Siendo esta mi última columna del 2014, considero oportuno compartir mis deseos para el 2015 con los lectores. Mis deseos consisten en trece virtudes universales que Benjamin Franklin, uno de mis personajes históricos favoritos, escribió en Boston en el año 1734 a la corta edad de 28 años.

Benjamin Franklin escribe en su autobiografía que se esforzaba en desarrollar virtudes universales porque deseaba vivir una larga vida, sin faltas ni arrepentimientos. Las virtudes no se originan en ninguna cultura en particular, ni tampoco pertenecen a una ni a otra doctrina religiosa, sino que se basan simplemente en las observaciones diarias de este padre de la patria Estadounidense.

Las trece virtudes a seguir en el 2015 son las siguientes:

1. Templanza: No comas hasta sentirte harto. No bebas hasta la ebriedad. Iguala cada porción de carne con la misma porción de vegetales.

2. Silencio: No hables más de la cuenta. No hables más que aquello que pudiera beneficiar a otros, a ti mismo, o a la sociedad en que vives. Evita las conversaciones triviales y sin sentido.

3. Orden: Ten un lugar para cada una de tus cosas. Ten un momento para cada parte de tu trabajo y para tu familia.

4. Resolución: Comprométete a llevar a cabo lo que debes hacer. Haz sin falta lo que te comprometes a llevar a cabo.

5. Frugalidad: No gastes más que en lo que pueda hacer el bien a otros o a ti mismo. No desperdicies nada.

6. Trabajo: No pierdas el tiempo. Ocúpate siempre en algo útil. Elimina todo acto innecesario cada día. Duerme, pero no mas de lo que necesites.

7. Sinceridad: No lastimes a nadie con engaños. Piensa con inocencia y con justicia. Si hablas, hazlo de acuerdo con esto.

8. Justicia: No perjudiques a nadie, ni haciéndole daño ni omitiendo lo que es tu deber. Trata a todos con igualdad y respeto, sin importar las diferencias personales, culturales, sociales, o religiosas.

9. Moderación: Evita los extremos en todos los sentidos, principalmente en la política y la religión. No guardes resentimientos tanto tiempo como puedas creer que lo merecen.

10. Limpieza: No toleres la falta de limpieza, ni en el cuerpo ni en la ropa ni en la vivienda.

11. Serenidad: No te dejes alterar por nimiedades, ni por accidentes comunes o inevitables.

12. Castidad: Siempre mantente fiel a tu pareja. Vive sin engaños y con cuidado por motivos de salud y descendencia, sin que llegues a afectar tu propia paz o reputación o la de otra persona.

13. Humildad: Imita a Jesús y a Sócrates. Como dijo Shakespeare, vale más ser de baja condición y codearse alegremente con gentes humildes, que no encontrarse muy encumbrado, con una resplandeciente pesadumbre y llevar una dorada tristeza.