A medida que enfrentamos los desafíos presentados por la pandemia desde el año pasado, nuestra misión de empoderar a cada persona y organización en el planeta para que puedan lograr más, es más importante que nunca. Aun antes de los desafíos impuestos por la covid-19, en Microsoft ya nos encontrábamos evolucionando nuestra cultura para transformarla en una cultura cimentada en el aprendizaje y el crecimiento capaz de proporcionar el tipo de resiliencia que la gente necesita para trabajar y empoderar a otros, incluso en tiempos de adversidad. Para lograrlo, necesitamos grandes líderes. Y en Microsoft creemos que todas las personas pueden ser líderes. Nos guiamos por tres principios de liderazgo: aportar claridad, generar energía y garantizar el éxito. Conforme nos acostumbramos a las nuevas maneras de trabajar, estos principios son aún más importantes hoy en día.
Respaldados por la neurociencia cognitiva social y la psicología organizacional, estos principios de liderazgo guían a todos los empleados de Microsoft para cumplir con éxito nuestra misión. Muchos de los principios se pueden aplicar en otras organizaciones, especialmente en estos tiempos de incertidumbre y de trabajo a distancia.
Aportar claridad abarca mucho más que solo comunicarse de forma clara con los empleados y las partes interesadas. Consiste en asegurar que todos entiendan los mensajes y en proporcionar un enfoque y un sentido de dirección para que todas las personas tengan una mayor posibilidad de garantizar el éxito. Gracias a su mente curiosa, los líderes destacan por tomar en cuenta diferentes puntos de vista y escuchar a los integrantes de sus equipos para asegurar que todos estén alineados. Al comienzo de la pandemia, nos percatamos de la importancia de aportar claridad. En el mundo eterno de reuniones y eventos virtuales por Teams, la claridad despierta la curiosidad de los equipos y despeja el camino para los integrantes de los equipos remotos. Esta claridad no sólo provino de nuestros líderes, sino también de nuestros equipos y empleados en todas partes del mundo. Para nosotros, el mensaje más claro e importante que deseábamos comunicar era que la salud y seguridad de nuestros empleados es nuestra principal prioridad.
Un ejemplo de cómo se aplicó este principio al inicio de la pandemia fue la forma en que Kathleen Hogan, nuestra directora de RR. HH., aprovechó nuestros canales de comunicación establecidos para crear un espacio donde los gerentes pudieran orientar, responder dudas generales y recibir opiniones. Los líderes de todas las áreas de negocio empezaron a comunicarse periódicamente, lo que abrió espacio para que las personas compartieran sus inquietudes y apoyaran a sus equipos en temas tanto laborales como emocionales.
Generar energía multiplica el impacto dentro de nuestros equipos, ya que promueve las ideas, fomenta las acciones audaces y brinda apoyo continuo. Los grandes líderes promueven la creatividad y la colaboración, se reconocen a sí mismos como modelos a seguir y asumen con seriedad la responsabilidad de fomentar un ambiente laboral productivo e inclusivo. De igual manera, en Microsoft esperamos y permitimos que todos generen energía para convertirse en modelos a seguir. Mientras continuamos trabajando a distancia, es fundamental crear un espacio seguro e inclusivo para conservar el sentido de comunidad y mantener una colaboración productiva. Hemos encontrado soluciones creativas para continuar infundiendo energía y permanecer unidos a pesar de la distancia.
Debido a que las interacciones en los pasillos de la oficina han dejado de existir, es importante conservar esa conexión personal y energía con los integrantes de los equipos. Para fomentar esa conexión, los líderes reúnen a sus equipos virtualmente, a fin de asegurar que todos los integrantes cuenten con las herramientas físicas y emocionales que necesitan para triunfar en estos tiempos difíciles. Estas conexiones han sido posibles gracias a las horas felices virtuales, los cafés matutinos y las fiestas virtuales, entre otros.
Aquí en República Dominicana, creamos una llamada de equipo local, en el cual originalmente la idea era compartir informaciones sobre el trabajo remoto. Pero el encuentro fue tan bien recibido que decidimos institucionalizarlo cada dos viernes, con la intención de mantener contacto, sin agenda, en un espacio dedicado a conectar como compañeros y no perder la costumbre de compartir en un entorno relajado y ameno. Así cada dos semanas nos conectamos vía Teams, compartimos noticias sobre nosotros, nuestra salud, nuestras familias y nos mantenemos unidos aun en la distancia.
Por último, en Microsoft creemos que todo es posible y nos enfocamos en los resultados que tienen un impacto significativo y garantizan el éxito. A diario nos esforzamos por empoderar a otros: colegas, clientes y otras partes interesadas. A través de nuestra tecnología, hemos ayudado a las organizaciones en la primera línea a resolver los problemas ocasionados por la pandemia. Garantizar el éxito de nuestros clientes se convirtió en un principio de liderazgo aún más sólido.
En el país, con el propósito de brindar una visión real del estatus del COVID-19, el Servicio Nacional de Salud (SNS), apoyado por Microsoft, realizó aportes al sistema de salud dominicano a través de una herramienta de análisis y visualización de datos, donde 148 unidades de acceso ciudadano y 62 de la red privada, comparten informaciones como: disponibilidad de salas; Unidades de Cuidados Intensivos (UCI); estatus de los casos confirmados o sospechosos, informaciones demográficas de los afectados por provincia, así como otros elementos que ayudan a los directivos de los centros de salud en la toma de decisiones ante los retos que enfrentan en el del día a día.
Los tres principios de liderazgo —aportar claridad, generar energía y garantizar el éxito— han guiado a Microsoft en los últimos años y nos han ayudado a superar la situación que estamos viviendo. Los ejemplos antes mencionados muestran la manera en que estos principios se han aplicado durante la pandemia. Y así como han sido valiosos para nosotros, pensamos que pueden aplicarse en otras organizaciones para ayudarlas y llevarlas al éxito ahora y en futuro. ¡Juntos lo lograremos!
*Ana Patricia Mejía, Representante de Microsoft en RD