es mi nuevo compañero en la delegación inglesa de Arcillas y barros Nefertiti. Soy una mujer sumamente afortunada. Cierro este cuaderno por unos días. Necesito cuadrar mis tiempos. A ustedes también les adoro, es hermoso hacerlo. Por favor no se me pierdan de vista y gracias por estar ahí.