Armando Almánzar encuentra en “Tubérculo” otra película mediocre, pero que “se puede defender en algo”. Fallas en el guion, humor de la secreta, situaciones inverosímiles y sobreactuación de la pareja de comediantes de televisión que tienen el cine como actividad secundaria, de extraordinaria rentabilidad cortesía del presupuesto del gobierno.  Sus críticas han sido ácidas  contra casi todas las entregas industriales de películas hechas para explotar el subsidio fiscal. No da concesiones por tratarse de películas criollas, la aspiración máxima de todo mercantilista que arenga por “el mercado nacional para el producto dominicano”.  Pero el viejo roble de la crítica de cine y la literatura, no va tan lejos como para llamar a un boicot contra ellas, tal como hiciera un osado joven abogado y articulista de este medio.

La sociedad civil está muy activa en denunciar la corrupción oficial, con cadenas humanas ante instituciones que ven podridas o denuncias virulentas, por ejemplo, al barrilito de los congresistas. Enfocarse en los personajes y empresas privadas que se están beneficiando de este entramado que le ha costado cerca de 4,500 millones de pesos al gobierno, es una actividad que debería también recibir su atención.  Para obtener la base de datos bastaría con solicitarla amparados en la Ley de Acceso a la Información Pública.  Garantizo que hay material para muchos sábados en la noche con Nuria u otros programas similares de investigación periodística.

dumbdumerAsí como ésta se espanta de las remuneraciones de funcionarios en el tren gubernamental, bien pudieran comparar con los datos que reciban,  las de guionistas y actores con respecto a su costo de oportunidad o alguna proxy que puedan encontrar.  Aquí una pista. Recientemente una fundación privada, ligada a un emporio comercial bien activo en el cine, otorgó un premio en metálico a la labor literaria de toda una vida de un destacado intelectual dominicano.  Para cuatro décadas en la producción de calidad de múltiples ensayos, libros de cuentos, novelas y antologías, más casi igual número de años como docente en universidades nacionales y extranjeras, asignaron un premio de RD$1.2 millones. ¿Cuánto creen que es la remuneración promedio de los guionistas que han hecho las películas que han “financiado” o “participado como inversionistas” al amparo de la Ley de Cine?  De acuerdo a si encuentra un múltiplo entre 3 y 4 de ese valor, o un monto equivalente al 20% de donación por una vida en literatura, verá las diferencias entre: a) dar premio con mi propio dinero y b) pagar un guion con dinero del gobierno y con poder que me otorga para remunerar servicios como yo lo considere.  Busquen datos y comparen que tenemos eso de “a lo que nada nos cuesta…” y que se explica con el cuadrante de Friedman comentado en mi entrega anterior.

dominicanwoodOtros temas para investigar. Relación entre empresas que se presentan como “inversionistas” de la película, en comillas porque en realidad no están usando fondos propios, y sus vínculos con la provisión de servicios a la producción. ¿Por qué todo se le compró a empresas relacionadas con la que se está favoreciendo del crédito fiscal? ¿Se están financiando con recursos que iban al gobierno como pago de impuesto, películas hechas por un miembro de mi familia? No está mal que un empresario financie a un ahijado, hijo o sobrino una película con sus propios fondos, pero ¿con dinero que es del gobierno? ¿No es eso nepotismo? ¿Por qué anunciantes de toda una vida de mis programas, ajenos a mi pasión de quererme comunicar por el cine, es ahora que no cesan de incentivarme hacer más proyectos que los que humanamente puedo manejar? ¿Cómo es eso que un diputado con aspiraciones Alcalde utilice el cine para su promoción como candidato, con carnada de promover valores con cantantes urbanos? ¿Se le deja pasar porque es de moderno partido de oposición y abanderado de todas las brechas fiscales a que aspiran sus "templos", como dicen los cirqueros?

tuber2Para evitar que este hoyito fiscal del cine se siga ampliando es urgente prohibir a las empresas participar en el esquema,  lo que creo se puede hacer por vía administrativa. El impuesto sobre la renta lo pagan las empresas y las personas físicas, de manera que la transferencia de recursos el gobierno puede decir que lo hará con lo que cobra a los segundos o, mejor todavía, como una transferencia más de su tesorería.  Las empresas vuelven atender así en sus consejos de administración los temas pertinentes a su actividad económica principal. Sin la presión de estos empresarios es posible empezar a discutir algo mejor de lo que tenemos, donde ellos ponen la música sin pagar la orquesta.

Hay que hacerlo pronto porque ya empezaron los que se favorecen de este esquema mercantilista de privilegios, hablar de la creación de empleos y dinamización de la economía en “locaciones” que se hacen peliculadas. Este es un argumento tan ingenuo, tan de Chacumbele, que ilustraremos con los mismos actores de “Tubérculo”, cuando visitaron hace un tiempo al Presidente Danilo Medina. ¿Qué le pidieron este par de gandíos, ya millonarios gracias a su tesonero trabajo realizado con anterioridad a la Ley de Cine? Nada menos que el gobierno haga inversiones públicas en carreteras y otros proyectos en las comunidades donde nacieron.  Si se parte de que el gasto público genera empleo y más bienestar en la población, entonces no hay pérdida de utilidad social si se deroga la ley de cine y los recursos se van a construcción de más escuelas, carreteras y hospitales públicos.  Interesante sería ver a las comunidades de Jamey, San Cristóbal, y Carrera de Yegua, San Juan, una encuesta con esta pregunta: "¿Prefiere usted que el gobierno le de dinero a Miguel y Raymond, a quienes ve usted gratis por televisión,  para hacer una película que va a disfrutar el capitaleño o residente de ciudad grande que puede pagar una sala de cine; o que ese dinero lo use aquí en su comunidad para apoyo agricultores, pequeños empresarios y ayuda en efectivo a los pobres?"  Que  ellos y todos los receptores de este subsidio fiscal hagan esa encuesta para que vean como les pasa como aquel que "el mismito se mató".