Lengua, conocimiento y comunicación (*)

El partir de la teoría del lenguaje, el  sujeto cibernético y el poder digital es comprender la relación que hay entre la cultura de la lengua, el conocimiento y la comunicación con el discurso tecnocientífico. Este último puede ser abordado no como si fuese una zanja entre tecnología- ciencia y sociedad. Por lo que dicha teoría nos hace situar las humanidades y la cibernética en estos tiempos en contextos reales y virtuales, nos hace situar esos discursos de acuerdo a esos contextos, los cuales pueden ser políticos, ciberpolíticos, culturales y ciberculturales. 

De lo que se desprende, que los ámbitos de las humanidades digitales en vez de cerrarnos espacios nos abren otros que entran en el ciberespacio de manera compleja, dando por sentado que los temas de estos tiempos no pueden ser abordados sin entrar en un enfoque interdisciplinar, multidisciplinar y transdisciplinar. Sobre esto, Moquete ya había dejado bien claro en ese texto de “Cultura de la lengua” como esa simbiosis entre las ciencias y las humanidades se llegaron a dar en siglos anteriores, en la que” el nombre de Pascal puede figurar al mismo tiempo en un texto lingüístico y en uno de física o geometría” (ibid:.223).

Por eso, cobra intensidad hacer la crítica a la cibernética de primer orden y a la tecnología como verdad y totalidad que tiene como estrategia erigirse en detrimento de las humanidades, y sobre la base de un pensamiento simplificado que todavía es asumido por los tecnólogos que no entienden el pensamiento de la complejidad en que no se puede pensar de manera disciplinar en el mundo y cibermundo de hoy.     Mas, cuando “la sociedad de hoy la comunicación humana es cada vez más una cultura de la lengua, a pesar de la insistente creencia de que vivimos en una cultura de la imagen o bajo “el imperio inapelable de la comunicación tecnológica” tal como afirma Moquete (las comillas no son mías; ibíd.: 215).

Tal planteamiento entra el plano del discurso en cuanto al sujeto cibernético que ha de apuntar hacia una teoría del lenguaje, la cual es asumida como capacidad simbólica inherente al ser humano y que entra en la construcción de un discurso crítico que desmigaja las metáforas lingüísticas de programación, de matemática, en cuanto “lenguaje matemático”, “lenguaje computadoras” tal como señala dicho autor siguiendo la línea de Edmund Ortigues (ibídem). 

El adolecer de dicha teoría del lenguaje- el discurso – el poder cibernético,  el sujeto cibernético (consciente o no ) entra en una aceptación del discurso del poder tecnológico, de herramienta digital , que lo hace un consumidor pasivo y no un sujeto capaz de crear y recrearse  a sí mismo en ese ciberespacio el cual no se puede confundir con los dispositivos electrónicos (red de redes internet). Tal confusión produce un efecto en ese sujeto porque vive en la repetición , en la infoxicación o intoxicación de información, entendiendo por igual lo digital y lo cibernético, el mundo y el cibermundo,  la globalización cibermundial con el antiglobalismo que viven en ese cibermundo  los que quieren cerrar los espacios reales y que para tales fines se nutren del ciberespacio.

Es sobre esta teoría que he venido trabajando las reflexiones sobre una filosofía tecnocientífica, que incluye lo cibernético y la compleja articulación del lenguaje, la lengua, el sujeto, el discurso, la sociedad y el poder. Tal visión ha dado como resultado un enfoque sistémico  sobre el cibermundo como mundo digital y virtual sobre el cual  han estado surgiendo varias disciplinas que están relacionadas con el prefijo ciber, en este caso concreto, la ciberpragmática que es la articulación de este prefijo con la pragmática, para dar como resultado dicha disciplina, la cual estudia la relación entre lenguaje y discurso,  los diversos signos  (memes, emoticones) y cibergéneros, que  entran en el contexto del cibermundo, específicamente en el ciberespacio, a través de sus múltiples espacios virtuales, redes sociales y aplicaciones (blog, chat, facebook, twitter, snapchat, email, , whatsApp , Instagram ).

La conceptualización de lo ciber como prefijo es asumido como bueno y válido por la Real Academia Española y la Asociación de Academia de la Lengua Española. El intelectual Guzmán Ariza quien es miembro de la Academia Dominicana de la Lengua dice que (…) “el caso del prefijo moderno “ciber”,derivado del griego “kybernetes” que significa el arte de pilotar un navío o el arte de dirigir a los hombres o el arte de gobernar (…) logró poco a poco penetrar el mundo de las computadoras hasta que, en 1982, un escritor norteamericano de ciencia ficción, William Gibson, separó la partícula “cyber” de “cybernetics” e inventó la palabra “cyberspace” para denominar el espacio virtual creado por las redes informáticas. Desde entonces, como bien lo precisa Guzmán Ariza, el prefijo “ciber” se encuentra presto para la formación de vocablos nuevos en nuestro idioma, tales como cibernauta, cibersexo, cibercompra, cibercorreo, cibermensaje, cibercafé,ciberforo, ciberamigo (…) y ciberpágina o cibersitio, términos estos dos últimos que además de resultar más concisos y elegantes que “página web”, tienen la gran ventaja de ajustarse a la morfología y sonidos normales del español (2015,Merejo:4).

Tales planteamientos entran en un nuevo enfoque cibercultural que no es la negación de la cultura, porque esta última es un sistema de representaciones, de acuerdo a Matos Moquete citando a Benveniste, “organizadas por un código, leyes, política, ética, artes”, que necesariamente descansa según Moquete en “el simbolismo del lenguaje , y se mantiene vigente gracias a la comunicación lingüística que sirve de vinculo de integración del sujeto a su medio social”. (Ibid:.227-228).

Es por eso, que en  la sociedad dominicana después de treinta años del discurso “La cultura de la lengua” de Manuel Matos Moquete, hay que seguir indagando sobre la implicación de esta en la sociedad dominicana, más que en estos tiempos  no somos ajenos a nueva forma de vivir y compartir en redes y entornos virtuales, en el que los discursos fluyen no solo en los entornos reales de la cultura sino en los virtuales de la cibercultura en la sociedad dominicana que se ha estado haciendo multimodal, interactiva e instantánea.

* Este ensayo forma parte de la ponencia presentada en la celebración de los 30 años de la obra "La Cultura de la Lengua", de Manuel Matos Moquete. Acto organizado por el Dr. Gerardo Roa, de la Escuela de Letras de la UASD, en el Salón de Orientación de la Biblioteca Pedro Mir y en la que también participaron los doctores Diógenes Céspedes y Julio Cuevas.