El ruso Dimitri Mendeleyev (1834-1907) se consagró en la historia por clasificar, organizar y distribuir los elementos de la naturaleza conforme a sus características químicas en un gráfico conocido como Tabla Periódica –TP-.
Más tarde, Juluis Lothar Meyes (1830-95), alemán, trabajo contemporáneamente el mismo tema, demostrando su relación con la ley periódica de los elementos en función de su masa atómica.
El suizo Alfred Werner (1866-1919) logró perfeccionar la estructura y configuración tal como la conocemos en la actualidad.
Posteriormente, el costarricense Gil Chavarri (1921-2005) hizo atinadas contribuciones relacionándola con la estructura electrónica del átomo.
A ellos se debe este valioso aporte al avance de la química moderna, dotando la ciencia de un genial instrumento clasificador, organizador y agrupador de los elementos químicos.
La diversidad geológica de RD aconseja que debiera solicitar la colaboración de China, aunque sea a través de Taiwán, para explorar exhaustivamente el territorio nacional
Esta sistematización empieza por el hidrógeno, número 1, hasta culminar con el 118, llamado UNUNOCTIO que aunque no existe en forma natural, se descubrió mediante cálculos matemáticos y se materializa fugazmente en pruebas de laboratorios. Irónicamente su descubrimiento suscitó un escándalo científico por amañamiento de datos.
En la Tabla Periódica existen 17 elementos conocidos vulgarmente como Tierras Raras –TRs-, donde dos de ellos son el escandio y el itrio. Los otros 15 elementos, son llamados lantánidos, o sea, el lantano, cerio, praseodimio, neodimio, prometio, samario, europio, gadolinio, terbio, disprosio, holmio, erbio, tulio, iterbio y lutecio. En la TABLA van del 57 al 71.
Estas sustancias simples, naturales o creadas, las Tierras Raras, se han constituido en factor clave para las innovaciones tecnológicos contemporáneas, incluso, actualmente son el santo grial de la ciencia, la estrategia global de los estados, y sobre todo, del comercio de productos de las nuevas tecnologías.
El nombre “tierra” se vincula a la nomenclatura antigua de los óxidos.
El uso y aplicación de estos elementos han posibilitado el advenimiento de la sociedad del conocimiento que se vive.
Por ejemplo, el CERIO es base de la aleación que genera chispas en encendedores. Como también es básico en la producción de los catalizadores sirven de fundamento al proceso Haber-Bosch en la síntesis de amoníaco.
La resonancia magnética no sería posible sin el LANTANO, gracias a su propiedad de facilitar la separación de señales de compuestos en los procedimientos de diagnóstico de enfermedades mediante técnicas de imágenes.
Por otro lado, varias TRs son usadas en combinación con halogenuros metálicos en la fabricación de lámparas de descargas HMI y en las aplicaciones de síntesis orgánicas de compuestos órgano-metálicos.
En los radiodiagnósticos son usados como fuentes fosforescentes de pantallas para intensificar imágenes en películas, emulsiones y revelados fotográficos.
Las TIERRAS RARAS son imprescindibles en la producción de teléfonos inteligentes, en los sistemas de guías de misiles, en los sistemas de GPS, en la generación de energías renovables, y otros productos de las altas tecnologías.
Las TRs fueron descubiertas en el siglo XVIII, sin embargo, permanecieron como curiosidad científica sin aplicación alguna. No obstante, a pesar de su nombre, abundan más que el zinc.
El principal escollo era –y sigue siendo aunque se avance aceleradamente- la dificultad en separarlas con procesos metalúrgicos. Hay que reconocer que en esta proeza técnica China merece todos los elogios.
China dispone del 23% de los yacimientos de TRs del mundo, produciendo 80 mil toneladas anuales. Aunque ejerce un estricto control de las exportaciones limitándolas apenas a 15 mil toneladas anuales.
Las naciones post-industriales presionan al gigante asiático para que eleve su producción e intensifique sus exportaciones.
La diversidad geológica de RD aconseja que debiera solicitar la colaboración de China, aunque sea a través de Taiwán, para explorar exhaustivamente el territorio nacional, dado que circulan sospechas de la existencia de TRs en el país.