Mucho (quizás demasiado) he escrito sobre los “influenciadores”, pero creo que es un tema de relevancia, ya que dichos personajes son quienes crean (y manipulan) las conversaciones en el entorno digital.

Sin muchos rodeos diré una realidad:
Quienes se autoproclaman “influencers” son -en su mayoría- unos improvisados.

Y la razón por la cual esto sucede es por lo siguiente:

Un influenciador -de verdad- no se autoproclama como tal… Es un reconocimiento que le da el público.

Habiendo entendido eso, procederé a hacer un lista de los cinco (5) distintos tipos de influenciadores que existen, aclarando que los colocados en el #1 y #2, son los ÚNICOS que -desde mi punto es vista- son válidos y merecen reconocimiento.

  1. El “Real Influencer”: Aquel individuo que se especializa en un tema, genera contenido relevante y educativo, haciendo saber al público cuando su contenido es orgánico o resultado de un acuerdo comercial con una marca. No se hace llamar influenciador, dejando que sea el público quien lo denomine como tal.
  2. El “Micro Influencer”: Aquel individuo que NO resalta por tener miles de “followers”, pero que es constante en sus publicaciones y -sobre todo- sigue una estrategia temática y de contenido. El “Micro Influencer” comienza a volverse un medio MUY valioso para las marcas que buscan que su contenido sea promocionado por personas con credibilidad y que no son considerados como “famosos”.
  3. El “Falso Profeta”: En momentos es difícil distinguir a un “Falso Profeta” de un “Real Influencer”. El Falso Profeta encuentra un tema del que nadie habla, colocándose como un experto en el mismo (aunque no lo sea). Solo las personas que son expertas en dicho tema se dan cuenta que es un “Falso Profeta” pero el público en general cree que es un “experto”. Se deja “consentir” por las marcas que lo usan como medio para promocionarse. Normalmente su contenido NO es profundo y le gusta generar controversia para darse a conocer. Ejemplo: Dando declaraciones “controversiales” que pongan al público a hablar.
  4. El “Nadólogo”: Este es SUMAMENTE común y abunda como plaga en el mundo digital. Como su nombre bien lo dice, es “experto” en NADA, lo que lo lleva a hablar de todo (normalmente tonterías), utilizando sus redes para anunciar lo que sea. No tiene ningún respeto por su público, ni por la marcas que anuncia, ya que un día anuncia una, y -si le conviene- al día siguiente anuncia a la competencia.
  5. El “Cuerpo Sin Cabeza”: Si bien hay que reconocer a aquellas personas que se mantienen “fit”, debemos señalar que estos personajes creen que “por tener un buen cuerpo” están facultados para hablar del tema que sea. Estos personajes deben aprender que están en todo su derecho de mostrar sus “curvas”, pero deben limitarse a hablar de lo que saben… o mejor dicho, de no hablar de lo que no saben. Hay personas que se han vuelto influenciadores en temas de “fitness” y “salud” que merecen todo nuestro respeto y que NO entran en la categoría de “Cuerpo Sin Cabeza”, debido a que se apegan a lo que SI saben, estando dentro del grupo de “Real Influencers”.

Con estos 5 tipos de influenciadores, creo que he logrado abarcar a la mayoría de las personas que crean conversaciones en las redes sociales, esperando que -en el futuro cercano- personas dentro de las categorías de “Falso Profeta”, “Nadólogo” y “Cuerpo Sin Cabeza”, comiencen a profesionalizarse y generar contenido y conversaciones de calidad, en beneficio de las marcas y -sobre todo- del público.

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@RaulBaz