TIRE – TIRADO
En las dos voces de este título existe un origen común, pero los significados son opuestos. Esto que se acaba de expresar se examinará en el desarrollo de esta sección. Hay que aclarar que se trata en ambos casos de acepciones que poseen los dos vocablos en el español dominicano.
Una persona a quien se califica de “tirada” puede ser aquella que no pone suficiente atención en el cuidado de su aseo y vestimenta. Un ejemplo de ese uso es este, “Ese muchacho está to´tirao”. Un vocablo que puede sugerirse en tanto equivalente de ese es “descuidado”. Específicamente se refiere al descuido de su persona. De un modo u otro ese “tirado” tiene relación con el verbo tirar. Es un grado menor de “abandono”.
Lo que llama poderosamente la atención es que “andar con un tire” no es caminar en compañía de una persona que responde a ese nombre, sino “tener un tire”. Un “tire”, se vincula también con el verbo tirar, del mismo modo que la voz antes mencionada. Pero el tire es estar ataviado con esmero, con interés en aparecer bien presentado.
El Diccionario del español dominicano (2013) define con toda propiedad el sustantivo, “Elegancia o refinamiento en la forma de vestir”. Al mismo tiempo el tire es, “El conjunto de ropa elegante”.
Andar con un tire sería equivalente de “tirarse el armario encima”; “desplegar el buque insignia”; “tirar tela”; o como le oí decir a un venezolano en una ocasión, “andar más tirado que un peo de culebra”.
La historia de estas palabras no termina ahí, “andar tirado” puede significar, así mismo, que la persona luce sus mejores galas. Que esa persona está ataviada con pulcritud. La oposición entre los dos vocablos se manifiesta cuando se dice o escribe que una persona “está tirada”, pues puede muy bien significar un comentario positivo, así como uno negativo. La ambigüedad se despeja en los casos en que se utiliza el verbo ser. Si se “es un tirado”, no cabe duda alguna de que se habla de un individuo que pone poca atención en su indumentaria y aseo personal. Las circunstancias del empelo disiparán el equívoco.
VIGILANTE
“. . .no el propósito de ser el VIGILANTE anónimo. . .”
Hay palabras que comparten varios idiomas. A veces se acepta la escritura y la misma pronunciación entre varios idiomas, aunque no siempre se copia el significado.
La palabra vigilante reúne los genes de una voz del español; de ello no cabe duda. Procede del latín y en las lenguas romances lleva significaciones similares, muy parecidas, a veces iguales entre ellas.
Cuando hay que tener cuidado es cuando esta palabra se utiliza en inglés. En la última lengua vigilante no tiene el mismo significado que en español y las demás lenguas romances. Las diferencias y semejanzas se examinarán más adelante, así como el origen de la voz.
En español vigilante es el que vigila, es decir, el que cuida para evitar que alguien o algo reciba daño. La palabra procede del latín vigilans, -antis. El vocablo en español, vigilante, es el participio activo de vigilar. La voz desempeña las funciones de adjetivo y de nombre.
En inglés la palabra del título designa a un miembro voluntario de un grupo civil que se organiza para castigar de manera sumaria a los delincuentes. Es un préstamo tomado del español, pero solo con la función de nombre. En esa lengua ha dado lugar a otro sustantivo, vigilantism, que denomina las actividades o prácticas de los vigilantes.
Hay que observar cuidado cuando se traduce del español al inglés, o viceversa, para no incurrir en errores. Se debe mantener presente la diferencia que se ha señalado más arriba.
TERCERIZACIÓN
“. . .la TERCERIZACIÓN en la operación del lugar. . .”
Tan pronto se posa la visa sobre esta voz de poco uso se capta la base sobre la cual está formada. El adjetivo numeral, “tercer”, está en el origen de la formación de este vocablo. Como consecuencia de la terminación de esta voz, -ción, se deduce que se trata de un sustantivo que indica acción y resultado.
Ahora bien, en este caso se sospecha que esta tercerización tiene relación con la tercería que es una figura jurídica de escasa circulación en el español de todos los días.
La tercería podría definirse como la intervención de una persona jurídica en un proceso del cual no ha formado parte, pero en el cual tiene un interés legítimo que él (el tercero) considera digno de protección jurídica.
Esta “tercerización” en la cita aparenta ser la acción de un tercero en un proceso legal, o bien, en el ámbito extrajudicial una acción de un tercero en cualquier situación en que ese tercero entiende que se le vulnera un derecho adquirido.
Si hubiere lugar a que se aceptase la extensión del sentido primero de la tercería en un caso como este, esta tercerización expresaría la intervención de cualquier extraño en una situación en la que no participa directa y activamente hasta el momento en que se involucra como intercesor o mediador.
Una vez recorrido este largo trayecto especulativo, debe mencionarse la tercerización argentina que se encuentra en el Diccionario integral del español de Argentina (2008:1739), “Referido a una empresa o un organismo, delegación de una tarea determinada a otra empresa, a un particular o a una entidad prestadora de servicios: la tercerización de servicios en los hospitales”.
Como resultado de la independencia tradicional de los argentinos en el manejo de su español, cuentan ellos con varias palabras más que se vinculan con la del título, ejemplo de esto son, “tercerista, tercerizado, tercerizar”.
No queda sino felicitarse de que el español general cuente con tantas avenidas de enriquecimiento que fluyen en su caudal.
SOBREACTUAR – *SOBRE ACTUAR
“. . .no tiene dimensiones SOBRE ACTUADAS. . .” (…) “. . .se notaba un poco tenso y SOBRE ACTUADO…”
Hace un tiempo largo ya que las Academias de la Lengua se están ocupando de propagar la noción de que los prefijos van unidos a la base que acompañan. La directiva parece que como en casos similares tarda en calar en la mente de los escribientes de español.
En algunos casos esa actitud se debe a la falta de actualización de muchos profesionales de la lengua y, en otros casos es el fruto de la falta de cuidado de los profesionales de la palabra que prestan poca atención a lo que ellos califican de “detalles”.
Sobreactuar es una sola palabra que el Diccionario de la lengua española define, “Dicho de un actor o de una actriz: Realizar una interpretación exagerada”. Esa es la primera acepción del verbo en tanto verbo intransitivo. La segunda acepción es, “Exagerar la expresión al actuar ante alguien”.
Hay que repetir que los prefijos se unen con las raíces a las que van antepuestos. Se convierten en una unidad, forman una sola palabra.