Continuando con nuestra serie sobre Las Torres Colón, pasamos a abordar el tema de su remodelación un poco más a profundidad.

En el año 2019 la empresa aseguradora Mutua Madrileña, a la sazón propietaria del edificio (o de los edificios de) Torres Colón, se planteó de manera formal, y mediante la convocatoria de un concurso, la remodelación de este icónico emblema madrileño, uno de los varios que hay en Madrid, pero sin duda, y por su ubicación, unos de los más representativos; por lo menos a nivel de historia reciente de la arquitectura española.   

Las torres , con unos 117 m de altura ( algunos autores hablan de tan solo 110 m) y 23 plantas en total, construidas entre finales de los años 60 y mediados de los años 70, como hacíamos referencia en nuestro artículo pasado,  contaban ya con dos remodelaciones encima, una de ellas acometida por el propio proyectista original, Don Antonio Lamela y Martínez, en 1990. La misma consistió, en la “unificación” de las dos torres (independientes hasta ese momento y solo unidas por su base), mediante una escalera de incendios central y un remate de color verde cobre.

La nueva reforma que nos ocupa, y que desde el punto de vista legal, ha contado con el visto bueno de la Comisión para la Protección del Patrimonio Histórico-Artístico y Natural (CPPHAN) del Ayuntamiento de Madrid, será acometida por el estudio de arquitectura Luis Vidal + Arquitectos, quienes ganaron el concurso convocado por los promotores del proyecto, es decir Mutua Madrileña.

Esta nueva propuesta de remodelación no supone un simple cambio, sustitución o adecuación de partes o de la totalidad del proyecto sin más; supone, según los autores del encargo y los proyectistas del mismo, convertir a Torres Colón en el primer edificio de oficinas de consumo casi nulo (Net Zero Energy Building), contemplándose en el mismo,  la instalación de energías renovables y sistemas que aporten a la eficiencia energética del mismo, en pos del objetivo de consumo casi cero. 

A modo de opinión

El autor, partidario, casi siempre,  de dar paso a nuevos y mejores proyectos que redefinan la trama urbana ( en código de edificaciones), ve con muy buenos ojos el cumplimiento de los objetivos y normativas europeos para alcanzar el consumo cero o casi cero en las edificaciones, tanto de nueva planta, como de remodelación, como es el caso.

Partiendo de este punto nos planteamos las siguientes interrogantes, y las compartimos con los lectores:  ¿Siendo legal, también sería legítimo reconfigurar un edificio emblemático cuando a su vez se reconfigura un icono de la ciudad?…¿Son las Torres Colón un símbolo y un ejemplo de buena arquitectura de la segunda mitad de siglo XX?….

Queremos dejar estas preguntas abiertas, sin respuestas del autor, para que el debate se lo plantee el propio lector, y podamos realizar una especia de debate, aun sea este virtual.

Hasta la próxima.