Recientemente el Ministerio de Educación llamó a un Concurso Público de Oposición para docentes para cubrir unas 15 mil plazas para maestros, aplicando la ley general de educación 66-97 y la Orden Departamental 06-21 que reglamente el régimen de contratación.
Los maestros y maestras que ganen en esas plazas tienen las suficientes competencias, para las operaciones básicas de matemáticas, lectoescritura y otras de herramientas que le permiten cumplir con los parámetros de concurso.
En nuestra tarea pendiente esta transformar la calidad de los colegios electorales. La observación internacional nos permite ir tomando sanas prácticas de los tribunales electorales regionales, para incorporar de manera propositiva a los sistemas electorales regionales las mejoras prácticas.
Un ejemplo importante es el caso de Bolivia, donde los maestros se incorporar a los colegios electorales, esa integración se realiza mediante un sistema de incentivos, de ingreso, permanencia del docente en la carrera. Con una muy alta calidad del proceso.
Es el compromiso con el sistema democrático boliviano, en el caso dominicano la proyección de colegios electorales que se necesitaran para las elecciones del 2024 es de un promedio de 16,800 colegios. Si logramos conformar los colegios con recursos humanos de calidad, podemos transitar hacia la transformación del colegio electoral.
La realidad hoy es que la búsqueda del recurso humano para conformar los colegios es residual, debido a que solo esta disponible una franja de recursos humanos con bajísimas competencias, capacidades y habilidades. Es es una participación de la población más empobrecida que ve en el colegio electoral, no un servicio democrático, un fortalecimiento de los valores, sino una oportunidad para ganar una dieta que se asigna a los miembros.
Estamos frente a una oportunidad de cambios y mejoras. Sí el Ministerio de Educación colabora mediante ordenanza e introduce que los profesores que participen en los colegios electorales tendrán un incentivo por acentual, para el ingreso, promoción y permanencia, sería una loable labor transformadora para al fortalecimiento del sistema democrático.
La JCE certificaría la participación del ciudadano en el colegio remitiendo institucionalmente al ministerio la lista de participantes, le sería acreditado el valor porcentual en su expediente académico. Claro, la participación sería voluntaria, sin embargo, cuando un docente participe en un colegio tendrá una ventaja estratégica de puntos sobre el resto de sus compañeros profesores, técnicos o directores de distrito. No es una misión imposible, otros Estados lo han logrado, nosotros podemos empezar temprano, aprendiendo de los errores del pasado porque, contrario a la percepción política, los colegios electorales son fundamentales, es allí donde se cuentas los votos, pero penosamente en el pasado hemos tenidos colegios donde los miembros no saben aritmética, no sobe sumar un colegio de 500 electores, las actas llegan indescifrables. El mal con tiempo tiene cura.