Domingo Antonio Cepeda Cruz (Mingo), tuvo la astucia y visión de guardar un volante en el plafón de su casa, ubicada en la calle Duarte No. 69 de la ciudad de Santiago de los Caballeros. Un día como hoy 16 de diciembre, pero del año 1959, fue distribuido el “volante” que estremeció los cimientos de la dictadura de Rafael Leónidas Trujillo Molina.
Este salvó milagrosamente la vida de las torturas recibidas en La 40 y la cárcel La Victoria. El nos mostró años después el volante que había guardado.
Las declaraciones ofrecidas durante su encarcelamiento, están resumidas en la página 327 del libro “Crímenes Contra la Seguridad Interior y Exterior del Estado Dominicano” de Luis Enrique Castillo. En el mismo se puede leer lo siguiente: “… La tirada de los panfletos fue el 16 de diciembre de 1959”.
Otras declaraciones importantes fueron las de José Camilo Disla Ramírez, Miguel Mauricio Luna Estrella, Enrique Almánzar Núñez y Félix Antonio Tavárez Vila, quienes afirmaron que fue el 16 de diciembre del 1959 la fecha de la tirada del volante.
Homero Herrera Velásquez , uno de los que confeccionó el volante junto a Manuel Armando Bueno en el sótano de la casa de Wenceslao Guillén Gómez, nos contó al poeta y escritor Andrés Acevedo y a quien suscribe, que a la mañana siguiente de la tirada de los volantes, Wenceslao Guillén, fundador de Unión de Grupos Revolucionarios Independientes (UGRI), realizó un recorrido por las zonas urbanas y periféricas de Santiago de los Caballeros, donde serían tirados los volantes que calificaban a Trujillo de un mierda.
La tarde de ese mismo día, Wen convocó a una reunión a Fello Fermín, Manuel Bueno y a Homero Herrera para contarle lo ocurrido la noche anterior.
El máximo líder de UGRI, sintió la satisfacción del deber cumplido y del éxito de la estrategia diseñada para enfrentar la dictadura de Trujillo.
Destacó Wen la astucia de Regino Pepín al colocar los volantes en cada puerta de la Iglesia San José de La Montaña, para que estos fueran recogidos por los feligreses que asistieran a la misa esa mañana.
También valoró la bravura de Enrique Perelló Espinal (Enriquito), el cual tomó prestada a Príamo Herrera, una bicicleta y llevó los volantes a Gurabo, Guazumal y Tamboril, entusiasmado siguió la ruta de distribución de los volantes a los pueblos de Esperanza y Valverde Mao, retornando a Santiago al día siguiente.
Expresa Homero Herrera, que Wen manifestó su disgusto al saber que uno de los que se comprometió distribuir los volantes los había tirado de forma irresponsable en un solar.
El integrante de UGRI, Miguel Mauricio Luna Estrella, desobedeció la orden de Wen, quien le había advertido no depositar el volante en la residencia de Justo Castellanos, reconocido opositor al régimen de Trujillo, su hermano Francisco Castellanos “Pancho”, se encontraba exiliado en Venezuela, y se corría el riego de que Justo, al recibir el volante, lo llevara a la Policía, pensando que era una trampa más que le había tendido el gobierno.
Dentro de nuestras investigaciones, hemos recibido testimonios reveladores en torno al acontecimiento histórico que fue la tirada del volante.
Estando de visita en la casa de mi amigo Rafael Lantigua Capellán, de la ciudad de Nueva York, Antonio Núñez comentó que Pedro Jaime Tineo había compartido sus volantes con uno de sus amigos para que fueran distribuidos en Baracoa.
José María Cruz Segura, Yía, junto a Sigfredo Jiminián y Julián Atiles, narró que estando con su esposa escuchando una radionovela, la señora del servicio le entregó tres (3) volantes que habían sido lanzados por debajo de la puerta.
Dijo Yía, que tomó dos de los panfletos y ordenó a la señora: “quema esa basura que enemigos del Jefe están lanzando”. Con el volante que había retenido se dirigió hacia donde Miguel Lama Mitre para mostrárselo, pero éste ya tenía uno que había recibido de forma clandestina.
Al final de una reunión en la Plaza Valerio, realizada el 13 de marzo del año 2014, el Lic. Pedro Antonio Fernández Salcedo, ex presidente de la Corte de Apelación de Santiago, dijo, que el día de la tirada del volante, lo había ido a buscar, casi a las dos de la tarde, a ese mismo Parque Ramfis, hoy Plaza Valerio, un amigo para que lo acompañara a la casa de Teófilo Luis Santos Proud’Homme “Luis El Negrito”.
La visita consistía en “advertirle” a “Luis El Negrito”, que no distribuyera los volantes esa noche. El Negrito fue el último de los panfleteros en ser apresado por el Servicio de Inteligencia Militar (SIM) y llevado a La 40, donde posteriormente fue asesinado.
Es importante destacar la preocupación de Wenceslao Marcial Guillén Gómez (Wen), por sus compañeros de lucha, cuando le dijo a Manuel Armando Bueno Pérez y a los demás compañeros detenidos, frente al doctor Faustino Alfonso Pérez Peralta, mejor conocido por el sobre nombre “La Cotorra Mansa” abogado y torturador de La 40, que leyeran bien el documento que iban a firmar porque no quería ver más prisioneros.
16 de diciembre del 2017
Santiago, R. D.