Es mejor deber dinero que un favor, lo dice el conocido refrán. Al recibir cualquier tipo de favor uno se compromete de por vida. No importa todo lo que se haga, siempre se está en deuda.

Peor es cuando se es favorecido, aún se cuente con los méritos, en una posición que se supone fue ganada por oposición, aunque se haya orquestado un espectáculo para la elección, para convertirse en una marioneta.

Usted ha decepcionado a sus maestros, colegas, amigos y estudiantes. Usted ha tirado su honor y el de su familia por el suelo. Usted se ha condenado y condenado a los suyos a ser señalados de por vida. Usted ha premiado lo malo, lo perverso, lo corrupto.

No renuncie a todos sus cargos como piden algunos, porque para ser justos -si es que existe la justicia, que ya lo estoy dudando- con eso, usted no paga el daño que le ha hecho a la República Dominicana.

¡ SINVERGÜENZA !