En nuestro País, el que aspira a ser Presidente de la República, a parte de sus condiciones humanas (inteligencia, conocimiento, honestidad, liderazgo) tiene que saber esperar una coyuntura política que le favorezca; y el que va a una contienda electoral es conocedor de que tiene dos caminos: ganar o perder.  Lo mismo ocurre para cualquier posición electiva.

El presidente Hipólito Mejía es ejemplo de acogerse a estas reglas y de saber esperar esas coyunturas políticas.  El pacto de las "corbatas azules", al cual muchos bautizaron de "caramelo envenenado", no solo dio paso al Presidente Leonel Fernández a mantener vivas sus esperanzas de aspirar a un cuarto periodo presidencial, sino que permitió que los presidentes del PLD y el PRD  llegaran a los acuerdos que al día de hoy solo han favorecido a los planes del Presidente del Partido de la Liberación Dominicana para dominar por varios años el espectro Político Nacional dentro y fuera del poder.

No obstante los errores políticos dentro y fuera del partido cometido por el Ing. Miguel Vargas Maldonado, los perredeistas reconocen sus aportes a la organización, como muy bien lo explica en la comunicación donde le contesta al Presidente Hipólito Mejía, cuando este último declaró que la historia se encargará de juzgar a Miguel Vargas por su actitud de no integrarse a la campaña electoral de su partido.

Las bases del partido son los que deciden a quien apoyar para ganar en un momento determinado, en el 2008 apoyaron a Miguel Vargas y en estos momentos están apoyando a Hipólito Mejía, ese es el juego de la democracia.  El presidente del partido blanco y sus más cercanos colaboradores deben superar los traumas del pasado, producto de la efervescencia política de las campañas electorales y  trabajar  junto a las bases y al candidato  para lograr el triunfo; de tomar otro rumbo, indefectiblemente que la historia lo juzgará sin importar los aportes del pasado.  "El éxito del hombre no depende de cómo comienza, sino de cómo termina".

No obstantes estos inconvenientes, el presidente Hipólito Mejía, un gran concertador a lo interno y externo de su partido ha logrado unir a su candidatura casi el 98% de la familia perredista y una intención del voto a nivel nacional de un 60% aproximadamente.  La aceptación que ha tenido el candidato del PRD lo ha llevado a ganar el premio de "Personaje del Año del 2011″en un importante medio televisivo que dirigen periodistas de mucha credibilidad en nuestro País.

El Partido Revolucionario Dominicano, "el partido del pueblo", ese mismo que tomó las armas junto a un grupo de militares encabezado por el Coronel Caamaño para defender la vuelta a la Constitucionalidad del País y la dignidad del pueblo dominicano, no merece que nada ni nadie, llámese como se llame, tronche las posibilidades del triunfo de las bases de esa organización política, quienes se han entregado en cuerpo y alma para que Hipólito Mejía sea el próximo presidente de la República Dominicana.

Ha llegado el momento de que cada quien asuma sus responsabilidades, creemos sin lugar a dudas que los perredeistas y los simpatizantes de la candidatura del Presidente Hipólito Mejía deben dar un "ultimátum" al ingeniero Miguel Vargas para que cumpla a cabalidad con sus funciones de Presidente del Partido Revolucionario Dominicano y demuestre con hechos a quien realmente apoya, si es al "Partido del Jacho Prendido" o pretender seguir de brazos caídos y permitir que los adversarios políticos se perpetúen en el poder, dejándoles  el campo abierto y permitir que destruyan al PRD como han hecho con el Partido Reformista Social Cristiano.

Si el dolor es tan grande que no le permite entrar en razón y cumplir con el compromiso de sus responsabilidades, lo aconsejable podría ser renunciar de la presidencia del partido y dar paso a quienes estén dispuestos a sacrificarse anteponiéndose a los prejuicios personales; aunque lo razonable sería no echar por la borda tantos años de militancia y de esta forma evitar el "suicidio político", precisamente en estos momentos donde está en peligro el futuro de nuestro País y el del Partido Revolucionario Dominicano.

Errar es de humanos y rectificar es de inteligentes, no traicionen la memoria y mucho menos la consigna que inmortalizo al líder máximo del partido, el Dr. José Francisco Peña Gómez, quien con mucha razón decía: "El PRD unido, jamás será vencido".