"En el 2017 por primera vez el número de turistas llegados en cruceros superó el millón de personas y al año siguiente estuvo bien cerca de lograr esa misma cantidad de visitantes (982,329). Como a noviembre del 2019 el Banco Central reporta la llegada de 941,118 pasajeros por puertos, es casi seguro que el promedio anual de los últimos tres años esté cerca o supere el millón de visitantes".

Con las palabras que acabo de citar, empieza José Alfredo Guerrero su artículo del lunes de esta semana (20 de enero de 2020) en Acento, titulado “Llegada pasajeros en cruceros 1994-2019”. Precisamente, Acento había publicado el 11 de junio de 2018 la siguiente declaración de Michele M. Paige, presidenta de la Asociación de Cruceros de Florida: "República Dominicana podría recibir a partir de 2020 más de 2 millones de cruceristas anualmente, sin contar la tripulación de las naves".

Todo lo anterior me ha hecho recordar un artículo que escribí en el Listín Diario el 13 de marzo de 2006 (o sea, hace casi catorce años), titulado “Turismo de cruceros”, compilado en mi libro "Mangos y jubilados y otros artículos (2004-2006)" (Letra Gráfica, 2008), el cual me permito reproducir a continuación:

"Lamentable, pero cierto. La República Dominicana no figura entre los diez principales destinos del turismo de cruceros en el Caribe. De acuerdo a un artículo de Reed Albergotti y Candace Jackson, publicado el pasado 5 de marzo en el suplemento The Wall Street Journal Americas que circula en la edición dominical del Listín Diario, los diez destinos caribeños que lideraron el turismo de cruceros en el año 2005 fueron: Bahamas, Cozumel, Islas Vírgenes, Islas Caimán, San Martín, Puerto Rico, Jamaica, Belice, Antigua y Barbuda, y Santa Lucía.

Esta última isla, que ocupó el décimo lugar, fue visitada por 258 cruceros con 394,431 turistas, mientras que el destino líder, Bahamas, recibió 1,554 cruceros con 3,349,998 turistas en el año 2005, según el referido artículo, el cual cita al presidente de una importante compañía de cruceros, Royal Caribbean International, señalando que “entre los destinos futuros que contempla su empresa están La Habana y Cartagena de Indias”.

El turismo de cruceros mueve quince mil millones de dólares anuales, de acuerdo al referido artículo, el cual cita a una funcionaria de Islas Vírgenes que estima entre US$200,000 y US$400,000 el “impacto económico inmediato” que produce cada crucero que atraca un puerto.

Como la República Dominicana no es mencionada en dicho artículo, sospecho que nos estamos perdiendo un buen pedazo del pastel caribeño del turismo de cruceros. Y no debería ser así".

Hasta ahí mi artículo de marzo de 2006. Al cabo de casi catorce años de haberse publicado, me alegra saber el crecimiento en la cantidad de cruceros que arriban a puertos dominicanos y en la cantidad de turistas que nos traen los mismos, así como su impacto en la generación de divisas y empleos, al incrementarse la demanda de productos y servicios que requieren dichos turistas.