La ansiedad es un trastorno mental que alerta al organismo humano ante cualquier situación considerada peligrosa o amenazante para el cerebro. La ansiedad moviliza al organismo para afrontar, atacar, neutralizar, adaptarse o huir ante cualquier situación peligrosa percibida por el cerebro. El trastorno de ansiedad interfiere en las actividades familiares, académicas, laborales y sociales (DSM-II y DSM-III). La ansiedad puede ser leve, mediana o crónica. El proceso ansioso tiene un inicio, un pico y una caída. El cuadro ansioso leve o mediano se puede superar con o sin el uso de medicamentos, mediante el tratamiento psicoterapéutico temprano, guiado por un psicólogo o psiquiatra.

En los casos de ansiedad crónica acompañada con ataque de pánico, la sintomatología es más aterradora para las personas que padecen este tipo de enfermedad mental, ya que se puede presentar una constelación de síntomas que incluye, entre otros, período intenso de miedo o malestar caracterizado por palpitaciones del corazón (corazón desbocado), sudoración, temblor o sacudidas, sensación de falta de aliento, sensación de ahogamiento, dolor en el pecho o malestar, náuseas y malestar abdominal, sensación de mareo, falta de balance para caminar, cabeza vana y posible desmayo (DSM-IV y DSM-V).

En un cuadro de ansiedad crónico, las personas pueden presentar miedo a perder el control o volverse locas y, en muchos casos, pueden sentir miedo a morir. En tal situación, la persona que padece un trastorno de ansiedad podría tener la creencia de que parte de su cuerpo ha perdido las sensaciones y, al mismo tiempo, podría presentar oleadas de frio o de calor e incluso, sufrir períodos delirantes. Según los resultados de un estudio realizado por el Royal College of Physicians de Gran Bretaña en el mes de noviembre del año 2017, más del 50 por ciento de los casos de las enfermedades registradas en los últimos cinco (5) años en Gran Bretaña no tienen origen orgánico, sino que son el resultado del trastorno de ansiedad que padecían las personas que participaron en dicho estudio (INF. EGB-Ab-2015-2017-2,600 p. inclusive….pag.118).

La mayoría de las personas con trastorno de ansiedad están convencidas  de que sufren de enfermedades incurables, según los resultados del informe citado en el párrafo anterior, en cuya redacción participó el Colegio Real de Psiquiatras de Gran Bretaña y varios psicólogos clínicos y sociales. Los síntomas de ansiedad que padecían dichas personas eran reales y, en los casos más graves, los pacientes ansiosos quedaron muy resentidos o disgustados cuando se les dijo que su condición de salud física era el resultado de sus trastornos mentales, cuales tendrían sus bases en el estrés, la ansiedad, el miedo, la doble moral y, en muchos casos, al exceso de trabajo o a los compromisos económicos que las personas no podían honrar (INF. EGB-Ab-2015-2017).

Por su parte, los resultados del estudio realizado por el Royal College of Physicians de Gran Bretaña indican que, los órganos más afectados por el trastorno de ansiedad son: el corazón, el intestino y los pulmones. El referido informe considera que, la ansiedad se puede considerar como un gran simulador, ya que se presenta en múltiples formas y acompaña a la mayoría de las enfermedades físicas y, al mismo tiempo, acompaña a todas las enfermedades mentales (miedo, estrés, depresión, ataque de pánico, bipolaridad, esquizofrenia, entre otras). Además, dicho informe agrega que, la ansiedad se presenta en todos los grupos de edades, por lo cual la sufren niños, adolescentes, adultos y aquellos adultos mayores o de la tercera edad. La ansiedad no respeta raza, estatus social, color o religión.

Al ponderar el cuadro de trastorno de ansiedad, el Colegio Real de Médicos de Gran Bretaña recomienda que, cada hospital o clínica, debe poner a disposición de sus usuarios o pacientes espacios adecuados donde los psicólogos, los trabajadores sociales, los psiquiatras y los médicos puedan escuchar y dialogar cara a cara con sus pacientes y ayudarles a aplacar sus ansiedades y, al mismo tiempo, evitar que los pacientes no caigan en un cuadro de ansiedad crónica que los incapacites (INF. EGB-Ab-2015-2017). Los psicólogos, los psiquiatras y los médicos sabemos que, la ansiedad crónica constituye una de las causas más comunes de consumo de alcohol y todo tipo de drogas, ya que las personas que sufren de ansiedad consideran que el uso de alcohol y otros tipos de drogas no es dañino para su salud y, recurren al uso de las mismas como un relajante, sin tener conciencia sobre el impacto que tienen las drogas lícitas e ilícitas sobre el cerebro.

Por su parte, existe también el trastorno de ansiedad social. Este tipo de ansiedad se manifiesta cuando las personas sienten miedo marcado o persistente a asistir a actividades públicas, sienten temor cuando tienen que actuar frente a extraños, sienten miedo cuando consideran que estarán sometidas a la observación de otros y también sienten miedo cuando tienen que hablar en público. Otros síntomas frecuentes que manifiestan las personas que padecen trastorno de ansiedad social es que, subestiman sus propias capacidades y sus auténticas cualidades. Además, las personas con trastorno de ansiedad social presentan dificultades para iniciar o mantener relaciones amorosas formales, participar en reuniones o en  compromisos sociales, para no verse expuestas a posibles críticas (DSM-IV).

Los especialistas en Higiene y Salud Mental sabemos que, en una primera impresión, muchas personas con trastorno de ansiedad social pueden parecer tímidas, introvertidas o relativamente antisociales. No obstante, sabemos que, las personas con trastorno de ansiedad social evitan la mirada a los ojos y hablan poco o en un tono muy bajo para no ser el centro de atracción. Las personas que padecen de ansiedad social suelen ponerse anormalmente ansiosa cuando hablan con sus superiores o con personas que para ellas representan autoridad, llegando al extremo de rechazar asensos u otros reconocimientos que impliquen tener bajo su responsabilidad un grupo de personas a quienes tendrá que dirigir y/o supervisar.

La buena noticia es que, el trastorno de ansiedad detectado y atendido a tiempo por un psicólogo o un psiquiatra, es curable en un cien por ciento (100%). En tal sentido, recomendamos estar atentos para evitar que un cuadro de ansiedad leve o merada, se convierta en un trastorno de ansiedad crónico. Luchar con un cuadro de ansiedad crónico, requiere el uso combinado de psicoterapias cognitivas y, en algunos casos, el uso de psicofármacos y antidepresivos  (Dr. Aaron T. Bec). Les recuerdo que, los psicofármacos y los antidepresivos, producen efectos secundarios en la salud física y mental a corto, mediano y largo plazo.