Todavía el país carece de un Plan Básico de Salud (PBS), situación irregular e inexplicable, luego de seis años del inicio del Seguro Familiar de Salud (SFS), y de contar la Superintendencia de Salud y Riesgos Laborales (SISALRIL) con una base de datos,  nacionale integral. De acuerdo a la Ley 87-01, el PBS constituye un imperativo legal de primer orden por tratarse de la columna vertebral del SFS.

El actual Plan de Servicios de Salud (PDSS)no está previsto en la Ley. Y si bien inicialmente llenó un importante papel destrabando un largo conflicto y nueve posposiciones,  mantenerlo indefinidamente constituye una violación a la Ley. Los ajustes introducidos y las propuestas existentes indican que se pretende continuar haciendo “más de lo mismo”.

A principios del 2002,SISALRIL propuso un PBS, basado en un estimado de las frecuencias y costos medios de los servicios de salud. De inmediato, el mismo fue fuertemente cuestionado por la Asociación Dominicana de Administradoras de Riesgos de Salud (ADARS), sometiendo una contrapropuesta con frecuencias y costos más elevados. SISALRIL, en vez de dialogar, trató de imponerlo, lo que generó enfrentamientos y tensiones durante cinco años,contribuyendo a retrasar el inicio del SFS Contributivo, con un enorme costo social, político e institucional.

El PDSS solo se justificó debido a la falta de información nacional confiable

Aparte de las intransigencias de ambas partes, lo cierto es que no existía una base de datos nacional sobre frecuencias y costos. Teníamos un sistema de salud fragmentado y excluyente, con modelos de atención disímiles. La información del IDSS no estaba actualizada, ni era suficiente;la de SESPAS desorganizada, inconsistente y poco representativa; y la del SEMMA más aceptable, pero conalgunas lagunas. Las igualas médicas y los seguros de salud mostraron recelos y secretos, además de ser limitadas. En adición, no hubo forma de cuantificar la demanda de salud por accidentes laborales y de tránsito, servicios que debían ser excluidos del Plan Básico de Salud (PBS).

En estas condiciones, se carecía de elementos objetivos para evaluar los argumentos de SISALRIL y de ADARS. El Seguro Familiar de Salud fue víctima de un círculo vicioso: la falta de suficiente información real y representativabloqueaba la aprobación del PBS y el inicio del SFS,pero a su vez, la posposición del SFS impedía contar con una base de datos nacional e incuestionable.

Luego de nueve posposiciones, y para contribuir a romper este círculo vicioso, decidí elaborar un “PBS provisional”, con dos objetivos: 1) viabilizar el inicio del SFS; y 2) acumular información real y representativa de la realidad nacional para elaborar un PBS definitivo. Para ello recurrí a las informaciones con las que calculé el aporte al SFS, basadas enmis consultorías en Centroamérica, en el IDSS y el SEMMA, y en varias igualas y seguros de salud. Pude actualizarlas gracias al acceso a varias bases de datos públicas y privadas. Revisé y reajusté las frecuencias y costos, e incluí copagos provisionales para reducir las diferencias más críticas entre SISALRIL y ADARS.

La presenté en privado a los líderes de ADARS, y a los dirigentes sindicales más receptivos, logrando receptividad luego de varias jornadas. Luego de mi relevo de la Gerencia General, el sector privado retomó y ajustó la propuesta, la cual fue finalmente negociada entre empresarios,  trabajadores y el  Presidente Leonel Fernández. El nombre de PDSS no lo puse yo, pues siempre lo concebí como un PBS provisional, solopara viabilizar el inicio y hasta disponer de información nacional integrada.

Pero prolongar el PDSS,además de ilegal, como veremos, genera insatisfacciones y dificulta la revisión del catálogo de prestaciones, la administración del riesgo y la supervisión.