Históricamente, desde la época de la industrialización, la organización del trabajo ha ido evolucionando respondiendo a múltiples factores técnicos, económicos y sociales. Estos cambios han incluido, entre otros, reducciones en las jornadas de trabajo que pasaron de hasta 16 horas de corrido a las actuales 8 horas diarias con un intermedio para el almuerzo.
Pero también esos cambios han traído el sistema de trabajo por turno y nocturno, este último con sus consecuentes efectos sobre la salud de quienes realizan sus labores en las horas cuando se supone que debían dormir y reponer energías.
Se considera trabajo por turno aquel en que un equipo de trabajadores y trabajadoras sustituye a otro equipo de manera sucesiva en los mismos puestos y labores por un tiempo o turno determinado.
El trabajo nocturno es el que se realiza entre las 11 de la noche y las 7 de la mañana.
Entre las razones para la organización del trabajo por turno y nocturno podrían estar las técnicas, tales como: uso continuo de las maquinarias y equipos lo que favorece el más rápido retorno de la inversión; las sociales, como la necesidad de continuidad en los servicios sanitarios, de seguridad, de bomberos, etc. Otras razones las constituyen las económicas, que tienen como objetivos garantizar la máxima producción y rentabilidad de las empresas.
Tipos de trabajo por turno:
1.- Turnos discontinuos: es cuando el horario de trabajo de la empresa es menor a las 24 horas, con una pausa al día y los fines y semana. Por lo general son dos turnos.
2.- Turno semicontinuo: el horario de trabajo es de 24 horas diarias con con una pausa los fines de semana.
3.- Turno continuo: la empresa trabaja, sin pausa, las 24 horas del día, los 7 días de la semana y los 365 días del año.
La cantidad de turnos, la frecuencia y la rotación del personal dependerán de las necesidades de la empresa según la actividad económica a la que se dedique y la cantidad de empleados disponibles.
Es bueno señalar que el sistema de turno continuo es el más complejo y que según los estudios tiene mayor incidencia negativa sobre la salud de los trabajadores y trabajadoras. En cambio, el sistema de dos turnos es el más favorable.
Hasta aquí hemos generalizado sobre el tema para darnos paso a tratar algunos aspectos más directamente relacionados con los efectos del trabajo por turnos y nocturno.
El ser humano es un animal diurno y se manifiestan en él una serie de ritmos biológicos relacionados con el cosmos, tales como: el ritmo cardíaco, sueño -vigilia, ciclo menstrual, entre otros.
El ritmo sueño-vigilia es que más se altera por factores externos y las actividades nocturnas podrían alterar el sueño reparador. Los efectos negativos del trabajo a turno son más acentuados en los rotativos que en los fijos nocturnos.
Es importante señalar que la susceptibilidad individual influye en la manifestación de los trastornos de los trabajos a turnos, presentando mayor vulnerabilidad las personas:
1-Menores de 25 años y mayores de 50 años.
2-Que padecen epilepsia, diabetes, cardiopatías isquémicas.
3-Antecedentes psiquiátricos
4-Trastornos del sueño.
5-Que tienen una carga familiar importante.
6-Que viven solas.
7-Viven en áreas ruidosas.
8-Que abusan de alcohol y drogas.
9-Otras.
Algunos efectos negativos del trabajo nocturno:
1-Trastornos del sueño.
2-Fatiga, irritación, apatía, depresión y ansiedad.
2-Dolores de cabeza por las mañanas.
3-Gastritis, digestión lenta y pérdida del apetito.
4-Trastornos en las relaciones socio-familiares y laborales.
5-Absentismo, mayor accidentabilidad (principalmente entre 3 y 6 de la madrugada), baja productividad, rendimiento y calidad del trabajo.
Recordamos que estos trastornos no se manifiestan en todos los individuos y que muchos se adaptan sin ningún problema a este horario.
Los tiempos y las empresas requieren de la mayor producción posible con calidad, eficiencia y eficacia, por lo que cada día más requieren de un sistema de trabajo continuo para los cual requerirán de un personal que siempre estará disponibles por necesidad, preferencia u obligación, solo que esta misión debe hacerse con el menor riesgo posible a la salud de los trabajadores y trabajadoras.
Algunas recomendaciones para disminuir o eliminar los efectos negativos del trabajo por turnos:
1-Establecer y aplicar los criterios de selección de los trabajadores nocturnos.
2-Realizar evaluación médica preempleo y periódica al personal de trababajo a turnos y nocturno.
3-Promover una alimentación equilibrada y saludable.
4-Limitar, en lo posible, la sobrecarga física y psiquica y el trabajo repetitivo nocturnos.
5-Evitar, en lo posible, tareas complejas entre 3 y 6 de la madrugada.
6-Evitar las comidas pesadas.
7-Hacer ejercicios regularmente.
8-Darles prioridad a las trabajadoras embarazadas para el cambio a horarios diurnos.
9-Mantener controladas las sustancias tóxicas, las vibraciones, el ruido, la temperatura y una adecuada iluminación.
En conclusión, la clave es "adaptar el trabajo al hombre y cada hombre a su trabajo".