Leo en Acento.com la crónica de Carolina Batista: "Tres minutos bastaron para que la Cámara de Diputados liberara de todo trámite y aprobara al vapor el Proyecto de Ley de Presupuesto General de la Nación para el 2012. El presidente de la Cámara, Abel Martínez, dio inicio a la sesión como nunca antes, a las 10:30 de la mañana, y ya antes de las 10:40 estaba aprobado el Proyecto de Ley con la anuencia de 83 de 140 diputados presentes en el salón de la asamblea."Alienados de su omnímodo poder, alocaditos de triunfos y muertecitos de éxitos, los muy señores no tuvieron tiempo para leer a un Sabines de desamor herido: "¿Te parece bien que te quiera nada más una semana? No es mucho, ni es poco, es bastante. En una semana se puede reunir todas las palabras de amor que se han pronunciado sobre la tierra y se les puede prender fuego." Eso. Una semana, perínclito del mazazo, don Abel. En una semana pudieron los patriotas educados demorados de Caín, disimulada entre copas su arrogancia victoriosa, dignarse a escuchar a otros sectores, faltaba muy poco para el 16 por ciento del Presupuesto, acaso un barrilito servido en nominilla de Carrara, por supuesto.
Al PLD legislativo le ciega la concepción trujillista de la democracia, si es que si existe la trujillista concepción de la señora. Hablo de considerar al poder delegado por los votantes como una patente de corso para actuar en contra de lo mas sagrado que tiene un hombre, después de su honor, su libertad y su conciencia: sus hijos, su familia.
Estos príncipes del olvido no podían invertir una semana en algo tan poco importante como el Presupuesto Nacional, así que decidieron dedicarle tres minutos. Fueron tres minutos, con la puntualidad de un asaltante de bancos, y la brevedad de un beso adolescente. Tres minutos bastaron para un striptease tan revelador como vergonzoso: "aquí estamos, esto somos nosotros." El nerviosismo de Caín lo delataba. ¿Cuánta burla soporta un pueblo en tres minutos?
Obnubilados de ese poder, que como el orgasmo es pasajero, curtidos en la arrogancia de saber que no existe alternativa electoral a sus desmanes, utilizaron tres minutos para matar otra vez a Juan Emilio, e ignorar el único reclamo que en los últimos 30 años ha reunido pacíficamente a la sociedad dominicana toda, desde Manuel Díez Cabral de los Vicini y su CONEP a Fidel Santana y su FALPO.
(En la lucha por el 4% E estamos todos, desde la mujer de la oficina que nunca tuve, hasta la innombrable mujer de mis desvelos, ay, alta como mis sueños, tierna como un "te quiero'. Aquí estamos; en esto estamos todos, menos ellos. )
Ciento ochenta segundos (180) que pudieron servir a los muy señores para enviar un twitter romántico a la dama en 140 caracteres: "Te espero en nuestro paraíso en la tierra, amor, vuelve ya, mujer, que me duele tu ausencia como si me muriera", o en plan ético-boschista, enviar un e- mail a la asistente principal para protestar como cuerpo legislativo, porque los impuestos del Club de los Pendejos que los pagamos hayan sido invertidos en construirles en Los Cacicazgos precisamente 180 apartamentos de lujo a los señores de la partidocracia y sus familias varias.
En tres minutos se aprobó un inmoral e ilegítimo presupuesto que desnuda al Congreso.
En tres minutos, y perdone usted don Mario Benedetti, pueden dos partidos y un ventorrillo "morirse de vergüenza histórica, o simplemente de vergüenza."